Heiber Barreto Sánchez
Aporrea.org
03/08/14
El III Congreso del Psuv terminó con más pena que gloria. Con gloria porque se celebró en nombre de nuestro líder y fundador, Hugo Chávez Frías, a quien incorporaron como mentor del pensamiento de su partido. Más con pena porque en nombre de Chávez y desde su mausoleo en el Cuartel de la Montaña se anunció el tan esperado aumento de la gasolina en el acto de cierre del Congreso, además de la “prohibición de la cooptación” por el nuevo presidente del Psuv y también presidente de la República.
Así concluyó este III Congreso, conformado por 40,3% (363) de delegados “natos” -mejor decir “nativos del poder”- entre gobernadores, diputados y alcaldes psuvistas, quienes además impusieron una porción importante de su “militancia administrada” y de segundo nivel, como candidatos postulados y “triunfadores” de los comicios primarios donde se escogieron sólo el 59,7% (537) de los delegados, aquel domingo 20 de julio. Poco espacio tuvieron los auténticos representantes de las bases chavistas escogidos en unas elecciones primarias en las que se abstuvo de participar un 80% de los más de 7.600.000 militantes inscritos, considerando los cálculos más conservadores provistos por la encuestadora Hinterlaces, pero que son desdichos por muchas UBCH´s que estiman la participación real en máximo 10% de los convocados para esa “fiesta electoral”, como gustamos tanto decir en nuestra Venezuela bolivariana.
Por cierto que aún no queda claro porqué ni con qué motivo y razón -como diría el poeta Benedetti- el Consejo Nacional Electoral (CNE) no termina al menos de informar a todos los venezolanos y a todas las venezolanas, si le entregó o no al Psuv los resultados de estas últimas elecciones primarias. ¿Si o no? Eso es todo lo que muchos queremos saber, pues a juzgar por las declaraciones del Primer Vicepresidente del Partido, Diosdado Cabello, aquella noche del 20 de julio, parece que el CNE -con el sistema electoral más perfecto del mundo- no pudo contabilizar con las simples “capta-huellas” cuántos militantes votaron o no en los comicios de nuestro partido revolucionario, aduciendo que por tratarse de una votación múltiple se dificultaba dicho conteo. Como si la organización técnica de una elección interna y menor -en comparación con las 19 jornadas electorales la mayoría de ellas con votaciones múltiples organizadas por el CNE en 15 años- hubiera imposibilitado que, apenas cuatros horas después de haberse cerrado las de votación -como nos tiene acostumbrados la Junta Electoral del CNE- pudieran anunciarse los resultados, comenzando siempre por decir cuántos participaron y cuántos se abstuvieron de concurrir a la fiesta electoral.
Entre los cuadernos de votación quemados por Teresa Albanes en las primarias celebradas por la oposición en febrero de 2012 y estos comicios internos del Psuv, la diferencia son los “clientes” del CNE. En el primer caso fue la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y en el segundo el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), los que parecieran haber contratado los servicios técnicos de nuestro Poder Electoral, como si se tratara de una empresa trasnacional de encuestas que no puede revelar los resultados antes de que sus clientes los utilicen o manipulen. Todo estos como si el CNE no tuviera responsabilidad alguna frente al país y su población, que paga con sus impuestos y su fe en las instituciones todos los procesos electorales organizados por este poder público que, según nuestra Constitución, se rige por los principios de “confiabilidad, imparcialidad y transparencia”, como rezan los artículos293 y 294 de la Carta Magna.
Lo cierto es que cinco días de la Plenaria del III Congreso del Psuv se fueron según la agenda pautada y cerrada para los días 26, 27, 29, 30 y 31 de julio, en la discusión ideológica y programática, obviando deliberadamente y hasta con jactancia, la realidad económica y política del venezolano y la venezolana que vive sólo de su trabajo, evocando aquella sentencia de Hegel: “Si la realidad no se parece a la teoría, peor para la realidad”. Aunque la verdad es que esa no fue la tan noble intención del III Congreso, peor, intentó negar la realidad hasta sin teoría.
