lunes, 31 de julio de 2017

La constituyente, es una mentira teñida con sangre


Deslinde

La cifra presentada por la portavoz del CNE Tibisay Lucena como el total alcanzado -8.089.320 votos, 41,54% del padrón electoral- ante la convocatoria a la ANC, es una mentira teñida con la sangre de los más de cien hijos de trabajadores caídos en el rechazo al fraude montado por Nicolás Maduro. Éste es el ocultamiento de la verdad más grande y cínica jamás expresado por gobierno alguno en Venezuela, -solo comparable a los trazas de Gómez, Pérez Jiménez en el plebiscito del año 57 y la actitud de CAP ante el Caracazo, juntos- al intentar quebrar la voluntad del pueblo.

Tibisay Lucena, Nicolás Maduro y los demás portavoces del gobierno, pretende cegar los ojos, la voz y las mentes de los venezolanos. Las mayorías se abstuvieron –entre las que nos contamos- y muchos salimos a las calles a verificar la cantidad de gente que acudió a los centros de votación. Todos vimos las calles y los centros de votación vacíos, escuálidas colas y sus caras largas, por no poder influir y convencer como en el pasado a las mayorías. Simplemente, el gobierno no cumplió con sus objetivos. Los centros electorales que en el pasado estaban concurridos, el 30J estaban vacíos. Expertos en la mentira, el gobierno pretende tapar con un dedo el repudio del que hoy goza, producto de las colas del hambre, la miseria, los asesinatos, la represión del pueblo y el quiebre las empresas más importantes del país. La de hoy es una nueva mentira del gobierno, todos lo sabemos perfectamente porque lo vimos. Fueron escasos sus votos. 


Minimizar la fortaleza y voluntad de los trabajadores ante el chantaje del gobierno pretendiendo que los empleados públicos, los trabajadores y operarios del Metro de Ccs, en PDVSA sus trabajadores, así como en las empresas básicas, Corpoelec, las Hidrológicas y en las universidades del país, extorsionándolos con la permanencia en el trabajo, bolsas de comida, obligándolos a mostrar el carnet de la patria, o porque ya cuentas con la firmó del contrato colectivo; sabemos que en su mayoría no acudieron el 30J a sufragar a favor de la ANC. Más fuerte han sido las penurias y el hambre vivida, el exilio obligado de familiares, el llamado de su consciencia y la convicción de que es necesario dar término a este gobierno de ladrones y su constituyente. 


La abstención se impuso, en casi un 87,6%. A las tres de la tarde, solo habían alcanzado 1.795.144 sufragios. ¿Cómo sumaron los 8 millones, en solo tres horas? Las encuestadoras, más reconocidas del país, casi coincidentes solo dan un aproximado de los votos del gobierno: 2.483.073 sufragios. Para desmontar la mentira, una periodista de El Universal, ofreció una sencilla cuenta, sobre la mentira del CNE. 


Veamos: 8.000.000/24.000 mesas= 333.000 votantes por mesa. ¿El gobierno logró alcanzar esta cantidad de personas en cada mesa? Es indudable que NO. Mínimo 2 minutos para votar por persona, son equivalentes a 11.100 horas seguidas. Bueno, ya sabemos que no es cierto. Pero veamos otras cifras. El padrón electoral es de 19.805.002 votantes. Si la participación -según las cifras del gobierno fue de 8.089.320 sufragios-, restando la abstención alcanzó a 11.715.682 personas. ¿Que lectura hace usted de esto? Pero ya sabemos que fue menor.

Los trabajadores, los estudiantes y los sectores populares sacan cuentas en todo el país, y ven con claridad el hurto de la información que hace el gobierno. Las barriadas de Caracas, Pto Ordaz, Barquisimeto, Mérida, Valencia y otras eran, impensables el rechazo al gobierno, pues se proclamaban “territorio chavista”. Hoy esa no es la realidad. Maduro es un ser impopular. A pesar del llamado de ministros, funcionarios y todos los que solicitaron la prolongación del proceso a últimas horas, del 30J, no pudieron arrancar de sus aposentos a los votantes. Hoy vemos como cínicamente se presentan sus voceros –Tibisay Lucena y los hermanos Rodríguez- dando una versión en la que se niega, lo que todos vimos en las calles: Pequeñas colas y la abstención masiva.

