El PSL llama a la abstención en las elecciones municipales del próximo domingo

Por Partido Socialismo y Libertad (PSL)

Para el próximo domingo 9 de diciembre se encuentran estipuladas las elecciones legislativas municipales, sin embargo es manifiesto el desinterés y el rechazo del pueblo trabajador ante el nuevo evento electoral convocado por el gobierno de Nicolás Maduro a través del Consejo Nacional Electoral.

En el país no existe ambiente electoral ni son esas elecciones locales el tema de conversación en las calles y en el transporte colectivo. No obstante escuchamos discursos gubernamentales, que hablan desde el más descarado cinismo de una “fiesta electoral”. En realidad, el contexto político y económico que provocó la gigantesca abstención ocurrida en las elecciones presidenciales del 20 de mayo, no solo sigue vigente, además se ha profundizado notablemente, en el marco de la pavorosa crisis que vive el pueblo venezolano.

En medio de la intensificación del fenómeno hiperinflacionario en la economía venezolana, el pueblo trabajador sigue ocupado en sobrevivir con salarios depauperados y menos derechos laborales. Lo fundamental para cada familia trabajadora en Venezuela es la tragedia cotidiana impuesta por las medidas reaccionarias del gobierno de Nicolás Maduro que solo benefician a empresarios, transnacionales banqueros, y con las cuales intenta descargar la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador.

Pero, a su vez, el pueblo se encuentra consciente de lo estéril de la participación electoral en las actuales condiciones del país, caracterizadas por el establecimiento de un estado de excepción permanente, la restricción de las libertades democráticas y la decisión de los jerarcas chavistas de atornillarse en el gobierno con el sobredimensionamiento del aparato represivo.

El carácter cada día más autoritario del gobierno de Nicolás Maduro, impide que los eventos electorales puedan convertirse en una oportunidad para promover y canalizar la movilización obrera y popular, a través del estímulo de una campaña y un voto con independencia de clase. La convicción en amplios sectores del pueblo del carácter fraudulento de los procesos comiciales anteriores es un elemento más que se agrega al poco interés existente entre la población ante el hecho electoral. Esto se evidenció recientemente en el robo que el gobierno, a través del TSJ, hizo de unas elecciones a organismos estudiantiles en la Universidad de Carabobo, donde la candidata chavista había perdido por paliza. Ni siquiera unas elecciones estudiantiles, que debe ser un proceso normal y autónomo, respeta el gobierno.

El descontento del pueblo trabajador se manifiesta todos los días en decenas de protestas de diversos sectores por mejores condiciones salariales, y de las comunidades por acceso a los servicios públicos.

En ese sentido, desde el Partido Socialismo y Libertad (PSL) entendemos el mensaje del pueblo trabajador y rechazamos la nueva farsa electoral, por eso llamamos a la abstención como la posición más acorde con los intereses de la clase trabajadora y demás sectores oprimidos.

No se puede invertir ni el más mínimo esfuerzo político y organizativo en la nueva farsa electoral del gobierno nacional. Al contrario, desde el Partido Socialismo y Libertad (PSL) consideramos que debemos seguir apostando y trabajando por el incremento de la lucha unitaria en contra del paquete antiobrero de Nicolás Maduro; por un salario igual a la canasta básica indexado mensualmente, contra las tablas salariales y en defensa de las contrataciones colectivas, medidas que deben ser parte de un Plan Económico Popular alternativo al brutal ajuste instrumentado por el gobierno, que además debe contemplar un plan de importación masiva de alimentos y medicinas, el no pago de la deuda externa, que el petróleo sea 100% estatal sin empresas mixtas ni trasnacionales, y la confiscación de los bienes de los corruptos de Pdvsa e importadores fraudulentos, y que toda esa plata se destine a salud, educación salarios, jubilaciones, y la recuperación de Pdvsa y las empresas básicas, e impulsar una profunda reforma agraria que otorgue tierra a los campesinos pobres, insumos y asistencia técnica. Todo esto en la perspectiva de la lucha por un gobierno de las trabajadoras y los trabajadores en Venezuela.