En la clausura del III Congreso del Psuv su nuevo Presidente por aclamación[i] y Presidente también de la República Bolivariana de Venezuela, por los votos, aprovechó la ocasión para nada menos que “prohibir” la cooptación “a todo nivel”, salvo la que decida él o, por su “autorización”, la Dirección Nacional del partido. ¿Cuál es la diferencia?, que los equipos directivos de las regiones, estados y parroquias no podrán implementar este método, pues allí, y sólo allí, “De abajo hacia arriba liderazgo legítimo”, sentenció el nuevo Presidente de nuestro partido [ii]. Todo ello sin someter a modificación los estatutos del partido ante la Plenaria del Congreso, como igual ocurrió con la inclusión en la estructura del Psuv del Alto Mando Político-Militar de la Revolución, con el pretexto de incorporar así una supuesta “dirección colectiva” que de facto ya había sustituido este último año a la Dirección Nacional del partido en la toma de decisiones. No es casual por ello que la decisión recogida como la número 4 en las Decisiones resultantes del III Congreso comience diciendo: “Reconocer y ratificar el concepto del Alto Mando Político de la Revolución”[iii].
Por si fuera poco lo que falta desmenuzar todas las 32 decisiones derivadas del III Congreso del Psuv, el Presidente de la República aprovechó la clausura del evento partidista y desde el mismísimo mausoleo de Chávez en el Cuartel de La Montaña, anunció nada más y nada menos que el aumento del precio de la gasolina. Pero se trata ahora de otro anuncio de los que suele decir que va anunciar que anunciará, claro está, luego del debate nacional que también anunció para después hacer el anuncio del aumento, pues ya el gobierno tiene claro incluso el destino de los ingresos “adicionales” producto del principal combustible que mueve las mercancías en el país, incluida, por supuesto, su misma fuerza de trabajo: 80% irán a Misiones Sociales y 20% a obras de vialidad pública.
Un “proceso de grave rezago” ha tenido el precio de la gasolina, dijo el Presidente, siendo más cara el agua mineral que la gasolina. A lo que habría que contestar que “rezago” es el que ha sufrido el salario de los venezolanos y venezolanas en los últimos años, más aún cuando existe una sistemático retraso en la firma de convenciones colectivas en empresas privadas e instituciones públicas. El aumento de la gasolina es, afirmó el Presidente, un “debate que ha surgido desde las bases” porque aunque no se “deja llevar por encuestas”, lo cierto según él es que “más del 70% del país nos apoya en un proceso para adecuar el sistema nacional de precios y empezar a cobrar a un precio justo todos los combustibles internos”, para así “establecer de manera justa y oportuna un nuevo sistema de precios” reiteró. Es decir, el aumento va, lo que falta decidir es cuánto y también cuánto cuenta “con el apoyo mayoritario del país” [iv].
Frente al rezago del precio de la gasolina que tanto gusta a nuestro gobierno enrostrarnos, hay que redundar diciendo que rezago el de los salarios, rezago el aumento del impuesto sobre la renta que no supera el 3% para los banqueros, rezago el tiempo que llevan las denuncias de los más de 22 mil millones de dólares que se robaron a través del Sitme y Cadivi sólo en el año 2012; rezago el del Ministerio Público, la Fiscalía y la Asamblea Nacional que a más de un año de esas denuncias realizadas por Jorge Giordani, Ministro de Planificación, y la para entonces presidenta del Banco Central de Venezuela, Edmmé Betancourt, no se sabe aún los defalcadotes de nuestra nación; rezago también el de la confiscación, expropiación y repatriación de la fuga de alrededor de 130 mil millones de dólares durante los 10 años de control de cambios; rezago el de las misiones sociales de alimentación que cada vez más merman sus operativos ya de por sí esporádicos o espasmódicos.
Rezagos, a fin de cuentas, de un Chávez cada vez más rezagado en esta contracorriente a su legado, a contravía de los intereses superiores del pueblo a los que siempre subordinó el mandato sobrevenido de Nicolás Maduro. ¡Siempre subordinado a los intereses del pueblo! ¡Siempre subordinado a los intereses del pueblo! dijo Chávez aquel ocho de diciembre de 2012. ¡Volvamos a escucharlo![v].
03/08/14
El III Congreso del Psuv terminó con más pena que gloria. Con gloria porque se celebró en nombre de nuestro líder y fundador, Hugo Chávez Frías, a quien incorporaron como mentor del pensamiento de su partido. Más con pena porque en nombre de Chávez y desde su mausoleo en el Cuartel de la Montaña se anunció el tan esperado aumento de la gasolina en el acto de cierre del Congreso, además de la “prohibición de la cooptación” por el nuevo presidente del Psuv y también presidente de la República.
