jueves, 22 de agosto de 2019

Entrevista a José Bodas. Hay que enfrentar con la movilización, la ofensiva anti-obrera del gobierno de Nicolás Maduro, Pdvsa y las empresas mixtas


Por Laclase.info

El deterioro de la industria petrolera venezolana avanza de manera avasallante. La desinversión, el abandono de las instalaciones, la corrupción y la desatención de los protocolos de seguridad son los síntomas de una Pdvsa en quiebra.

En el caso de las y los trabajadores de la industria la situación no es mejor. La crisis se expresa en un brutal ataque para despojar a la clase obrera de sus derechos y conquistas a través de la destrucción del salario, el desconocimiento de la contratación colectiva, y demás derechos contractuales como el seguro médico, los comedores, los planes de vivienda, el servicio funerario, el robo de las prestaciones sociales de la nómina mayor, entre otras medidas que reducen a la clase trabajadora a condiciones de semiesclavitud.

Es en el marco de esta terrible situación, que las y los trabajadores comienzan a manifestarse y a desafiar la represión y persecución instaladas en todas las áreas de la industria, que se aplica a través de mecanismos ilegales y violatorios de los derechos humanos, con el objetivo de judicializar y criminalizar a los que luchan.

A propósito de todos estos temas, conversamos con José Bodas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros (Futpv), y dirigente nacional de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura). Trabajador de más de 30 años en Pdvsa, y consecuente e incansable luchador por los derechos de las y los trabajadores.

Laclase: ¿Según tu punto de vista, cuál es la situación que atraviesa Pdvsa y en especial las trabajadoras y los trabajadores petroleros?

Respuesta: Hemos dicho que tanto Pdvsa como las trabajadoras y los trabajadores petroleros atravesamos una pavorosa crisis que se expresa, por un lado, en la ofensiva que tiene el gobierno nacional y las empresas mixtas en contra de la clase obrera, y por el otro, en la política de destrucción de Pdvsa que se desarrolla para acelerar la privatización de la industria petrolera venezolana.

Desde C-cura, lo hemos denunciado desde el año 2005 cuando dijimos que la falta de inversión, mantenimiento y adecuación tecnológica iba a generar que Pdvsa se cayera a pedazos. En términos específicos, están destruidos los taladros, las refinerías, los muelles, las lanchas, los gasoductos, oleoductos y demás instalaciones. En el año 2010 presentamos a la gerencia y a la directiva de la Futpv un extenso informe sobre la situación operacional y laboral en la industria. Lamentablemente 2 años después con el desastre en Amuay, se hizo patente la destrucción de Pdvsa. En esta situación, tiene una gran responsabilidad la enorme corrupción que implicó el robo de más de 25 mil millones de dólares en las empresas mixtas en la Faja del Orinoco, donde estuvieron involucrados personajes como Rafael Ramírez (expresidente de Pdvsa) y Pedro León (exdirector ejecutivo de la Faja Petrolífera del Orinoco).

Paralelamente a la destrucción de Pdvsa, estos personajes ejecutaban una política de desconocimiento de la autonomía del movimiento sindical y de las libertades democráticas de las trabajadoras y los trabajadores que denunciábamos esa realidad. Los que nos atrevíamos a denunciar lo que pasaba en la empresa, y luchábamos en defensa de la industria petrolera, de nuestros salarios y de la convención colectiva, fuimos perseguidos. Unos fuimos víctimas de medidas cautelares, con órdenes de presentación en los tribunales, otros fueron despedidos y jubilados prematuramente.

Más recientemente esto se ha profundizado con la aprobación del memorándum 2792, el cual fue precedido por las tablas salariales, aprobadas inconsultamente el año pasado, y en la industria petrolera en el Factor de Equilibrio 9030, que se traduce en el desconocimiento del pago de las horas extras, tiempo de viaje, bono nocturno, sistemas de pagos de las guardias y los bonos mixtos. En la práctica Pdvsa le ha quitado esos beneficios laborales a la clase trabajadora petrolera. Además, se han desmejorado las condiciones de trabajo en lo referente a los implementos de seguridad, como guantes, botas, zapatos y bragas, que según la convención colectiva se debe dotar cada tres meses a las trabajadoras y los trabajadores. Los cursos referentes al riesgo también están suspendidos.

