Fathi Salaaoui |
Fathi Salaaoui, militante de la LGO y fundador del Frente Popular de Túnez
Lucha Internacionalista. ¿Cómo fue tu militancia bajo la dictadura de Ben Ali?
Fathi Salaaoui: Empecé a militar bajo el régimen de Habib Bourghiba, el año 1984. Entonces Ben Ali era uno de sus comandantes. En el mes de enero del 84 hubo la revuelta del pan, donde perdí un primo y me encarcelaron durante 9 meses. Después bajo Ben Ali sufrí dos intentos de asesinato.
Pensamos en poner en marcha una corriente trotskista y fundamos la Organización Comunista Revolucionaria (OCR). Había conocido el marxismo a través de un camarada argelino: fue como un regalo. Mi familia era de origen minero, de la ciudad de Kef: crecí con el miedo de que mis padres o tíos murieran en la mina. Cuando leí el Manifiesto Comunista me di cuenta que aquello era una respuesta. Leí El Capital cuando estaba en la prisión. A los 16 años empecé a pensar en la revolución. El marxismo me parecía como la vida misma. También leí y tuve contacto con estalinistas, pero aquello no me gustaba. Conocí el trotskismo a través de los camaradas libaneses. Entendí que no se podía hacer una revolución por etapas, que la revolución tenía que ser permanente y mundial.
LI.- ¿En qué momento está la revolución tunecina?
FS.- Tiene altibajos. Ahora es tamos en un punto alto, aunque nos mataron uno de los grandes camaradas, Choukry Belaïd. Continuamos nuestra lucha. Ya hemos perdido una parte demasiado grande de nuestras vidas y de nuestra salud con la dictadura. Intentamos ser mejores para ser útiles a nuestro pueblo y a todos los pueblos del mundo. Ennahda [formación islamista mayoritaria en el gobierno] es un partido integrista, que intenta utilizar la religión para dar una apariencia democrática, pero en el fondo es un partido fascista, que instrumentaliza las creencias del pueblo. Desde el gobierno, los islamistas están imponiendo recortes y están endeudando el país, lo que supone más pobreza para el pueblo, mientras ellos se enriquecen.
FS.- Tiene altibajos. Ahora es tamos en un punto alto, aunque nos mataron uno de los grandes camaradas, Choukry Belaïd. Continuamos nuestra lucha. Ya hemos perdido una parte demasiado grande de nuestras vidas y de nuestra salud con la dictadura. Intentamos ser mejores para ser útiles a nuestro pueblo y a todos los pueblos del mundo. Ennahda [formación islamista mayoritaria en el gobierno] es un partido integrista, que intenta utilizar la religión para dar una apariencia democrática, pero en el fondo es un partido fascista, que instrumentaliza las creencias del pueblo. Desde el gobierno, los islamistas están imponiendo recortes y están endeudando el país, lo que supone más pobreza para el pueblo, mientras ellos se enriquecen.
LI.- ¿Cómo se desencadena la revolución?
FS.- Fue como subir una escalera: la huelga de hambre de Taoufik Bien Brik el año 2000, las protestas de 2005 y el estallido de la cuenca minera de Gafsa el 2008. Allá también nos detuvieron. En períodos intermitentes me he pasado 16 años en la prisión. Y del mismo modo que luchábamos contra la dictadura de Ben Ali lo haremos contra la de Ennahda. Para nosotros son dos caras del mismo régimen. Para luchar contra Ennahda fundamos con otros compañeros el Frente Popular, estamos creando grupos en todas las regiones. Empezamos cinco partidos. Fijamos una plataforma y llamamos a todos los camaradas a unirse. Ahora tenemos 13 partidos y muchas organizaciones cercanas, como la Unión de Diplomados en Paro, la Asociación de Mujeres Democráticas o Raid- Attac. Y también queremos establecer contactos internacionales con organizaciones de la izquierda de todo el Mediterráneo.
FS.- Fue como subir una escalera: la huelga de hambre de Taoufik Bien Brik el año 2000, las protestas de 2005 y el estallido de la cuenca minera de Gafsa el 2008. Allá también nos detuvieron. En períodos intermitentes me he pasado 16 años en la prisión. Y del mismo modo que luchábamos contra la dictadura de Ben Ali lo haremos contra la de Ennahda. Para nosotros son dos caras del mismo régimen. Para luchar contra Ennahda fundamos con otros compañeros el Frente Popular, estamos creando grupos en todas las regiones. Empezamos cinco partidos. Fijamos una plataforma y llamamos a todos los camaradas a unirse. Ahora tenemos 13 partidos y muchas organizaciones cercanas, como la Unión de Diplomados en Paro, la Asociación de Mujeres Democráticas o Raid- Attac. Y también queremos establecer contactos internacionales con organizaciones de la izquierda de todo el Mediterráneo.
LI.- ¿Cuáles son los principales elementos programáticos?
FS.- Denunciar la dictadura de Ennahda y exigir condiciones de vida dignas para nuestro pueblo: sobre todo sanidad pública y trabajo. Pensamos que alrededor de la UGTT se puede fijar una salida para los trabajadores, los parados y los pobres. Defendemos la formación de un gobierno de trabajadores alrededor de la UGTT. Decimos al pueblo que no tenga miedo, que luche, que reaccione contra la violencia que Ennahda impone a través de los salafistas para asustarnos.
