Por Laclase.info
Caracas, 2 de abril de 2019.- En la noche de ayer, el Presidente Nicolás Maduro destituyó al Mayor General Luis Motta Domínguez, que fue su Ministro de Energía Eléctrica desde el 20 de agosto de 2015. En ese cargo estatal, designó al ingeniero Igor Gavidia León que ahora es el responsable operativo del plan de racionamiento de energía eléctrica que ya empezaron a ejecutar en el mes de abril y de la estabilización del sistema eléctrico nacional.
La destitución de Luis Motta Domínguez ocurre después de un largo proceso de destrucción del sistema eléctrico nacional, que tiene como últimas expresiones los apagones nacionales acontecidos en el mes de marzo, específicamente entre el 7 y 13, y otro que comenzó el 25 y terminó en un plan de racionamiento de la distribución de la energía eléctrica.
Desde el inicio de la gestión ministerial de Luis Motta Domínguez las trabajadoras y los trabajadores del Ministerio de Energía Eléctrica y Corpoelec denunciaron la falta de inversión y mantenimiento en los equipos y la infraestructura eléctrica, la violación de la contratación colectiva y la depauperación de las condiciones laborales y el salario que provoca renuncia y migración forzada de fuerza de trabajo calificada, la profundización de la militarización del modelo de gestión empresarial, el incumplimiento de los protocolos técnicos y la inclusión de empresas contratistas relacionadas con la alta gerencia.
En ninguna oportunidad fueron escuchados por el Presidente Nicolás Maduro, porque la situación que padece el sistema eléctrico nacional es responsabilidad del gobierno nacional en su conjunto, y solo es una expresión de un tipo de administración estatal del capitalismo venezolano que se ha caracterizado por una masiva corrupción en la gestión gubernamental que se expresa en obras deficientes e inconclusas como los casos de Derwick Associates en las plantas termoeléctricas del país y Odebrecht en Tocoma; la prioridad absoluta al pago de la deuda externa a partir de la contracción unilateral de la importaciones de maquinaria, insumos productivos y bienes de consumo final; la restricción de la libertad y autonomía sindical con la imposición de dirigentes oficialistas que con su complicidad han permitido la depauperación de las condiciones laborales y los salarios; la designación de altos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en cargos administrativos donde han atesorado recursos a partir de la corrupción e instalado un modelo de gestión empresarial concebido en el mando-obediencia, entre otras.
A pesar de las excusas inverosímiles del gobierno de Nicolás Maduro al final la destitución del Mayor General Luis Motta Domínguez es un reconocimiento de la responsabilidad gubernamental en la destrucción del sistema eléctrico nacional. Después de culpar a iguanas, francotiradores y ataques electromagnéticos, el mismo Nicolás Maduro con la designación del ingeniero Igor Gavidia asume que la lamentable situación de Corpoelec es causa de su tipo de administración estatal del capitalismo venezolano.
El Partido Socialismo y Libertad (PSL) evalúa el cambio ministerial
El dirigente nacional del PSL, Orlando Chirino, respondió a la designación de un nuevo Ministerio de Energía Eléctrica, y nos dijo “la recuperación del sistema eléctrico nacional no será obra de un nuevo ministro, son indispensable las trabajadoras y los trabajadores del sector eléctrico. Pero, en la actualidad es imposible que puedan realizar un trabajo eficiente por las condiciones de hambre que imponen los salarios depauperados, no hay acceso a servicios públicos básicos y tampoco existe el equipamiento técnico y de seguridad. Nadie puede trabajar con hambre y sin los equipos requeridos. No se le puede pedir milagros a la clase obrera venezolana que está depauperada por el paquete antiobrero y antipopular de Nicolás Maduro. En ese sentido, denunciamos a la dirigencia sindical oficialista del sector eléctrico, que en silencio y aplaudiendo a los verdugos de las trabajadoras y los trabajadores ha permitido esa situación deplorable. Desde el PSL lo decimos con claridad hasta que la clase obrera venezolana la sigan matando de hambre es imposible la recuperación de la economía del país y de empresas como Corpoelec”.
La destitución de Luis Motta Domínguez ocurre después de un largo proceso de destrucción del sistema eléctrico nacional, que tiene como últimas expresiones los apagones nacionales acontecidos en el mes de marzo, específicamente entre el 7 y 13, y otro que comenzó el 25 y terminó en un plan de racionamiento de la distribución de la energía eléctrica.
Desde el inicio de la gestión ministerial de Luis Motta Domínguez las trabajadoras y los trabajadores del Ministerio de Energía Eléctrica y Corpoelec denunciaron la falta de inversión y mantenimiento en los equipos y la infraestructura eléctrica, la violación de la contratación colectiva y la depauperación de las condiciones laborales y el salario que provoca renuncia y migración forzada de fuerza de trabajo calificada, la profundización de la militarización del modelo de gestión empresarial, el incumplimiento de los protocolos técnicos y la inclusión de empresas contratistas relacionadas con la alta gerencia.
En ninguna oportunidad fueron escuchados por el Presidente Nicolás Maduro, porque la situación que padece el sistema eléctrico nacional es responsabilidad del gobierno nacional en su conjunto, y solo es una expresión de un tipo de administración estatal del capitalismo venezolano que se ha caracterizado por una masiva corrupción en la gestión gubernamental que se expresa en obras deficientes e inconclusas como los casos de Derwick Associates en las plantas termoeléctricas del país y Odebrecht en Tocoma; la prioridad absoluta al pago de la deuda externa a partir de la contracción unilateral de la importaciones de maquinaria, insumos productivos y bienes de consumo final; la restricción de la libertad y autonomía sindical con la imposición de dirigentes oficialistas que con su complicidad han permitido la depauperación de las condiciones laborales y los salarios; la designación de altos oficiales de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) en cargos administrativos donde han atesorado recursos a partir de la corrupción e instalado un modelo de gestión empresarial concebido en el mando-obediencia, entre otras.
A pesar de las excusas inverosímiles del gobierno de Nicolás Maduro al final la destitución del Mayor General Luis Motta Domínguez es un reconocimiento de la responsabilidad gubernamental en la destrucción del sistema eléctrico nacional. Después de culpar a iguanas, francotiradores y ataques electromagnéticos, el mismo Nicolás Maduro con la designación del ingeniero Igor Gavidia asume que la lamentable situación de Corpoelec es causa de su tipo de administración estatal del capitalismo venezolano.
El Partido Socialismo y Libertad (PSL) evalúa el cambio ministerial
El dirigente nacional del PSL, Orlando Chirino, respondió a la designación de un nuevo Ministerio de Energía Eléctrica, y nos dijo “la recuperación del sistema eléctrico nacional no será obra de un nuevo ministro, son indispensable las trabajadoras y los trabajadores del sector eléctrico. Pero, en la actualidad es imposible que puedan realizar un trabajo eficiente por las condiciones de hambre que imponen los salarios depauperados, no hay acceso a servicios públicos básicos y tampoco existe el equipamiento técnico y de seguridad. Nadie puede trabajar con hambre y sin los equipos requeridos. No se le puede pedir milagros a la clase obrera venezolana que está depauperada por el paquete antiobrero y antipopular de Nicolás Maduro. En ese sentido, denunciamos a la dirigencia sindical oficialista del sector eléctrico, que en silencio y aplaudiendo a los verdugos de las trabajadoras y los trabajadores ha permitido esa situación deplorable. Desde el PSL lo decimos con claridad hasta que la clase obrera venezolana la sigan matando de hambre es imposible la recuperación de la economía del país y de empresas como Corpoelec”.
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