sábado, 24 de diciembre de 2011

Chile: La movilización sigue avanzando y acorrala al Gobierno.


Tomado de MST-Chile

Cada día los estudiantes de distintos colegios y universidades se toman los lugares públicos en Chile. Algunos improvisan simbólicos suicidios colectivos, bailes multitudinarios o se aglomeran en las salidas de las estaciones del Metro para pedir apoyo económico a los transeúntes. Otros marchan por las calles más importantes de las comunas, “funan” a políticos o se toman canales de televisión. En las casas de estudio muchos compañeros comenzaron con huelgas de hambre como medida de presión, en la Comuna de Buin los compañeros del liceo A-131 iniciaron una huelga seca. Por todo el país se mantiene vivo el espíritu de la lucha.


Los frontis de colegios, liceos y universidades lucen lienzos y carteles con consignas de protesta. Es el ambiente del país, las luchas no son hechos aislados. En medio de las movilizaciones estudiantiles, cientos de conflictos sindicales explotan a diario. Un paro histórico de los trabajadores del cobre entregó sus propios colores a la pintura. Los usuarios del Transantiago han cortado el transito en reiteradas ocasiones. Hace pocas semanas el Gobierno tuvo que correr para apagar la explosión social que amenazaba con propagarse por el sur del país, en las zonas devastadas por el terremoto del 27 de febrero del 2010. Después de un año de la catástrofe, los vecinos siguen sin tener solución.

Hasta la expulsión de un carabinero adquirió una nueva dimensión al abandonar semidesnudo el cuartel de carabineros en señal de protesta. A pesar de que la orden fue detenerlo y se sumó un inmenso operativo para el efecto, los oficiales debieron morder el polvo y dejarlo partir libre de cargo. El ex suboficial Ripetti hoy es un héroe nacional y ya fue emulado por otro carabinero expulsado de la institución. Nadie sabe cuándo ni en que puede terminar este singular desfile - protesta contra el abuso de los oficiales a la tropa.  

Es evidente que la crisis del capitalismo muestra sus devastadoras consecuencias. La desigualdad social se agudiza, las alzas y la inflación empobrecen cada día más a las familias trabajadoras, los grandes empresarios y su Gobierno decretaron que los sueldos no debían subir más que algunos pesos, mientras privatizan los derechos sociales y precarizan los derechos laborales. El poder financiero y el retail (grandes tiendas y supermercados) terminan por reducir aún más el nivel de vida de los trabajadores.

Claro está que la Derecha no hace, sino, continuar la línea trazada por los anteriores gobiernos de la Concertación: enriquecen a los grandes grupos económicos, a costa de los trabajadores, los estudiantes y los pobladores. El movimiento estudiantil y las cientos de luchas sindicales y populares son una respuesta a esta lógica de la miseria y por eso rápidamente van contra la Derecha y la Concertación. Ese es el significado profundo de lo que hoy muestran  las encuestas y las movilizaciones.

Cuando la represión fue derrotada
El día jueves 8 de agosto, dos marchas estudiantiles estaban convocadas.
Por la mañana los secundarios, por la tarde los universitarios. Dos convocatorias separadas que expresaban “una” política divisionista empujada por los dirigentes del Partido Comunista y la Concertación para debilitar al movimiento estudiantil.  La orden desde la Moneda era reprimir brutalmente a los estudiantes, con las Fuerzas Especiales tratando de imponer un eventual “estado de sitio” por las calles de Santiago.

13:00 hrs. En una ya larga jornada que había empezado con barricadas y cortes de calle desde las 7 AM miles de estudiantes seguían en las calles, varios de ellos heridos, cientos arrestados, tres compañeros atropellados por vehículos policiales y la ciudad inundada en bombas lacrimógenas. El terror trataba de abrirse paso para imponerse.

18:00 hrs. Por las calles de la Capital avanzan grupos de estudiantes dispuestos a llevar a cabo la marcha convocada por la principal dirección universitaria, la CONFECH, aún en contra de la prohibición del Gobierno. Plaza Italia, el lugar de encuentro habitual para las marchas, está cercada por las Fuerzas Especiales. Miles de Carabineros pretenden cortar el paso a los estudiantes en todas las esquinas.

18:30 hrs. Cerca de tres mil estudiantes ya estaban acumulados en el central Parque Bustamante. Por su parte los secundarios que desde primera hora se enfrentaban a carabineros, lejos de abandonar la resistencia seguían multiplicándose por todas las calles céntricas.