El seguro médico, que las trabajadoras y los trabajadores activos y jubilados pagamos con nuestros salarios y pensiones, que es un sistema de salud nacional e internacional, el Sicoprosa, se encuentra destruido. Pdvsa retiene la parte que aportan los trabajadores, pero no paga la parte que le corresponde. El derecho a la salud en la industria petrolera se encuentra eliminado de hecho, y esto ha traído como consecuencia lamentables fallecimientos de trabajadores y trabajadoras, familiares, jubilados y sobrevivientes.

Esta es una situación muy grave, muy sensible, se trata de la vida de la clase trabajadora petrolera y sus familiares.

Igual que los planes de vivienda y funerarios, que hoy de hecho se encuentran eliminados por las gerencias de Pdvsa y las empresas mixtas. Por otra parte, a la nómina mayor o nómina no contractual, le roban la retroactividad de las prestaciones sociales, un derecho constitucional, igual que en el año 1997, con la reforma laboral del entonces presidente de la república, Rafael Caldera. Esto trae como consecuencia, que trabajadoras y trabajadores con 30 años de servicio en la industria petrolera, cuando salen jubilados tienen prestaciones sociales que no llegan ni a 200 mil bolívares, menos de 15 dólares. La destrucción del salario es brutal, percibimos entre 6 y 13 dólares, que es acompañado de una Tarjeta Electrónica de Alimentación de solo 160 mil bolívares mensuales; y que es producto de la eliminación en el 2005 de una conquista de la clase obrera petrolera, como fueron los comisariatos.

Nosotros desde C-cura estamos exigiendo una Tarjeta Electrónica de Alimentación que cubra la canasta básica alimentaria, que hoy supera los 300 dólares; y exigimos un salario que cubra la canasta básica familiar, como lo establece el artículo 91 de la Constitución Nacional, que ya llegó a los 400 dólares. Ese panorama da cuenta de la ofensiva antiobrera que ejecuta el gobierno al servicio del capital transnacional y local.

Es por eso que hoy las trabajadoras y los trabajadores de base, más allá de cualquier diferencia, nos estamos uniendo y discutiendo un plan de lucha, para enfrentar con la movilización a la presente ofensiva antiobrera del gobierno de Nicolás Maduro y las gerencias de Pdvsa y las empresas mixtas.

Laclase: ¿A qué atribuyes las acciones del gobierno y de la gerencia de Pdvsa?

Respuesta: Esta ofensiva del gobierno tiene una intención clara de privatizar la industria petrolera. La alta burocracia del gobierno que ya entregó el Arco Minero del Orinoco, también pretende entregar Pdvsa al capital transnacional ofreciendo petróleo por más de 300 años, y mano de obra semiesclava de trabajadoras y trabajadores con experiencia.

Todo esto empezó con la destrucción de las organizaciones sindicales como las entendemos nosotros, es decir, autónomas de cualquier gobierno, de los patronos privados y de los partidos. Democráticas, en las que todo se decida en asamblea, y además para defender a la clase trabajadora, y no para estar al servicio de los patronos y del gobierno. Es decir, el sindicato como herramienta de lucha. Por eso hoy, tenemos como tarea poner a los sindicatos y a la Futpv al servicio de las trabajadoras y los trabajadores, y desde allí ayudar a la necesaria recuperación de la industria petrolera del país; que ahora es afectada por las sanciones de Donald Trump, que aceleran su destrucción, y por eso nosotros rechazamos esas medidas imperialistas que justifica la oposición patronal de Juan Guaidó, pero sin brindarle ningún tipo de apoyo al gobierno de Nicolás Maduro. Dichas sanciones petroleras de los Estados Unidos tienen doble moral, porque las empresas estadounidenses como Chevron y Halliburton siguen siendo socias de Pdvsa, y en esa medida lo son del gobierno de Nicolás Maduro, mientras afectan las condiciones de vida del pueblo trabajador de Venezuela.

Laclase: ¿Qué rol ha jugado C-cura en todo este proceso de lucha?

Respuesta: Bueno C-cura, y en particular mi persona, a diferencia de la burocracia roja, rojita, hemos defendido la autonomía sindical respecto a los patronos, el gobierno y los partidos, así como la democracia obrera en los sindicatos, para que se conviertan en herramientas de lucha de la clase trabajadora. En reiteradas ocasiones, hemos reafirmado que son las trabajadoras y los trabajadores quienes deben elegir a sus dirigentes sindicales, y no los patrones, el gobierno nacional o el partido gubernamental.

