Hace 135 años, los obreros de Chicago con su heroica lucha lograron la jornada de 8 horas de trabajo. Desde entonces, todas las trabajadoras y trabajadores del mundo recordamos su gesta.
Este 1 de mayo encuentra a las trabajadoras y trabajadores venezolanos sufriendo la más profunda catástrofe social jamás experimentada en nuestro país. Salarios de hambre, casi inexistentes. No sólo en el sector público, también en el privado, donde además hay despidos y suspensiones. La negociación colectiva prácticamente desapareció. El concepto general de salario con los bonos e incidencias contractuales fueron eliminados. El salario mínimo no llega ni siquiera a un dólar, y además no es consultado con las trabajadoras, los trabajadores y sus sindicatos.
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