1° de Mayo secuestrado

Por: Miguel Angel Hernández*
Atalaya Revolucionaria

En todo el mundo se conmemoró otro año más de la gloriosa gesta de los Mártires de Chicago que murieron luchando por la jornada laboral de 8 horas. Aquella fue una lucha plenamente autónoma, convocada por los trabajadores de forma independiente de los patronos y del Estado. Lamentablemente ese día en nuestro país, miles de trabajadores terminaron marchando detrás del gobierno y de los partidos patronales agrupados en la MUD.

Si bien es cierto, que muchos de los que participaron en la marcha que terminó siendo de la MUD, lo hicieron en buena medida molestos por la devaluación, por los pésimos salarios, la inflación y el desabastecimiento; así como los que participaron en la marcha convocada por el gobierno, expresaban su rechazo a la burguesía y sus partidos, no es menos cierto que su presencia en ambas marchas, terminó convirtiendo a Maduro y Capriles en las grandes vedettes de un día histórico donde los trabajadores, sus luchas y reivindicaciones debieron ser los protagonistas.

El 1 de mayo pareció más bien, el cierre simultáneo de la campaña electoral de dos candidatos, pero para nada las marchas que surcaron las calles de Caracas, tuvieron algo que ver con las luchas autónomas de los trabajadores y sus organizaciones sindicales. Ni una “pancartica” haciendo referencia a la necesidad de un aumento general de salarios; nada sobre las deudas que tiene el Estado con los trabajadores de las empresas básicas; ni una palabra sobre la situación de los cementeros, Galletera Carabobo, y otras empresas en conflicto, nada acerca de la necesidad de que los trabajadores organicen sobre bases democráticas una economía verdaderamente sin explotadores ni explotados. Nadie, mucho menos Maduro o Capriles, se acordaron del contrato de los empleados públicos vencido desde hace años. Nada que decir sobre los más de 400 contratos vencidos en la administración pública, sobre las órdenes de reenganche irrespetadas en el sector privado y el sector público.

De esta forma, las organizaciones sindicales en ambas marchas jugaron el triste papel de furgón de cola de dirigentes y partidos capitalistas. Las ligadas al gobierno y a la CBST, avalaron la política de “revisar” las contrataciones, aceptando el pírrico aumento del salario mínimo, que ya con los recientes aumentos de la leche, la carne, el queso y el pollo, terminó sucumbiendo a la inflación. Del otro lado, los partidos de la MUD llevaron a importantes sectores de trabajadores a marchar con Capriles, quien ya el año pasado había dicho que no iba al 1 de mayo porque se reconocía como patrón. Y esto incluye a la mayoría de las corrientes de Fadess, que terminaron marchando con Capriles, poniendo en grave riesgo su existencia como frente verdaderamente autónomo del gobierno y de la MUD. La única corriente de Fadess que no marchó el 1 de mayo fue Ccura.

Si algo brilló por su ausencia en las lamentables marchas del Día de los Trabajadores, fue la autonomía y la independencia de estos y sus organizaciones sindicales, respecto del gobierno, los patronos y los partidos de la derecha proyanky de la MUD.

La polarización política entre dos bloques que no representan los intereses de las trabajadoras y trabajadores, hizo que miles marcharan equivocadamente detrás de sus verdugos. Unos detrás de la agenda del falso socialismo del siglo XXI, y otros detrás del empresario Henrique Capriles, lo que hizo que se desvirtuara el sentido de lucha autónoma e independiente de los trabajadores que caracterizó a los Mártires de Chicago.

En esta ocasión hubo una gran oportunidad de realizar una marcha unitaria y autónoma, que fuera encabezada por dirigentes obreros y que levantara sus más sentidas reivindicaciones, pero lamentablemente la dirigencia de la Unete, particularmente, no estuvo a la altura de las circunstancias. Sabemos de la disposición y gran expectativa que había entre muchos de los sindicatos de base de dicha corriente sindical, ante la real posibilidad de hacer una marcha autónoma del gobierno y de la MUD, la cual hubiera roto con la polarización burguesa que prevaleció.

A pesar de que la Unete no convocó una acción común con nosotros y los luchadores, como se lo propusimos desde C-cura, el que no haya participado en la marcha que encabezó Maduro, refleja que cada vez son menos fuertes los hilos que la comprometen con el gobierno. Ahora más que nunca los llamamos a dar el paso, a romper definitivamente e impulsar un proceso independiente de lucha y movilización, para que nos postulemos como alternativa de dirección sindical, frente a la debacle de los rojo-rojitos y los pro-MUD.

Desde la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura), no obstante, seguiremos bregando por la unidad de acción para que los trabajadores triunfen en sus luchas. Seguiremos aupando el encuentro unitario de Fadess y la Unete para luchar por salarios, por la autonomía sindical, por empleo digno, en defensa de los contratos colectivos y contra la criminalización de la protesta. La unidad en la lucha, es la única vía para lograr la urgente y necesaria refundación del movimiento sindical desde las bases y democráticamente.

*Secretario general del Partido Socialismo y Libertad (PSL)