Así concluyó este III Congreso, conformado por 40,3% (363) de delegados “natos” -mejor decir “nativos del poder”- entre gobernadores, diputados y alcaldes psuvistas, quienes además impusieron una porción importante de su “militancia administrada” y de segundo nivel, como candidatos postulados y “triunfadores” de los comicios primarios donde se escogieron sólo el 59,7% (537) de los delegados, aquel domingo 20 de julio. Poco espacio tuvieron los auténticos representantes de las bases chavistas escogidos en unas elecciones primarias en las que se abstuvo de participar un 80% de los más de 7.600.000 militantes inscritos, considerando los cálculos más conservadores provistos por la encuestadora Hinterlaces, pero que son desdichos por muchas UBCH´s que estiman la participación real en máximo 10% de los convocados para esa “fiesta electoral”, como gustamos tanto decir en nuestra Venezuela bolivariana.
Por cierto que aún no queda claro porqué ni con qué motivo y razón -como diría el poeta Benedetti- el Consejo Nacional Electoral (CNE) no termina al menos de informar a todos los venezolanos y a todas las venezolanas, si le entregó o no al Psuv los resultados de estas últimas elecciones primarias. ¿Si o no? Eso es todo lo que muchos queremos saber, pues a juzgar por las declaraciones del Primer Vicepresidente del Partido, Diosdado Cabello, aquella noche del 20 de julio, parece que el CNE -con el sistema electoral más perfecto del mundo- no pudo contabilizar con las simples “capta-huellas” cuántos militantes votaron o no en los comicios de nuestro partido revolucionario, aduciendo que por tratarse de una votación múltiple se dificultaba dicho conteo. Como si la organización técnica de una elección interna y menor -en comparación con las 19 jornadas electorales la mayoría de ellas con votaciones múltiples organizadas por el CNE en 15 años- hubiera imposibilitado que, apenas cuatros horas después de haberse cerrado las de votación -como nos tiene acostumbrados la Junta Electoral del CNE- pudieran anunciarse los resultados, comenzando siempre por decir cuántos participaron y cuántos se abstuvieron de concurrir a la fiesta electoral.
Entre los cuadernos de votación quemados por Teresa Albanes en las primarias celebradas por la oposición en febrero de 2012 y estos comicios internos del Psuv, la diferencia son los “clientes” del CNE. En el primer caso fue la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) y en el segundo el Partido Socialista Unido de Venezuela (Psuv), los que parecieran haber contratado los servicios técnicos de nuestro Poder Electoral, como si se tratara de una empresa trasnacional de encuestas que no puede revelar los resultados antes de que sus clientes los utilicen o manipulen. Todo estos como si el CNE no tuviera responsabilidad alguna frente al país y su población, que paga con sus impuestos y su fe en las instituciones todos los procesos electorales organizados por este poder público que, según nuestra Constitución, se rige por los principios de “confiabilidad, imparcialidad y transparencia”, como rezan los artículos293 y 294 de la Carta Magna.
Lo cierto es que cinco días de la Plenaria del III Congreso del Psuv se fueron según la agenda pautada y cerrada para los días 26, 27, 29, 30 y 31 de julio, en la discusión ideológica y programática, obviando deliberadamente y hasta con jactancia, la realidad económica y política del venezolano y la venezolana que vive sólo de su trabajo, evocando aquella sentencia de Hegel: “Si la realidad no se parece a la teoría, peor para la realidad”. Aunque la verdad es que esa no fue la tan noble intención del III Congreso, peor, intentó negar la realidad hasta sin teoría.
En la clausura del III Congreso del Psuv su nuevo Presidente por aclamación[i] y Presidente también de la República Bolivariana de Venezuela, por los votos, aprovechó la ocasión para nada menos que “prohibir” la cooptación “a todo nivel”, salvo la que decida él o, por su “autorización”, la Dirección Nacional del partido. ¿Cuál es la diferencia?, que los equipos directivos de las regiones, estados y parroquias no podrán implementar este método, pues allí, y sólo allí, “De abajo hacia arriba liderazgo legítimo”, sentenció el nuevo Presidente de nuestro partido [ii]. Todo ello sin someter a modificación los estatutos del partido ante la Plenaria del Congreso, como igual ocurrió con la inclusión en la estructura del Psuv del Alto Mando Político-Militar de la Revolución, con el pretexto de incorporar así una supuesta “dirección colectiva” que de facto ya había sustituido este último año a la Dirección Nacional del partido en la toma de decisiones. No es casual por ello que la decisión recogida como la número 4 en las Decisiones resultantes del III Congreso comience diciendo: “Reconocer y ratificar el concepto del Alto Mando Político de la Revolución”[iii].
