Miércoles 20 de junio 12m,
todos a los tribunales,
en apoyo a Rodney Álvarez
Corriente Clasista Unitaria
Revolucionarias y Autónoma – Ccura
El gobierno se empeña en demostrar que en Venezuela no hay presos políticos. Sin embargo, la variedad y carácter de las detenciones, la saña y violencia en el trato a los detenidos y a sus familiares, el retardo procesal y la distorsión de los procedimientos judiciales, el forjamiento de amañados expedientes; delatan al gobierno, en una carrera sin fin de violación a los DDHH. Las cárceles en Venezuela, están plagada de arbitrarias detenciones de presos políticos, no reconocidos ni tratados como tales. En esta lista está Rodney Álvarez, quien es un trabajador preso político, recluido en el Rodeo II.
Para sostener este estado carcelario y de brutal autoritarismo el gobierno de Nicolás Maduro, cuenta con el trabajo combinado de varias instituciones. Su cuadro es el siguiente. La actuación de los cuerpos represivos: Las OLP, las FABN, los cuerpos policiales, Sebin, Dgsin, las Milicias, y hasta los colectivos, todos bajo la dirección de Néstor Reverol. El TSJ y los tribunales, con la dirección de Maykel Moreno, y las “actuaciones” del Fiscal General y una silenciosa defensoría del pueblo. Por último, está la fraudulenta ANC, desde donde se asume la batuta del concierto. Estos, son los opresores de los trabajadores.
En el suelo de Bolívar, ningún venezolano se siente tranquilo ni excepto de ser señalado ante las ínfulas de los altos funcionarios del gobierno y esa asustadiza boli-burguesía corrupta cívico-militar. Ahora, cuando caen los precios y la producción petrolera, y apuntan con sanciones económicas sus cuentas y bienes, sus márgenes de maniobra se acortan, y en su desespero su único asidero es sujetarse al poder por cualquier medio y reprimir. El pueblo paga los platos rotos con una sideral hiperinflación, salarios de hambre, contratos violados, extrema escases de alimentos y medicinas. Lo que abunda es el hambre. Esto, también es represión.
Hay variedad en la procedencia de los presos políticos
Actualmente, hay más de 160 militares presos, en un país donde los integrantes activos de la FANB “tienen derecho al sufragio”. (Art 330 CRBV). El gobierno persigue en los cuarteles a quienes no guardan fidelidad al chavismo. Para lograr obediencia y delaciones, ofrecen dadivas, aumentan salarios, compran conciencias. Los señalan como traidores, pero son presos de conciencia, y por ello presos políticos.
Otros que deben ser considerados presos políticos son los activistas sindicales y gremiales perseguidos, en la defensa de sus derechos. Es el caso de Rubén González, en momentos en los que por defender derechos de los trabajadores y el respeto al Contrato Colectivo, asumen en FMO la movilización de los trabajadores.
El gobierno arremete y arresta a González y luego le da casa por cárcel. El choque con el gobierno, estando de fondo la defensa de los derechos laborales, lo convierte en un preso de conciencia. De igual forma los trabajadores de Sidor: Leinis Quijada, Rederick Bastardo y Heberto Bastardo detenidos el 21.09.2014, al exigir junto a sus compañeros, la firma del Contrato Colectivo. El gobierno no desea dar cumplimiento a este derecho de la masa laboral e inventa un juicio donde señala a estos trabajadores como “portadores de armas largas” y desvía la atención de la lucha por el contrato, al nuevo ardid creado por el gobierno. Estos compañeros, en ese momento fueron presos políticos.
Hoy en día cuando los trabajadores de la salud toman las calles, denunciando la tragedia que viven junto a sus pacientes, la respuesta del gobierno es amenazar con poner los “ganchos” a Pablo Zambrano, dirigente del sector. Es decir: O te callas o te pongo preso.
Por último, igual tratamiento debemos dar al trabajador, estudiante o activista social, que en el ejercicio de sus derechos participa en las luchas de su género, ante el acoso y la persecución de los cuerpos represivos. Este es el caso de Rodney Álvarez.
Él, acude desde Ciudad Piar a una asamblea del sindicato de la empresa en la que trabaja, FMO en Pto. Ordaz. Una vez en la asamblea, Héctor Maican, directivo de Sintraferrominera y activista del PSUV, realiza tres disparos, a objeto de sabotearla, hiriendo a dos trabajadores. En ese incidente muere el trabajador Renny Rojas. Esta situación recogida en los videos de seguridad de la empresa, dan fe de que solo se hicieron tres disparos y muestran el lugar de donde se realizan. También se precisa la ubicación de Rodney Álvarez, muy distinta al lugar de los disparos. Urge al gobierno falsear los hechos e inventa un “culpable” de los mismos. Su objeto es encubrir a Héctor Maican. En este empeño amañaron el expediente y culpabilizan a Álvarez. Rodney, quien es inocente, es un preso político. Esta es la gran verdad que irrita y defienden los ferromineros.