La táctica de imponer el terror comenzó a desmoronarse. Los carros policiales avanzaron contra la masa, y la estampida se regó por Santiago Centro.

20.00 hrs. De pronto, cientos de barricadas cerraban las calles céntricas, de los edificios se comenzaron a escuchar cacerolazos en apoyo a los estudiantes, al cabo de pocos minutos se propago por todo Chile la ola de protesta. Carabineros se declaró a momentos sobrepasado, las barricadas, cacerolazos y personas en las calles se multiplicaba sin cesar. La violencia y el terror que se trató de imponer finalizaron estrepitosamente por la ofensiva estudiantil y la solidaridad de miles de familias. Y al contrario de lo que esperaba el Gobierno, los sectores populares entraron de lleno a la lucha en claro apoyo solidario a la demanda estudiantil.

Quienes defienden el lucro defienden al Gobierno.
La postura de la Iglesia Católica
 En las últimas semanas, pudimos ver al Obispo Ezzati, clamar frente a los medios de comunicación y sus feligreses para que los estudiantes renuncien a la “utopía” de una educación gratuita y se sienten a negociar con el Gobierno. Pidió fervorosamente que todo se resuelva en los márgenes de la institucionalidad y la legalidad y luego de tomar claro partido a favor del Gobierno escondió sus fauces y se ofreció de mediador. La Confech le respondió con un rotundo rechazo a su maniobra desmovilizadora. Tanto así, que el Dirigente de la U. de Talca que se prestó de “palo blanco” pidiendo la intervención de Ezzati, fue expulsado de la última reunión de la Confech.

La Concertación
La Concertación gobernó el país durante 20 años, siguiendo la línea trazada por el acuerdo de estos partidos con la Dictadura de Pinochet: defender la constitución de los 80, que luego sería reafirmada por Lagos; profundizar el modelo económico neoliberal y mantener en la impunidad a los empresarios, políticos y militares vinculados con la Dictadura. La trenza Concertación- Derecha que gobierna esta país ya ha enfrentado a los estudiantes, cuando en el 2006 el Gobierno de Bachelet se opuso a los estudiantes secundarios, y legalizó el lucro de los sostenedores y dueños de Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales.
Por eso los concertacionistas se niegan siquiera a mencionar la “blasfemia” de educación gratuita o nacionalización del cobre. Sus principales representantes llaman a traspasar el debate al Parlamento, con un acuerdo previo entre algunos dirigentes de la CONFECH, del Colegio de Profesores y unos pocos dirigentes los secundarios. Algunos de ellos hablan incluso de llevar a cabo el plebiscito que impulsan los universitarios, a sabiendas que los votos de la DC en el Parlamento, le garantizan a la Derecha evitar llevarlo a cabo. Hoy se suman oportunistamente al llamado de la CUT, para seguir disfrazados de amigos de los trabajadores.

La burocracia comunista
La mayoría de los estudiantes universitarios y secundarios tienen razón al rechazar la mediación de la Iglesia y la Concertación en el Parlamento. Ambos sectores no pueden ser mediadores porque están derechamente en contra  de la educación gratuita y la renacionalización del cobre para financiarla. 

De los secundarios sólo el sector liderado por la Jota insistió en apoyar esa burda maniobra. El Gobierno saludó entusiasta esta táctica y se entrevistó largamente con Tellier (Diputado y máximo dirigente Comunista) por teléfono un día antes de su fallido intento de doblegar a los estudiantes con represión. Tellier declara, con orgullo de burócrata domesticado por el régimen, a través de los medios de comunicación (La Tercera 7 de Agosto) que ellos son responsables de que el movimiento estudiantil mantuviera demandas solo gremiales demarcándose una vez más de la educación gratuita y la renacionalización del cobre que ya habían sido resueltos por el CONFECH, pero luego ignorados por todos los dirigentes comunistas.

El escaso apoyo que tiene entre los estudiantes la Derecha, y el cada vez menor apoyo a la Concertación, le exigen al Gobierno contar con aliados seguros dentro de las filas estudiantiles. No es secreto para nadie la unidad tradicional entre los comunistas y la Concertación, con acuerdos electorales y políticos a todo nivel. Fueron estos quienes lograron el éxito de la táctica de desarme que llevó a cabo el Gobierno de Bachelet en el 2006, cuando sus dirigentes llevaron la lucha a la “mesa de trabajo” impulsada por el Gobierno y el Parlamento. Hoy su ligazón sigue siendo total, los comunistas se niegan a hablar de educación estatal y gratuita, reemplazándola por “pública y de calidad”.