FS.- Denunciar la dictadura de Ennahda y exigir condiciones de vida dignas para nuestro pueblo: sobre todo sanidad pública y trabajo. Pensamos que alrededor de la UGTT se puede fijar una salida para los trabajadores, los parados y los pobres. Defendemos la formación de un gobierno de trabajadores alrededor de la UGTT. Decimos al pueblo que no tenga miedo, que luche, que reaccione contra la violencia que Ennahda impone a través de los salafistas para asustarnos.
LI.- Este año va a haber elecciones.
FS.- No sé si las llegarán a hacer, pero está claro que con el dinero Ennahda intentará aprovecharse de la gente para encubrir su fracaso. Tenemos que combatirlos continuando la revolución, porque lo que quiere Ennahda es dar continuidad al régimen. Nosotros tenemos que luchar por un cambio de fondo. Tenemos que alentar al pueblo a hacer política, a comprender lo que está pasando. Porque si el pueblo entiende que Ennahda no está trabajando por el pueblo también los echarán, como hicieron con Ben Ali. Y harán lo mismo con la derecha de Nidah Túnez: son las dos caras de la misma moneda. La revolución continúa avanzando, aunque a veces parezca que va atrás.
FS.- No sé si las llegarán a hacer, pero está claro que con el dinero Ennahda intentará aprovecharse de la gente para encubrir su fracaso. Tenemos que combatirlos continuando la revolución, porque lo que quiere Ennahda es dar continuidad al régimen. Nosotros tenemos que luchar por un cambio de fondo. Tenemos que alentar al pueblo a hacer política, a comprender lo que está pasando. Porque si el pueblo entiende que Ennahda no está trabajando por el pueblo también los echarán, como hicieron con Ben Ali. Y harán lo mismo con la derecha de Nidah Túnez: son las dos caras de la misma moneda. La revolución continúa avanzando, aunque a veces parezca que va atrás.
LI.- ¿Cómo queréis construir una organización revolucionaria?
FS.- Queremos hacerlo con los trabajadores: con la UGTT, con la Unión de Diplomados en Paro y con la Unión General de Estudiantes. Construirnos entre el pueblo y los trabajadores para actuar. A nivel internacional buscamos el apoyo de los camaradas de la izquierda y de los marxistas para salir adelante con el proceso revolucionario. Compartimos las mismas inquietudes aquí, en Egipto, en Siria, Bahréin, Yemen, Marruecos y Argelia. Luchamos contra el imperialismo en todo el mundo.
FS.- Queremos hacerlo con los trabajadores: con la UGTT, con la Unión de Diplomados en Paro y con la Unión General de Estudiantes. Construirnos entre el pueblo y los trabajadores para actuar. A nivel internacional buscamos el apoyo de los camaradas de la izquierda y de los marxistas para salir adelante con el proceso revolucionario. Compartimos las mismas inquietudes aquí, en Egipto, en Siria, Bahréin, Yemen, Marruecos y Argelia. Luchamos contra el imperialismo en todo el mundo.
LI.- ¿Qué piensas de lo que pasa en Siria?
FS.- La revolución siria ha sido un proceso más complejo que la de Túnez porque allá hay las armas y también el peso de Hezbollah, que en el fondo aprendió de la experiencia del Partido Comunista Libanés. Ahora se ha desvelado su auténtica naturaleza: antes se decía que luchaba por los libaneses contra Israel, ahora está junto a Bashar Al-Assad, el imperialismo y el capitalismo. Ahora nuestros compañeros de la izquierda libanesa y siria tienen mucho más fácil denunciarlos: el líder de Hezbollah, Hassan Nasralla, estaba muy bien visto en todo el mundo árabe. Pero en Siria se ha puesto del lado del régimen, del imperialismo y del capitalismo y contra el pueblo. Esto es una oportunidad para todos los comunistas árabes y del mundo, porque en el fondo Hezbollah era un obstáculo para un proceso revolucionario en la región. Pienso que es muy importante el acuerdo a que se llegó en Túnez para la campaña internacional de solidaridad con la revolución siria desde las organizaciones de izquierda. En este marco, en Túnez estamos trabajando en la semana de solidaridad internacional y en la organización del congreso de finales de junio. Desde aquí quiero invitar a todas las organizaciones de la izquierda a participar.
LI.- ¿Cómo ves la situación en Europa?
FS.- Tenemos la esperanza de que haya una revolución en Grecia, España o Portugal. Quizás no es inmediato, pero se está preparando. Queremos contribuir a empujarla adelante. Sobre todo en Grecia, ni la UE, ni los Estados Unidos han podido parar a la gente. ¡Esperamos que llegue pronto!
Entrevista realizada en Túnez durante el Foro Social Mundial en el mes de marzo.
FS.- Tenemos la esperanza de que haya una revolución en Grecia, España o Portugal. Quizás no es inmediato, pero se está preparando. Queremos contribuir a empujarla adelante. Sobre todo en Grecia, ni la UE, ni los Estados Unidos han podido parar a la gente. ¡Esperamos que llegue pronto!
Entrevista realizada en Túnez durante el Foro Social Mundial en el mes de marzo.
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