El interés de las mafias
A objeto de culpabilizar a Rodney desde el día de su detención, el estado sigue dando largas al juicio. Silencian los argumentos de más de 400 trabajadores que estaban en la asamblea, y que han ratificado la verdad de los hechos, presentando argumentos fieles a su inocencia. Han alargado el juicio por siete años, con tres inicios, y sin sentencia definitiva, revelando que no hay justicia en Venezuela. A quien favorece esta inmoralidad, es a las mafias del hierro del ex gobernador Francisco Rangel Gómez, Alfredo Spooner y su pieza clave: Héctor Maican. E ahí a quien encubren los tribunales.
La lucha por su libertad es de todos los trabajadores
La exigencia de libertad de Rodney Álvarez, hoy transciende las fronteras de Venezuela. Cada día que pasa, son más las personas que dentro y fuera del país, se enteran de la situación y se adhieren al llamado por su libertad. Las últimas semanas hemos visto y leído, adhesiones desde Argentina, Panamá y República Dominicana, además de que cobran cuerpo los llamados en Venezuela.
Mantener en la cárcel a Rodney Álvarez, siendo inocente de todo cuanto se le señala, es un acto cruel, inmoral e inhumano al que solo hay que responder, redoblando esfuerzos en la denuncia de los macabros intereses que lo oprimen y por la exigencia de su libertad.
Desde la Corriente Clasista Unitaria Revolucionarias y Autónoma – Ccura, hacemos un llamado a los trabajadores de las empresas básicas de Guayana y en particular FMO, a los petroleros, a los trabajadores del Metro de Ccs, Corpoelec, los trabajadores de la enseñanza y de la salud, a pronunciarse. Tienen en Rodney Álvarez, un hermano trabajador, por el que debemos levantar nuestras voces en la exigencia de su libertad. Rodney, es un preso de todos los trabajadores.
El miércoles 20 de junio, se convoca a nueva audiencia en Caracas. Ese día debemos darnos cita en los tribunales en horas del mediodía, en respaldo a Rodney Álvarez, y dispuestos a denunciar las tretas dilatorias de las mafias jurídicas del país. No más tretas, exigimos su libertad.
El gobierno se empeña en demostrar que en Venezuela no hay presos políticos. Sin embargo, la variedad y carácter de las detenciones, la saña y violencia en el trato a los detenidos y a sus familiares, el retardo procesal y la distorsión de los procedimientos judiciales, el forjamiento de amañados expedientes; delatan al gobierno, en una carrera sin fin de violación a los DDHH. Las cárceles en Venezuela, están plagada de arbitrarias detenciones de presos políticos, no reconocidos ni tratados como tales. En esta lista está Rodney Álvarez, quien es un trabajador preso político, recluido en el Rodeo II.
Para sostener este estado carcelario y de brutal autoritarismo el gobierno de Nicolás Maduro, cuenta con el trabajo combinado de varias instituciones. Su cuadro es el siguiente. La actuación de los cuerpos represivos: Las OLP, las FABN, los cuerpos policiales, Sebin, Dgsin, las Milicias, y hasta los colectivos, todos bajo la dirección de Néstor Reverol. El TSJ y los tribunales, con la dirección de Maykel Moreno, y las “actuaciones” del Fiscal General y una silenciosa defensoría del pueblo. Por último, está la fraudulenta ANC, desde donde se asume la batuta del concierto. Estos, son los opresores de los trabajadores.
En el suelo de Bolívar, ningún venezolano se siente tranquilo ni excepto de ser señalado ante las ínfulas de los altos funcionarios del gobierno y esa asustadiza boli-burguesía corrupta cívico-militar. Ahora, cuando caen los precios y la producción petrolera, y apuntan con sanciones económicas sus cuentas y bienes, sus márgenes de maniobra se acortan, y en su desespero su único asidero es sujetarse al poder por cualquier medio y reprimir. El pueblo paga los platos rotos con una sideral hiperinflación, salarios de hambre, contratos violados, extrema escases de alimentos y medicinas. Lo que abunda es el hambre. Esto, también es represión.
Hay variedad en la procedencia de los presos políticos
Actualmente, hay más de 160 militares presos, en un país donde los integrantes activos de la FANB “tienen derecho al sufragio”. (Art 330 CRBV). El gobierno persigue en los cuarteles a quienes no guardan fidelidad al chavismo. Para lograr obediencia y delaciones, ofrecen dadivas, aumentan salarios, compran conciencias. Los señalan como traidores, pero son presos de conciencia, y por ello presos políticos.
