lunes, 5 de diciembre de 2011

Camaradas Richard, Luis y Carlos... hasta el socialismo siempre


Por: Miguel Ángel Hernández*


El pasado domingo 27 de noviembre se cumplieron tres años del vil asesinato a sangre fría de nuestros inolvidables camaradas Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena; todos ellos dirigentes de la Unión Nacional de Trabajadores en el Estado Aragua y pioneros en la construcción de la Unidad Socialista de Izquierda. Tres años después de sucedido este crimen político contra tres de los principales dirigentes obreros de la región, las tinieblas de la impunidad siguen protegiendo a sus autores materiales e intelectuales. Y a pesar de que un sospechoso está siendo procesado, no hay ningún indicio de que efectivamente se está enjuiciando al responsable material de los hechos.


A “Carlitos”, al “Negro” Richard y a Luis Hernández, el “candidato del pueblo” de Villa de Cura, queremos rendirles tributo, resumiendo sus características como luchadores obreros y sociales, genuinos representantes de la clase trabajadora venezolana. Fue su combatividad y la enorme influencia de la que gozaban entre los trabajadores, ganada a lo largo de muchos años de activismo incansable, contra lo que apuntaron sus asesinos políticos, intelectuales y materiales, al tomar la decisión de asesinarlos.

Tres obreros aguerridos e irreductibles
Richard Gallardo, veterano luchador y defensor de los derechos de los trabajadores, se formó como dirigente sindical en la empresa textilera  FLEXILON, al lado de los activistas y militantes de la tendencia sindical clasista y socialista influenciada políticamente por el Partido Socialista de los Trabajadores y el periódico “La Chispa”, durante los difíciles años de la década del 90 del siglo pasado. A sus esfuerzos se deben en gran medida la mayoría de los triunfos sindicales y políticos que desarrollaron los trabajadores en el Estado Aragua contra la vieja burocracia sindical adeco-copeyana. La Unión Nacional de Trabajadores de Aragua y la Unidad Socialista de Izquierda, organización política revolucionaria, fueron en lo sindical y lo político sus grandes legados para la posteridad. La UNT nació, creció y se legitimó en la lucha anti-burocrática, en los paros, las huelgas, en las asambleas en los portones de las empresas y mediante el voto democrático de sus afiliados el 27 de noviembre de 2007, justamente un año antes de su asesinato. La USI, es el gran instrumento político que nos ha permitido aglutinar a un contingente de verdaderos revolucionarios de la Tierra de Bolívar y desenmascarar ante la clase trabajadora venezolana y del mundo entero la trampa del “socialismo del Siglo XXI” pregonado por el presidente Chávez.



Luis Hernández, con un poco menos de años de experiencia que Richard, pero igual de combativo que aquél, dio sus primeros pasos y se forjó como luchador y dirigente sindical en la empresa Pepsi-Cola y posteriormente entre los años 2004 y 2005 se convirtió en un referente para el conjunto de los activistas populares y comunitarios de Villa de Cura, presentándose en dos oportunidades como candidato en las elecciones para ocupar el cargo de la Alcaldía de dicho municipio, la segunda de ellas, en la semana previa a su homicidio. Luis era un campeón de la solidaridad de clase, siempre llegaba con decenas de obreros de la Pepsi-Cola a brindar el apoyo a los trabajadores en lucha para enfrentar a los patronos del sector público y privado, y a los burócratas sindicales y políticos de toda calaña.

Por su parte, Carlos Requena, obrero de la empresa PRODUVISA y el más novato de los tres, estaba en pleno desarrollo de una promisoria carrera como dirigente sindical y político de los trabajadores. A pesar de su corta edad, ya se había ganado un sitial a nivel nacional, como uno de los más destacados luchadores en defensa de la salud de los trabajadores y el mejoramiento de la condiciones de seguridad e higiene en las empresas. Se le recuerda desde Anzoátegui hasta el Estado Zulia como uno de los más tenaces luchadores, por su profundo espíritu solidario y por su intransigencia para denunciar y combatir tanto a los viejos burócratas sindicales como a quienes pretendían engañar a los trabajadores con falsos discursos revolucionarios.

Ellos, junto a Emilio Bastidas, Ricardo Acevedo de Industrias Iberia, Iván Santana de MANPA, Héctor González de PLUMROSE, Wilmer Hernández de Diablito y Frank Parra de Produvisa, José Villegas de Sanitarios Maracay, entre otros, conformaron quizás el equipo de luchadores sindicales más sólido, combativo, clasista y defensor de la autonomía e independencia política de la clase trabajadora en la historia del movimiento sindical aragüeño. En sus mejores momentos, la Unión Nacional de Trabajadores del Estado Aragua, fundada por ellos, llegó a aglutinar a 120 organizaciones sindicales, todas ellas legitimadas en las luchas, reconocidas y defendidas por sus trabajadores.

