La salida política ha sustituido los mecanismos institucionales para la resolución de conflictos laborales Foto Diego Meinhard |
Correo del Caroní
19 Noviembre 2013
Ningún ente administrativo ha asomado sus narices en la huelga de los trabajadores de Sidor. El Ministerio del Trabajo se ha mantenido a raya de la escalada conflictiva en la acería pese a que en la última reunión las partes solicitaron la asistencia del ente ministerial.
Tanto Sidor como el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss) esperaban el pasado viernes la presencia de la Inspectoría para dilucidar la interpretación de las peticiones en la discusión contractual, pero esta no apareció.
Desde que inició la discusión del contrato colectivo de los sidoristas, en septiembre de 2012, la negociación ha sido atípica. Ausencia del Ministerio del Trabajo y de la Procuraduría y el proceso avanza sin un informe económico del Ministerio de Finanzas, como suele ocurrir en estos casos.
Como resultado de esta situación se tiene la incertidumbre de los trabajadores y una elevada tensión alrededor de la discusión de las cláusulas económicas.
En la negociación ha privado el acento político y el criterio del gobernante de turno (tres presidentes en Sidor en lo que va de 2013) sobre el carácter institucional de los reclamos, lo que a su vez se ha traducido en decenas de actas incumplidas por parte de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) y Sutiss.
Silencio administrativo
En los tres últimos conflictos el común denominador ha sido la ausencia del Ministerio del Poder Popular con Competencia en materia del trabajo que tiene entre sus funciones, no sólo aplicar la justicia en materia del trabajo con base a los principios constitucionales sino asesorar y mantener amplio diálogo con las organizaciones sindicales.
De acuerdo con la ley, es función de la cartera del trabajo designar a funcionarios especiales para intervenir en la conciliación y el arbitraje de conflictos individuales o colectivos.
Intervenir y mediar, de oficio o a petición de parte, es también una de las obligaciones del inspector para facilitar los acuerdos en la negociación de la convención colectiva de trabajo, en los pliegos de peticiones y en la solución de los conflictos colectivos de trabajo.
Sin acuerdos
La acería cumple seis días inoperativa sin que hasta ahora haya asomo de acercamiento entre las partes.
El presidente de Sutiss, José Luis Hernández, aseguró que sólo se ha comunicado con el sindicato el vicepresidente de la CVG, Heber Aguilar, pero sin ninguna propuesta.
Entre tanto, ni Sidor ni la CVG han emitido comunicado oficial sobre la posición de la empresa; sólo un comunicado interno en el que anunció que a partir de este lunes, 18 de noviembre, descontaría el salario a los trabajadores en huelga por considerar la paralización “inaceptable”.
Sutiss exige 120 días a salario integral con una fórmula con tres variantes según el tipo de jornada laboral.
La última propuesta de Sidor fue de 100 días a salario integral, aunque una propuesta divulgada en la planta este martes refiere a 120 días de salario integral promedio de los meses efectivamente trabajados más tres días de salario básico por cada mes con jornada perfecta.
Desde anoche los trabajadores hacen sus cálculos pese a la posición del presidente de Sutiss de exigir utilidades que rondan los 100 mil bolívares para un sidorista promedio.
De haber un acuerdo en los próximos días, restaría por discutir otras 12 cláusulas, entre ellas, el aumento salarial que regirá por los próximos dos años contractuales.
Sobre la decisión de la empresa de revisar a los trabajadores en comisión de servicio, el presidente de Sutiss dijo que el Movimiento Revolucionario Orinoco (MOR) sólo tiene 59 sidoristas cobrando a tiempo completo sin trabajar dedicados a la actividad sindical en la comisión de salud, asuntos sociales. “No andan paseando ni echando carro”.
Solidaridad con accionistas
El presidente del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss), José Luis Hernández, también se pronunció por las “penurias” que están pasando los accionistas “Clase B” de Sidor en la actualización de sus datos, una nueva traba burocrática impuesta por la CVG para el pago a los copropietarios de la acería.
“Están en unas condiciones infrahumanas, señores de sesenta, setenta años, ellos deberían ser atendidos en la sala de teatro de la CVG, en unos espacios más dignos. Es justicia que después de haber entregado su vida a la empresa tengan un trato justo”, dijo.
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