domingo, 12 de julio de 2020

Encovi 2019-2020. Un virus llamado Maduro. Los verdaderos datos de la crisis


"La exclusión social vuelve a emerger con toda su fuerza en nuestro país y lo hace castigando sobre todo a los segmentos de menores recursos y menor capacidad de respuesta"


Por Carlos Rodríguez (militante del PSL)

Como respuesta a la falta de información pública sobre la realidad social de Venezuela, la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), la Universidad Central de Venezuela (UCV) y la Universidad Simón Bolívar (USB) presentaron los resultados de la Encuesta Nacional de Condiciones de Vida de la Población Venezolana (Encovi 2019-2020).

Se puede afirmar con datos y cifras en la mano que la devastación económica y social de Venezuela es, por mucho, la peor crisis económica de los últimos ochenta años. Los datos de Encovi 2019-2020 son concluyentes, la gran recesión de nuestro país que ya alcanza los siete años consecutivos, tiene su expresión en más pobreza, más desempleo, más desigualdad y menos protección social al derrumbarse los sistemas de salud y educación.

Por primera vez, desde el inicio de la era petrolera en nuestro país, Venezuela pasa a ser el país más pobre de la región, superando al histórico Haití y quedando en segundo lugar, detrás de Brasil, como el de mayor desigualdad. Este informe expresa con números lo que la población vive y conoce desde hace años: el gobierno de Maduro es un gobierno antipopular y hambreador.

Las cifras de la pobreza


La exclusión social vuelve a emerger con toda su fuerza en nuestro país y lo hace castigando sobre todo a los segmentos de menores recursos y menor capacidad de respuesta.

Según los datos, “el 96% de los hogares están en situación de pobreza y 79% en pobreza extrema, hecho que significa en el último caso que los ingresos percibidos son insuficientes para cubrir la canasta alimentaria”. Si se aplica otro indicador de pobreza, como el método multidimensional, donde se incluyen otras variables como el empleo, educación, vivienda y las condiciones de los servicios públicos, nos encontramos que el 65% de los hogares se encuentran en situación de pobreza.

La miseria generalizada del país tiene su peor expresión en la desnutrición infantil, sobre todo en niños menores de cinco años. De acuerdo al estudio y utilizando el indicador peso- edad, el 21% de los niños se encuentra en riesgo de desnutrición y un 8% está desnutrido, superando con creces el 3,4% de Colombia y el 3,2% de Perú; países históricamente considerados pobres. Esta situación se torna extremadamente alarmante si utilizamos el indicador talla- edad, donde el 30% de los niños menores de cinco años se encuentran en desnutrición crónica.

En conclusión, la Encovi reporta en los actuales momentos 639 mil niños menores de 5 años con desnutrición crónica. Sólo el 3% de los hogares no tiene ningún tipo de inseguridad alimentaria, pero uno de cada cuatro hogares presenta Inseguridad Alimentaria Severa (IAS).

Los trabajadores los más golpeados


Nadie ha sufrido mayor golpe que los trabajadores y, de este grupo, los trabajadores públicos van a la cabeza con una reducción de su participación en los puestos de trabajo de un 36% a 24% desde el 2014. Como lo informa la encuesta, “el aumento de la pobreza se debió al deterioro de los ingresos y el empeoramiento del empleo”.
Luego de haber desaparecido el 70% de la economía del país desde el 2013 (caída del PIB), el nivel de participación de la población en la actividad económica es el más bajo de la región (56%). La destrucción del trabajo formal se expresa en que un millón de venezolanos por año han dejado el país desde el 2017, siendo la causa fundamental la búsqueda de trabajo.

Datos como la reducción del 26% al 22% de las personas que trabajan en el sector privado, así como lo expresado en el “43% de los hogares que manifiestan imposibilidad de trabajo o pérdida de ingresos”, son reflejos de las políticas del gobierno de Maduro y las secuelas de su último paquetazo (2018), donde se desconocen por completo los contratos colectivos, se eliminan las tablas salariales, se excluye a los sindicatos y se decretan salarios mínimos de hambre.

Solo la lucha salva la vida

Los niveles de pobreza y desigualdad nos han ubicado en posiciones inimaginables en otro tiempo en el contexto de América Latina y del mundo. Pero lo peor de todo esto es que el panorama económico luce demoledor. El enorme agujero cavado en la economía, se hace cada día más profundo y, por ello, el gobierno se aferra a las políticas represivas como método de mantenerse en el poder.

Ante esta situación, la historia de nuestro país y la del resto del mundo, ha sido fructífera en sus enseñanzas: el único camino para revertir esta situación y acabar con las políticas de hambre, es organizarse para luchar y movilizarse contra este gobierno infausto. Otra solución ya no es posible y, en esto, como lo reflejan los datos, nos estamos jugando la vida y el futuro del país.

Nota: La Encovi de este periodo se realizó en todo el país desde noviembre de 2019 hasta marzo de 2020, cuando inició la cuarentena por COVID-19, lográndose entrevistar 9.932 hogares, lo que se traduce en 33.000 personas.

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