sábado, 11 de agosto de 2018
Solidaridad con la rebelión del pueblo de Nicaragua
Por Movimiento Socialista de los
Trabajadores -República Dominicana-
Desde el mes de abril, durante más de cien días, el pueblo trabajador de Nicaragua de manera heroica viene enfrentando a la dictadura capitalista de Daniel Ortega. Aunque muchos puedan creer que Ortega todavía representa al sandinismo que en los años 70 luchó contra la dictadura de Somoza y que luego en los 80 fue agredido por los Contras y el gobierno asesino de Reagan, la verdad es muy distinta. Se trata de un gobierno de mafiosos y burgueses que pretende perpetuarse pactando con sus antiguos enemigos de EEUU, la Iglesia y el empresariado.
La juventud luchadora ha levantado una consigna que resume su juicio implacable contra el gobierno de Ortega y su esposa Rosario Murillo: “Ortega y Somoza, son la misma cosa”. Y está claro que ambos han sido dictadores al servicio de la burguesía y del imperialismo, ambos se enriquecieron obscenamente al calor de su control del Estado, ambos estuvieron dispuestos a masacrar a su propio pueblo para sostenerse en el poder. Más allá de las diferencias entre ellos, por ejemplo Ortega se basa en grupos paramilitares fundamentalmente para realizar su brutal represión que ya ha cobrado más de 400 muertos, mientras que Somoza se apoyaba en los militares de la Guardia Nacional para realizar sus crímenes y librar una sangrienta guerra civil contra la población, lo cierto es que el pueblo trabajador luchó contra Somoza en los 70 y hoy lucha contra Ortega por razones parecidas, en repudio a la corrupción y el nepotismo, a la represión y el entreguismo, a la miseria a la que se ha condenado a Nicaragua, el segundo país más pobre de la región después de Haití. No es un gobierno antiimperialista, el Tratado de Libre Comercio con EEUU y el Acuerdo de Asociación con la Unión Europea facilitan la inserción de empresas transnacionales para saquear los recursos naturales y superexplotar a los trabajadores nicaragüenses, además de los acuerdos de Ortega con la burguesía china para la construcción de un canal interoceánico que es adversado por los campesinos y pescadores del Lago de Nicaragua.
Todos los luchadores de República Dominicana y América Latina tienen por una cuestión de principios el deber y la responsabilidad de solidarizarse con la lucha del pueblo nicaragüense para derrotar a la dictadura de Ortega y Murillo. El imperialismo y el Vaticano quieren una negociación entre el gobierno, los empresarios y los partidos opositores, Ortega aprovecha esos diálogos para ganar tiempo y desgastar la resistencia de los estudiantes y trabajadores que sostienen las barricadas para defenderse de los ataques paramilitares. Repudiamos cualquier injerencia y apoyamos al pueblo de Nicaragua que lucha de manera independiente.
¡Ni pacto ni negociación, abajo Ortega! ¡Que viva la lucha del pueblo nicaragüense!
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