Nos parece que fue ayer cuando Richard Gallardo y Luis Hernández estaban al frente de las acciones logísticas y de movilización para enfrentar en las calles a los golpistas del 11 de abril de 2011 y para convencer a los trabajadores de oponerse al paro-saboteo a la industria petrolera promovido por FEDECAMARAS, la cúpula de la CTV, AD, COPEI y demás partidos opositores al Presiente Chávez.

Nunca olvidaré la exaltación que tenía, el rostro alegre y los ojos brillando de la emoción cuando por esos días de intentos de golpe por allá en los años 2002-2003, llegó a una reunión donde yo estaba, anunciando que él con un grupo de gente habían impedido que la derecha pasara por el túnel de La Cabrera y de cómo estaban listos para tumbar el viaducto si la cosa se les ponía más fea. Richard Gallardo fue de ese tipo de gente que decía el Che Guevara “un hombre que actúa como piensa” de los que “ponen el pellejo para demostrar sus verdades”. De esta forma lo recordó Joaquín Osorio, por aquella época dirigente sindical del sector eléctrico, en un escrito publicado en www.aporrea.org el 28 de noviembre de 2008 al conocer la noticia del brutal triple asesinato.

Richard, Luis y Carlos estuvieron en la primera línea en la batalla sindical en la empresa Sanitarios Maracay. Acompañando a José Villegas y su equipo de trabajo, dieron una espectacular batalla de casi dos años para derrotar a la burocracia sindical en esa empresa, hasta que lo lograron. Y cuando los empresarios quisieron cerrar la planta para no respetar y no atender los reclamos de los trabajadores, nuevamente Carlos, Luis y Richard estuvieron a la altura de las circunstancias, dirigiendo la ocupación de la empresa y desarrollando el primer y único ensayo consciente de control obrero de la producción en la historia del movimiento sindical venezolano.

Batalla en la que no sólo debieron enfrentar a los Pocaterra y sus socios boliburgueses de Sanitarios Maracay, sino que en el último período tuvieron que desplegar la mayor cantidad de iniciativas para enfrentar al gobierno del Presidente Chávez y sus Ministros del Trabajo, y a Marcela Máspero, quienes junto con los empresarios, el gobernador Didalco Bolívar, la policía y los Tribunales de Justicia, conformaron lo que Richard Gallardo calificó como la más pérfida “Santa Alianza” de patronos, gobierno y aparato policial-judicial para derrotar a los trabajadores.

El estado Aragua se estremeció y se paralizó en dos oportunidades, por orientación de Richard, Luis y Carlos que ganaron a los trabajadores a la tarea de desarrollar paros regionales en solidaridad con los obreros de Sanitarios Maracay. De esta trayectoria combativa también fue testigo el actual gobernador Rafael Isea, cuando el día en que aspiraba a posesionarse en su cargo quedó entreverado en una inmensa cola de varias horas de duración, debido a que los obreros aragüeños, cargados de adrenalina por la noticia del asesinato de sus dirigentes, decidieron paralizar totalmente el estado.

Como no podía ser de otra manera, este grupo de dirigentes sindicales conducidos por Luis, Carlos y Richard, moldeados al calor de los triunfos revolucionarios populares de los años 2002 y 2003, y líderes de la batalla sindical anti-burocrática, fue la base social sobre la cual se erigiría en febrero del año 2006 la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-CURA) dirigida por nuestros camaradas Orlando Chirino y José Bodas. Tendencia sindical que demostró su crecimiento arrollador y su fortaleza al garantizar la preparación y realización del II Congreso de la UNT en mayo de ese mismo año, y sorprendió al mundo sindical venezolano cuando derrotó por amplio margen la pretensión del gobierno y de sus sindicaleros tarifados, de impedir la realización de la sesión final del Congreso.

Visión política
Luis, Carlos y Richard, tuvieron también otra faceta, quizás la que representaba mayor peligro para los enemigos de los trabajadores. Los tres estaban compenetrados y comprometidos con la construcción de una organización política propia de los trabajadores. A esa estrategia dedicaron buena parte de sus mejores esfuerzos.

“Voz de los Trabajadores”, periódico al servicio de la clase obrera y de sus luchas fue su primera herramienta para promover la idea de construir un partido de los trabajadores. Junto con Orlando Chirino, a quien reconocían y respetaban como el dirigente indiscutido de la fracción de trabajadores clasistas y combativos del país, y con Emilio Bastidas y Tito Viloria en Aragua, editaron el primer número del periódico por allá en el año 2001, contando además con el valioso concurso de militantes de la Unidad Internacional de los Trabajadores – Cuarta Internacional (UIT-CI). Este periódico tuvo la gran valía política de sentar las bases para sobreponerse a la crisis y dispersión de la militancia agrupada en el PST y la corriente sindical La Chispa e iniciar el reagrupamiento de los luchadores surgidos al calor del proceso revolucionario abierto a finales del siglo pasado en Venezuela.

