domingo, 29 de julio de 2018

El drama subterraneo


Jesus Gerardo González

La gente abarrotaba la Av Sucre de Cátia, esa mañana de esta semana buscando transporte, yo entre ellos, con mi pesado maletín de herramientas y un morral a cuestas, veía como se frustraba mi intento por salir a trabajar. El Metro como ya es habitual no estaba funcionando, tratar de subirse a alguna de las pocas camionetas que aun circulan, es misión imposible, algunos desesperados logran guindarse en alguna, a riesgo de caer, para llegar a su destino.


Desde que tuve que parar mi vieja camioneta, a principios de año, por no poder cubrir los costos de su mantenimiento, y me vi forzado a quedarme en Caracas de Lunes a Viernes, para poder trabajar. He sentido en carne propia el drama que a diario, deben afrontar los miles de Caraqueños, que no les queda otra, que usar un servicio de metro, increíblemente gratuito, pero en estado terminal.



Con escasos trenes en mal estado, sin aire, y mugrientos vagones, donde la gente debe viajar hacinada a toda hora, y con el temor ha que te deje botado en cualquier momento. Ya me he tenido que regresar caminando en dos ocaciones desde Plaza Venezuela porque el metro se paro, y camionetas no hay.

Salir ha trabajar desde entonces, se me ha transformado en un acto de heroicidad, en una carrera de obstáculos a vencer, en una lucha estoica , física y mental.

Me imagino que faltara poco, para que veamos circular por las principales avenidas de Caracas, como ya sucede en otras ciudades del país, las "famosas" perreras cargando gente como ganado, ante la ruina de un sistema de transporte destruido por la corrupción y el populismo de estos veinte años de desgobierno.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Gracias por compartir con todos tus comentarios y opiones