Datos de las empresas básicas que nos llegan por un cuadro elaborado por compañeros confirman las siguientes informaciones. SIDOR, de un total de 14.088 trabajadores, votó el 41%; en FMO de 6.845 trabajadores, votó el 3%; Briquetera del Orinoco, de 1.056 trabajadores votó el 7%; en el Complejo Siderúrgico Nac, con 546 trabajadores, votó el 0%; en Briqven de 401 trabajadores, votó el 7%; en Briqcar con 397 trabajadores, votó el 12%; Consigua con 366 trabajadores, votó el 33%; Copal con 189 trabajadores, votó el 38%, Refractarios con 168 trabajadores, votó el 20%; Tubos sin costura con 63 trabajadores, votó el 16%; Siderúrgina Nac. con 34 trabajadores, votó el 44%; y de la CSV con 21 trabajadores, votó el 71%. Esto muestra altos niveles de abstención en Guayana.

Siempre hemos dicho que los medios privados son una cosa y los periodistas otra. Unos son dueños de los medios y los otros sus empleados. Sin embargo, el gobierno identifica a los periodistas como sus enemigos, los golpea, los maltrata y les impide su trabajo. Así, que no permitió tomar fotos, ni entrevistar a los votantes. La tarea era no dejar evidencias del rechazo popular. Sin embargo, Maduro hoy ofrece sanciones a los canales Televen y Venevisión, por no cubrir las elecciones. No es que eso nos moleste, pero, todos deberían ser sancionados, por no dar cobertura a los conflictos laborales y la tragedia que viven los trabajadores en los hospitales o en las colas por comida, o las muertes de infantes en los hospitales por falta de medicinas o por hambre, sino es el caso de sus madres. La situación es peor un si se trata de los canales del gobierno. Nunca dicen nada. Todos son sucursales de la tierra de Disney.

La noche del 30J, los militares fueron los primeros en declarar. Se trataba de ser la avanzada en el fraude. Expresar “que el país está en calma y en paz”, y que “la ANC, representa un momento de tranquilidad para el país”. Ya la ANC, dará cabida al debate del extractivismo minero en el Arco del Orinoco y en PDVSA, donde los militares, tendrán participación con la empresa C.A. Militar de Industrias Mineral, Petrolíferas y de Gas, Caminpeg. Aquí el respaldo fue total, de los ministros de Interior y Defensa. Para ellos todo está bien y por ahí viene la paz.

Sin embargo, mientras Nicolás Maduro y Tibisay Lucena dan cuerpo al circo del fraude electoral, los cuerpos de Seguridad del Estado dan muerte a 13 personas. El parte es el siguiente: cinco en Mérida, dos en Lara, uno en Sucre, y cinco en Táchira. Cifra aún por confirmar, pues se denuncian más casos, y la represión en los estados de Mérida, Táchira y Lara continua. En Ejidos, -Mérida- la represión comenzó días antes de las elecciones y se denuncian persecución y torturas a jóvenes y allanamientos a sus residencias. En Barquisimeto el sector Cardenalito, ha sido tomado por efectivos de la GNB y PNB, disparando a las residencias. En la 54, Las Trinitarias, La Sucre y Cabudare los cuerpos represivos agreden a los vecinos, más aun si son jóvenes.

Esta es parte de la dinámica del teatro montado por el gobierno que ahora pretende imponer en una cadena continua, los fraudulentos resultados de la ANC. Entramos en un momento de agónica monotonía del gobierno. Imponernos sus resultados cuando son evidente minoría. Ya esto lo conocíamos desde antes de las elecciones y fue denunciados desde los resultados electorales de diciembre del 2015, una vez se realizaron las elecciones parlamentarias.


Nadie puede abrigar esperanzas en las deliberaciones de la ANC. Nadie puede esperar que se resuelvan los problemas mas apremiantes de los trabajadores. Para el gobierno privan los intereses creados con los empresarios nacionales e internacionales en la Comisión Nacional de Economía Productiva, la explotación de Arco Minero del Orinoco y las empresas Mixtas petroleras, en sus acuerdos capitalistas, antes que el bienes de los trabajadores. Forjar un estado y leyes al servicio de esos intereses.

El país, entra en una situación donde una fraudulenta ANC, "va a legislar, crear y reformar leyes" apoyadas por las fuerzas represivas del estado y demás instituciones. Las masas no tienen otro camino que seguir en la movilización. Hay que denunciar y detener la represión y los asesinatos. Surge la necesidad de buscar encuentros y la unidad de los dirigentes y organizaciones sindicales y populares. Evaluar la situación entre todos y replantear la movilización 
como herramienta de lucha y sus objetivos. El gobierno dará curso a su novela vendiendo la ANC, pero ésta no es otra cosa que una "tabla de salvación", en la que no está descartado su naufragio, de ser embestida por las masas. Los sectores populares debemos perfilar con autonomía e independencia una política, con tales objetivos. Este gobierno debe salir y los trabajadores debemos sacarlos. 





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