Por si fuera poco lo que falta desmenuzar todas las 32 decisiones derivadas del III Congreso del Psuv, el Presidente de la República aprovechó la clausura del evento partidista y desde el mismísimo mausoleo de Chávez en el Cuartel de La Montaña, anunció nada más y nada menos que el aumento del precio de la gasolina. Pero se trata ahora de otro anuncio de los que suele decir que va anunciar que anunciará, claro está, luego del debate nacional que también anunció para después hacer el anuncio del aumento, pues ya el gobierno tiene claro incluso el destino de los ingresos “adicionales” producto del principal combustible que mueve las mercancías en el país, incluida, por supuesto, su misma fuerza de trabajo: 80% irán a Misiones Sociales y 20% a obras de vialidad pública.
Un “proceso de grave rezago” ha tenido el precio de la gasolina, dijo el Presidente, siendo más cara el agua mineral que la gasolina. A lo que habría que contestar que “rezago” es el que ha sufrido el salario de los venezolanos y venezolanas en los últimos años, más aún cuando existe una sistemático retraso en la firma de convenciones colectivas en empresas privadas e instituciones públicas. El aumento de la gasolina es, afirmó el Presidente, un “debate que ha surgido desde las bases” porque aunque no se “deja llevar por encuestas”, lo cierto según él es que “más del 70% del país nos apoya en un proceso para adecuar el sistema nacional de precios y empezar a cobrar a un precio justo todos los combustibles internos”, para así “establecer de manera justa y oportuna un nuevo sistema de precios” reiteró. Es decir, el aumento va, lo que falta decidir es cuánto y también cuánto cuenta “con el apoyo mayoritario del país” [iv].
Frente al rezago del precio de la gasolina que tanto gusta a nuestro gobierno enrostrarnos, hay que redundar diciendo que rezago el de los salarios, rezago el aumento del impuesto sobre la renta que no supera el 3% para los banqueros, rezago el tiempo que llevan las denuncias de los más de 22 mil millones de dólares que se robaron a través del Sitme y Cadivi sólo en el año 2012; rezago el del Ministerio Público, la Fiscalía y la Asamblea Nacional que a más de un año de esas denuncias realizadas por Jorge Giordani, Ministro de Planificación, y la para entonces presidenta del Banco Central de Venezuela, Edmmé Betancourt, no se sabe aún los defalcadotes de nuestra nación; rezago también el de la confiscación, expropiación y repatriación de la fuga de alrededor de 130 mil millones de dólares durante los 10 años de control de cambios; rezago el de las misiones sociales de alimentación que cada vez más merman sus operativos ya de por sí esporádicos o espasmódicos.
Rezagos, a fin de cuentas, de un Chávez cada vez más rezagado en esta contracorriente a su legado, a contravía de los intereses superiores del pueblo a los que siempre subordinó el mandato sobrevenido de Nicolás Maduro. ¡Siempre subordinado a los intereses del pueblo! ¡Siempre subordinado a los intereses del pueblo! dijo Chávez aquel ocho de diciembre de 2012. ¡Volvamos a escucharlo![v].
Heiber Barreto Sánchez
www.aporrea.org
heiberdario@yahoo.es
@heiberbarreto
heiberdario@yahoo.es
@heiberbarreto
[ii] Telesur Tv (31/07/2014). Maduro prohíbe sistema de cooptación al interior del PSUV. Video En Línea. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=uIn-fEvXjz8. Consultado el 01/08/14.
[iii] Psuv (31/07/2014). Acta de decisiones aprobadas en la Plenaria Nacional del III Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela, Realizada entre el 26 y 31 de julio de 2014. Disponible en: http://www.psuv.org.ve/wp-content/uploads/2014/08/iii-congreso-acta-de-decisiones-aprobadas.pdf
[iv] Ultimas Noticias (31/07/2014). Maduro abre oficialmente debate para aumento de la gasolina. Disponible en: http://www.ultimasnoticias.com.ve/noticias/actualidad/politica/maduro-abre-oficialmente-debate-para-aumento-de-la.aspx
[v] Hugo Chávez Frías (08/12/2014). Mensaje del Presidente Hugo Chávez al pueblo venezolano. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=BKmlHhjMGP0
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