Luego sumaron sus bríos al esfuerzo que otros connotados dirigentes de los trabajadores en otras regiones del país venían desarrollando, para construir una organización política revolucionaria. Junto a José Bodas, Armando Guerra y quien escribe, hicimos el acto constitutivo del Partido Revolución y Socialismo. Iniciativa que de inmediato comenzó a ser torpedeada por las fuerzas hostiles a la clase obrera, sobre todo quienes desde el gobierno no aceptaban que los trabajadores nos propusiéramos la tarea de construir un partido propio de los trabajadores para coronar la obra revolucionaria abierta en Venezuela con El Caracazo del año 89 del siglo pasado.

Urgidos por la tarea de no dejar de participar en ningún escenario de la lucha de clases, Richard, Luis y Carlos dieron vida legal a la Unidad Socialista de Izquierda en el Estado Aragua para participar en las elecciones regionales del año 2008. Diez mil firmas, recogidas en menos de cuarenta y cinco días entre obreros de las organizaciones sindicales filiales de la UNT y de las comunidades de Villa de Cura, Cagua y Maracay, permitieron la legalización ante el CNE de la USI, como requisito para presentar candidatos al Consejo Legislativo y las alcaldías de varios municipios del Estado. La independencia política y su compromiso con los trabajadores quedó plasmada en la decisión de la organización de no respaldar a candidatos de la de oposición ni del PSUV, en particular a quien ocupa hoy la gobernación del Estado, en tanto se tenía plena claridad de que esas candidaturas no representaban los intereses de la clase trabajadora.

Los actos políticos desarrollados y la compenetración de las comunidades con la candidatura de Luis Hernández nos hicieron acariciar la posibilidad de ganar las elecciones a la alcaldía. La magnífica Caravana y acto de cierre de campaña corroboraron tal posibilidad. Lastimosamente, pese a obtener una alta votación, la elección no favoreció a Luis Hernández, siendo derrotado por un personaje oscuro, sin ninguna trayectoria de lucha. El peso del aparato partidario y los recursos del Estado le garantizaron el triunfo el candidato del PSUV, pero en las bases obreras y en las comunidades de Villa de Cura, el carisma político de Luis Hernández se fortaleció enormemente.

Camaradas... ¡hasta el socialismo siempre!
Las bandas armadas condenaron a muerte a Luis, Richard y Carlos el mismo día de las elecciones, y lo advirtieron disparando al aire frente a la planta de la Pepsi Cola. No podían permitir que este trío de indomables luchadores y revolucionarios continuara encabezando la lucha de miles de obreros. Cuatro días después de las elecciones, luego de acompañar y triunfar en un conflicto en la empresa Alpina, de capitales colombianos, Richard, Luis y Carlos fueron alevosamente asesinados a manos de un sicario profesional. Con su muerte nos dieron un golpe terrible al descabezar la vanguardia revolucionaria sindical y política de Aragua, pero también templaron y redoblaron nuestro compromiso de luchar por el socialismo revolucionario con democracia obrera.

Transcurridos tres años, la impunidad promovida desde de la alturas del gobierno y de la in-Justicia venezolana sigue haciendo de las suyas. Sin embargo, las luchas obreras y populares nos hacen confiar en que más temprano que tarde lograremos castigar a los responsables de este crimen de lesa humanidad, y nos hacen ser más optimistas sobre un futuro luminoso para nuestra patria y el conjunto de la humanidad, libre de toda forma de dependencia, opresión y explotación.

Richard, Carlos y Luis; nosotros, vuestros camaradas de lucha y hermanos de sueños, nos hemos mantenido firmes y seguimos en pie de lucha. Seguimos acompañando cuanta lucha de la clase trabajadora ha surgido. Los petroleros, los trabajadores de las empresas básicas, los empleados de la administración pública, los obreros cementeros, los de DIANCA, los de CAVIM, los portuarios, los de Aragua, los de Carabobo, Zulia, Anzoátegui y los de Venezuela en general a diario nos siguen viendo en acción y saben que no desmayaremos. Y en esta fecha de dolorosa recordación aprovechamos la oportunidad para dar la buena noticia de que hemos recogido las firmas necesarias en doce estados que nos exige el CNE para lograr la legalización de la organización política revolucionaria de los trabajadores por la cual ustedes bregaron y dieron su vida. La memoria de vuestro esfuerzo y sacrificio nos han impulsado.

Ya no nos llamaremos USI, como ustedes lo quisieron. Los vericuetos de la Ley así nos lo han impuesto. Ahora adoptaremos otro nombre igual de combativo e igual de promisorio, conformado por hombres y mujeres de lo más comprometido de la clase trabajadora venezolana. Desde el Partido Socialismo y Libertad mantendremos viva la causa revolucionaria por la que ustedes dieron sus vidas.

*Secretario General de USI-PSL


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