martes, 8 de septiembre de 2020

“Nos aproximamos a un colapso del parque automotor por escasez de gasolina”, José Bodas



Por Prensa C-cura

Barcelona, 7 de septiembre de 2020.
Cada día son más largas las colas en las adyacencias de las estaciones de servicio para intentar surtir los vehículos de gasolina. Hace unos meses atrás se podía esperar de un día para otro, ahora el tiempo de espera en una cola puede ser de 5 y hasta 8 días, con la posibilidad de que no se logre llenar el tanque.

Algunos medios de comunicación han afirmado que sólo quedaría un 23% del total de gasolina que se necesita para abastecer a todo el mercado nacional. Lo cual no sólo afectaría el transporte de pasajeros, también impactaría negativamente en la distribución de comida y otros bienes.

José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv), afirmó que: “La situación se está poniendo cada vez más desesperante. La gente debe esperar días para ver si tiene suerte y logra abastecerse de combustible. En algunos lugares el número de motos y carros que pueden surtir gasolina se ha reducido a unos 300, es decir, prácticamente nada. Por ello, se debe llegar de madrugada o a altas horas de la noche del día anterior al que le corresponde a la persona surtirse de gasolina, de acuerdo al número de placa, o en su defecto, pagar hasta $ 60 dólares sólo por un puesto en la cola que asegure que se va a comprar la gasolina. Para los que trabajan con vehículos, para los mototaxistas, por ejemplo, la situación es de angustia”.

Pero además, la escasez propicia la especulación y la corrupción. “En algunas partes, los usuarios han denunciado que además de la cola “oficial”, por decirlo de alguna manera, hay otra cola para los que pagan en dólares, por debajo de cuerda. Están cobrando hasta 2 y 3 dólares por litro de gasolina. Todo esto se hace con la participación de policías y guardias nacionales. Ya son varios los casos donde efectivos de los cuerpos de seguridad se pelean por el control de las bombas”, aseguró el directivo sindical petrolero.

La escasez de gasolina es producto de años de desinversión y falta de mantenimiento en todo el parque refinador del país. El gobierno elude su responsabilidad en la escasez de gasolina, y la atribuye a las sanciones que el imperialismo norteamericano comenzó a aplicar contra nuestra industria petrolera en enero del 2019.

“En Venezuela no hay gasolina por la sencilla razón de que en medio de la corrupción rampante que ha imperado en nuestra industria petrolera, se dejó de invertir en la misma y no se siguieron aplicando los protocolos de mantenimiento en nuestras refinerías. Hoy la mayoría están paralizadas y con importantes daños estructurales. La refinería de Puerto La Cruz tiene 4 años parada. En este momento la refinería de El Palito no está funcionando, ayer se produjo un blackout. La de Cardón, después de estar parada meses, estuvo operando hasta el 31 de agosto, cuando el reformador catalítico se detuvo por problemas con un compresor. El sábado la volvieron a arrancar pero el domingo se detuvo de nuevo, y no se vislumbra que puedan llegar nuevos cargamentos de combustible de Irán o algún otro país”, afirmó Bodas.

Las sanciones de Estados Unidos han agravado la situación, sin duda alguna, pero no son la razón fundamental de la escasez de gasolina. A tal efecto, afirmó el directivo sindical: “Las sanciones se suman a una situación ya desastrosa en nuestras refinerías. Esto lo venimos planteando desde hace por lo menos 10 años. En el 2010, nuestra corriente sindical C-cura elaboró un detallado informe del estado operacional de la industria petrolera y de las condiciones laborales. En ese momento ya advertíamos que Pdvsa se caía a pedazos, así como de los riesgos que se corrían, lamentablemente dos años después se produjo la tragedia de Amuay. La destrucción de las refinerías comenzó ya en la época de Chávez. Ahora bien, las sanciones que han sido avaladas por los partidos patronales, por Guaidó, Capriles, Borges, López, siguiendo las instrucciones de Trump, han profundizado una situación de deterioro ya preexistente”.

José Bodas, también dirigente nacional del Partido Socialismo y Libertad, afirmó que “con salarios de hambre, sin comedores, sin el seguro de salud Sicoprosa, con la convención colectiva vencida, sin implementos de trabajo, con el factor de equilibrio 9030 que destruyó nuestras reivindicaciones, con trabajadores perseguidos por reclamar sus derechos, no será posible recuperar nuestra industria petrolera ni las refinerías, y la escasez de gasolina y gas se agravará, siendo el pueblo venezolano el que pague la entrega de nuestra industria petrolera a las transnacionales a través de las empresas mixtas, y el paquetazo de ajuste que el gobierno aplica desde el 2018 en beneficio de las transnacionales, las empresas privadas y los funcionarios de gobierno”.

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