Otros que deben ser considerados presos políticos son los activistas sindicales y gremiales perseguidos, en la defensa de sus derechos. Es el caso de Rubén González, en momentos en los que por defender derechos de los trabajadores y el respeto al Contrato Colectivo, asumen en FMO la movilización de los trabajadores.
El gobierno arremete y arresta a González y luego le da casa por cárcel. El choque con el gobierno, estando de fondo la defensa de los derechos laborales, lo convierte en un preso de conciencia. De igual forma los trabajadores de Sidor: Leinis Quijada, Rederick Bastardo y Heberto Bastardo detenidos el 21.09.2014, al exigir junto a sus compañeros, la firma del Contrato Colectivo. El gobierno no desea dar cumplimiento a este derecho de la masa laboral e inventa un juicio donde señala a estos trabajadores como “portadores de armas largas” y desvía la atención de la lucha por el contrato, al nuevo ardid creado por el gobierno. Estos compañeros, en ese momento fueron presos políticos.
Hoy en día cuando los trabajadores de la salud toman las calles, denunciando la tragedia que viven junto a sus pacientes, la respuesta del gobierno es amenazar con poner los “ganchos” a Pablo Zambrano, dirigente del sector. Es decir: O te callas o te pongo preso.
Por último, igual tratamiento debemos dar al trabajador, estudiante o activista social, que en el ejercicio de sus derechos participa en las luchas de su género, ante el acoso y la persecución de los cuerpos represivos. Este es el caso de Rodney Álvarez.
Él, acude desde Ciudad Piar a una asamblea del sindicato de la empresa en la que trabaja, FMO en Pto. Ordaz. Una vez en la asamblea, Héctor Maican, directivo de Sintraferrominera y activista del PSUV, realiza tres disparos, a objeto de sabotearla, hiriendo a dos trabajadores. En ese incidente muere el trabajador Renny Rojas. Esta situación recogida en los videos de seguridad de la empresa, dan fe de que solo se hicieron tres disparos y muestran el lugar de donde se realizan. También se precisa la ubicación de Rodney Álvarez, muy distinta al lugar de los disparos. Urge al gobierno falsear los hechos e inventa un “culpable” de los mismos. Su objeto es encubrir a Héctor Maican. En este empeño amañaron el expediente y culpabilizan a Álvarez. Rodney, quien es inocente, es un preso político. Esta es la gran verdad que irrita y defienden los ferromineros.
El interés de las mafias
A objeto de culpabilizar a Rodney desde el día de su detención, el estado sigue dando largas al juicio. Silencian los argumentos de más de 400 trabajadores que estaban en la asamblea, y que han ratificado la verdad de los hechos, presentando argumentos fieles a su inocencia. Han alargado el juicio por siete años, con tres inicios, y sin sentencia definitiva, revelando que no hay justicia en Venezuela. A quien favorece esta inmoralidad, es a las mafias del hierro del ex gobernador Francisco Rangel Gómez, Alfredo Spooner y su pieza clave: Héctor Maican. E ahí a quien encubren los tribunales.
La lucha por su libertad es de todos los trabajadores
La exigencia de libertad de Rodney Álvarez, hoy transciende las fronteras de Venezuela. Cada día que pasa, son más las personas que dentro y fuera del país, se enteran de la situación y se adhieren al llamado por su libertad. Las últimas semanas hemos visto y leído, adhesiones desde Argentina, Panamá y República Dominicana, además de que cobran cuerpo los llamados en Venezuela.
Mantener en la cárcel a Rodney Álvarez, siendo inocente de todo cuanto se le señala, es un acto cruel, inmoral e inhumano al que solo hay que responder, redoblando esfuerzos en la denuncia de los macabros intereses que lo oprimen y por la exigencia de su libertad.
Desde la Corriente Clasista Unitaria Revolucionarias y Autónoma – Ccura, hacemos un llamado a los trabajadores de las empresas básicas de Guayana y en particular FMO, a los petroleros, a los trabajadores del Metro de Ccs, Corpoelec, los trabajadores de la enseñanza y de la salud, a pronunciarse. Tienen en Rodney Álvarez, un hermano trabajador, por el que debemos levantar nuestras voces en la exigencia de su libertad. Rodney, es un preso de todos los trabajadores.
El miércoles 20 de junio, se convoca a nueva audiencia en Caracas. Ese día debemos darnos cita en los tribunales en horas del mediodía, en respaldo a Rodney Álvarez, y dispuestos a denunciar las tretas dilatorias de las mafias jurídicas del país. No más tretas, exigimos su libertad.
Hoy más que nunca, una sola clase, una sola lucha.
Libertad para Rodney Álvarez
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