Al mismo tiempo, hemos dado una gran batalla en contra de la burocracia en la Futpv y los sindicatos de base, en defensa de la convención colectiva de la industria petrolera y de los salarios, y por eso nos hemos caracterizado por promover la movilización de las trabajadoras y los trabajadores. En esa tarea, nos hemos comprometidos tanto el compañero Fran Luna en el occidente del país y nuestro equipo del Zulia, y en oriente con mi persona y los demás compañeros de esta región. Pero también en todas las áreas petroleras del país.

Siempre estamos denunciando las traiciones que esa burocracia sindical comete en contra de la clase trabajadora petrolera, como la destrucción de la convención colectiva, la entrega de la autonomía sindical, la falta de homologación de los contratos colectivos, la depauperación de los salarios, la corrupción y los acuerdos entreguistas con las empresas mixtas. Por eso, el gobierno de Maduro impide las elecciones de la Futpv y sindicatos de base, porque sabe que en caso de hacerlas va directo a una contundente derrota.

Nuestro compromiso de lucha y organización ha sido totalmente comprobado por las trabajadoras y los trabajadores de la industria petrolera, porque hemos sufrido una brutal persecución, que se evidencia en los despidos, las suspensiones, las jubilaciones prematuras, las detenciones y las medidas cautelares. Con eso, se nos quiere quitar el derecho a acompañar y apoyar las movilizaciones que convocan las trabajadoras y los trabajadores de base a lo largo y ancho del país, a partir del ejercicio de la autonomía sindical y la independencia política de la clase trabajadora.

Laclase: ¿Cuál es la propuesta de C-cura para enfrentar la ofensiva antiobrera en Pdvsa?

Respuesta: Desde C-cura estamos haciendo un llamado a las trabajadoras y a los trabajadores, para seguir en la lucha por la autonomía sindical y en defensa de nuestros sagrados derechos como clase trabajadora. Estamos llamando a la constitución de los Comités de Base en Defensa de la Convención Colectiva, el salario, el Sicoproposa y las condiciones de trabajo. Recordemos que el 1 de octubre de este año 2019 vence la convención colectiva petrolera.

Esos Comités de Base los debemos organizar para terminar con los salarios de hambre, combatir el memorándum 2792, que en la industria petrolera se llama factor de equilibrio 9030, que le roba los beneficios laborales a la clase obrera petrolera. Además, estos comités se tienen que convertir en una instancia para luchar en contra de la criminalización de la protesta y por las libertades democráticas de las trabajadoras y los trabajadores petroleros, que sufren cotidianamente despidos por motivos políticos y sindicales.

Desde C-cura estamos haciendo un llamado a la organización de un movimiento sindical amplio, democrático, autónomo, combativo y clasista; que permita a la clase trabajadora definir en asamblea un plan de lucha para recuperar el salario.

Como dicen las trabajadoras y los trabajadores de la refinería de Puerto La Cruz, “solo la lucha cambia la vida”. Por eso, le estamos haciendo un llamado de unidad de acción a todas y a todos los luchadores en la industria petrolera, más allá de las diferencias, porque debemos unirnos bajo un plan de lucha, discutido democráticamente con las trabajadoras y los trabajadores para derrotar esta ofensiva antiobrera y hambreadora del gobierno de Nicolás Maduro y las autoridades de Pdvsa y las empresas mixtas, que es avalada por la burocracia sindical roja rojita.

Pregunta: ¿En qué consiste la propuesta de un gobierno de las trabajadoras y los trabajadores que reivindica la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura) y el Partido Socialismo y Libertad (PSL)?

Respuesta: Desde C-cura y el PSL, estamos dando una gran batalla por la independencia política de la clase trabajadora, que se expresa en la necesaria construcción de herramientas políticas que tengan un carácter autónomo del gobierno y de los partidos de la oposición patronal. En ese marco, la clase trabajadora debe postularse como alternativa política a los dos polos burgueses en disputa representados por Nicolás Maduro y Juan Guaidó, con sus posiciones pro imperialistas, porque solo un gobierno de las trabajadoras y los trabajadores es capaz de resolver la profunda crisis que padece el pueblo venezolano.

En concreto, la clase trabajadora, los sectores populares y el campesinado nos debemos postular para dirigir nuestro país, ya que somos los que producimos el 100% de los ingresos del país y tenemos los conocimientos técnicos para gestionar a las industrias y la producción agrícola del país. Creemos firmemente que el gobierno de las trabajadoras y los trabajadores debe ser la perspectiva de todas nuestras luchas, en correspondencia con la democracia obrera y el internacionalismo obrero.

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