La política de estos dirigentes ha sido contener un movimiento que los desborda constantemente y que en contra de lo que ellos han querido ha impuesto en las calles la lucha por la estatización de la educación, su gratuidad y la renacionalización del cobre para financiarla. En la práctica están sosteniendo a un Gobierno del que se dicen opositores. Lo sostienen, porque ellos también defienden que exista una Universidad Arcis cuyos dueños son Comunistas; Otras tantas universidades de Concertación y la derecha, y por lo menos una docena en manos de la Iglesia Católica (Del mismo Ezzati que se ofrece de “desinteresado mediador”,) lo mismo sucede con la absoluta mayoría de los colegios subvencionados.

La Concertación y los comunistas, el acuerdo a “Puertas cerradas” con el Gobierno.
Desde la dirección del movimiento, la Concertación y los comunistas buscan establecer una mesa de trabajo con el Gobierno para empujar demandas a “corto” y “largo” plazo. Táctica utilizada por Bachalet en el “Pinguinazo” del 2006, con la que desmontó el movimiento estudiantil y dejó las demandas en terreno muerto. El “largo plazo” nunca se cumplió, y en el Parlamento la LOCE se cambió por su hermana gemela, pero más privatizadora, la LGE. Hoy estos sectores buscan levantar demandas a corto plazo, que mantengan el lucro en la educación: bajar el interés de los créditos bancarios para estudiantes, subir unos cuantos millones el aporte a la UES tradicionales, y dar algunas migajas a los secundarios.El 80% de los estudiantes más pobres de la educación superior, simplemente no existen en sus demandas. Sirven más desangrándose en las universidades privadas, Centros de Formación Técnica e Institutos Profesionales. Por eso buscan dejar todo lo relevante de las demandas estudiantiles, las que buscan solucionar de fondo el problema del endeudamiento, el lucro, el acceso y financiamiento de los estudiantes más pobres, perdidas en un papeleo eterno en el Parlamento.

Seguir avanzando
La movilización estudiantil, con sus multitudinarias marchas y los masivos caceroleos en todo el país, ha demostrado que el pueblo quiere cambios de fondo en la educación, es decir, la demanda de educación gratuita y estatal para todos los niveles.

La única forma de poder triunfar es profundizar y desarrollar la movilización. La Concertación y los comunistas buscan detener el proceso, tratando de mantener la lucha sólo en los límites del movimiento estudiantil. Por eso la tarea más urgente es incluir activamente a los trabajadores y al pueblo en la lucha. En las comunas se están conformando asambleas que comienzan a incluir a todos los actores sociales en apoyo al movimiento. El rol progresivo de estos organismos embrionarios sólo puede madurar con el apoyo del movimiento estudiantil. 

En este momento, sólo la CONFECH, el principal organismo de los universitarios, puede dar el gran salto. Las bases debemos exigir a los dirigentes la apertura de la CONFECH para incluir a todos los sectores en la lucha.

Para avanzar hacia el triunfo, debemos imponer las demandas estudiantiles como un programa del pueblo y los trabajadores, sostenido por la movilización y el paro nacional indefinido. Desde el MST decimos:

Ninguna confianza en la negociación de los parlamentarios de la Concertación y el Partido Comunista con el Gobierno.
La negociación entre la Concertación, los comunistas y el Gobierno en el Parlamento, es una táctica para desplazar a los estudiantes y maquillar el lucro en la educación. No cometamos el error del 2006, confiando en los políticos que son a su vez los principales empresarios de la educación. El Parlamento jamás ha cambiado las cosas en favor de los trabajadores, los pobladores y los estudiantes. Es una institución binominal impuesta por la Dictadura de Pinochet, al servicio de los principales grupos económicos chilenos e imperialistas.

El plebiscito de la Concertación y el Partido Comunista v/s el plebiscito de los estudiantes, los trabajadores y el pueblo.
Muchos actores políticos y sociales han llamado a un plebiscito para que el pueblo dirima qué educación quiere,  sin embargo todos estos llamados tienen un defecto inhabilitante: se lo quiere hacer dentro de los marcos de la dictatorial y por lo tanto antidemocrática Constitución del 80. Los dirigentes estudiantiles comunistas (Camila Vallejos, Camilo Ballestero, Fredy Fuentes), buscan impulsarlo como una forma de detener la lucha y contener la radicalización del movimiento. Piden que sea vinculante, e incluya a la Concertación para luego pasar la discusión al Parlamento. Ellos están muy de acuerdo con el Gobierno y la Iglesia, tratando siempre de mantener la lucha y la negociación en los márgenes de las instituciones y la legalidad heredada de la Dictadura. Por eso se niegan a llevar hasta el final su propuesta, y lo mantienen como un mero chantaje al Gobierno.

Por el contrario, para que el plebiscito tenga un carácter revolucionario, deben ser los estudiantes y trabajadores de base de la CONFECH, los secundarios, el Colegio de Profesores y la CUT quienes lo convoquen y realicen. Denunciando activamente al Gobierno, al Parlamento y la Constitución, como instituciones y marco legal ilegitimo, antidemocráticos e incapaces de resolver la crisis. El plebiscito debe realizarse en los colegios, universidades y sindicatos como las sedes naturales para que lo organicen en asambleas multisectoriales. Plebiscitando las verdaderas demandas estudiantiles: educación gratuita, estatización, pase escolar gratuito los 365 días del año, y renacionalización del cobre para financiar las demandas. Por eso es necesario impulsar nacionalmente retomas de todas las casas de estudio, para transformarlas en núcleos de propaganda y organización del pueblo. Sin pedir que sea el Parlamento quien lo apruebe, o se cambie “uno que otro artículo” de la Constitución para llevarlo a cabo.

Recuadros
El gran desafío que queda por cumplir.
Este proceso nos deja demostrado que la Concertación y los dirigentes del Partido Comunista no quieren terminar con esta injusta sociedad, y  con el poder de los grupos económicos que controlan el país. Por eso no quieren llevar el proceso de lucha hasta el final, enfrentando a los empresarios para arrebatarles nuestro derecho a una educación gratuita y estatal. Ellos mismos son empresarios de la educación.

Sin embargo, también queda demostrado que hay miles de compañeras y compañeros dispuestos a  enfrentar al Gobierno y los empresarios para construir una sociedad más justa. Esos miles sabemos que los parlamentarios de la Concertación y del Partido Comunista son lo mismo que la Derecha. A la vez que tenemos absoluta claridad sobre la importancia de incluir en la lucha a trabajadores y pobladores. No basta con rechazar lo que existe, debemos construir una nueva dirección política consecuente, verdaderamente democrática y dispuesta a terminar esta sociedad represiva, explotadora, que pone el sufrimiento de millones de personas al servicio de los negocios de los grandes grupos económicos y el imperialismo.

Debemos pasar de la simple coordinación de los que luchamos, a la unidad real con un programa y una organización para la lucha. Los jóvenes tenemos que cambiar la sociedad que nos impuso la Dictadura de Pinochet y sus aliados de la Concertación.

Fuera Piñera y sus aliados de la Concertación ¡Que se vayan Todos!
Este Gobierno se niega a responder el llamado de millones de chilenos, sólo por cuidar sus negocios e intereses. En cambio usa la violencia y la más brutal represión para acallar las voces de los que luchan. Muchos de sus principales representantes claman por la intervención de los militares (ver declaraciones del Alcalde de Santiago, Pablo Zalaquet).

Su propósito es terminar lo que inicio Pinochet y la Concertación: acabar con todos los derechos sociales; privatizar lo que queda de estatal en la educación, la salud, la vivienda y flexibilizar al máximo los derechos laborales; imponer bajos sueldos y alzas; cuidar los intereses de los grandes empresarios; mantener la antidemocrática constitución para reprimir cuando quieran a los trabajadores y sus familias, y mantener en la más asquerosa impunidad a los empresarios (caso colusión farmacias, La Polar entre otros).

Mientras ellos gobiernen, las crisis económicas que ellos provocan serán resultas con el sufrimiento de nuestras familias seguirá siendo precario e incierto. La única salida posible es que sean los trabajadores, los estudiantes y los pobladores, quienes resuelvan juntos y democráticamente la crisis. Asamblea Constituyente y Gobierno de los trabajadores, los estudiantes y el pueblo para reordenar el país en beneficio de los asalariados, los estudiantes y los pobladores. 




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