domingo, 30 de julio de 2017

El decálogo de la vergüenza de un gobierno de espaldas al pueblo


Por: Julio A Hostos

Varias semanas estuve ausente de estos medios digitales las razones muy diversas, pero todas comunes. Durante esos días en mis viajes constantes, nuevamente la miseria reflejada en los rostros de venezolanos de uno o de otro bando, pero en fin, venezolanos todos de base, padeciendo las mismas realidades, situaciones que no muestran aires de mejorar, más bien reflejan vestigios de ser aún peores a medida que pase el tiempo, la Guardia Nacional Bolivariana ya dejó de ser del pueblo; las instituciones ya dejaron de servir, ahora comienzan a exigir; si no estás con la farsa que ellos llaman constituyente te etiquetan, te señalan, te amedrentan.

En los medios de comunicación escuchamos incoherencias como la dicha por el exministro y candidato constituyentista Ricardo Molina: “Los trabajadores y trabajadoras tenemos la mejor Ley orgánica del Trabajo, aquel que tenga un trabajo estable, si no va a votar es porque no le interesa su puesto de trabajo, hay que decírselo y recordárselo”; “ponen en riesgo su pensión”. “Aquel que tiene una pensión, esos 3 millones 300 mil camaradas que hoy tienen una pensión gracias a la revolución, que sepan que si no votan ponen en riesgo su pensión, hay que recordárselo”.


Luego tengo la mala suerte de escuchar a Maduro, que en cadena nacional dice que: “Todas las empresas, todos los trabajadores, con la nómina en mano, llamando uno por uno, esta semana y el día de la votación, a uno por uno. ¿Ya votaste? ¿Ya ejerciste tu derecho al voto? Muy bien”. Lo escuché hablar de los “programas de la revolución” a través de lo que llamó el “4X4″.”Nómina en mano” mandar a revisar la participación de los empleados públicos en la elección de la Asamblea Nacional Constituyente prevista para el 30 de julio, parece que allí no vale Lottt, no vale constitución, no vale el derecho libre a sufragar, a beneficios sociales sin distinción política, al parecer allí no vale ningún logro nacido de la participación popular ni mucho menos del legado del Comandante Chávez.

¡¡¡A dónde vamos a parar!!! Las cárceles ya no tienen espacio para albergar a todos los detenidos, jueces que ya no tienen respeto por la investidura que portan, emiten sentencia sin mirar las pruebas acusatorias. Si tienes cuatro o cinco personas que puedan fungir de fiador y que juntas sumen más de cien millones tienes esperanzas de un rápido proceso de lo contrario corres el riesgo de pudrirte tras las rejas. Los abogados defensores ya no encuentran que acto de magia realizar para estar a la altura de los circos que se han vuelto las audiencias preliminares, la ley venezolana desafía el derecho en sí,

Mientras esto ocurre el dólar oficial es controlado por las redes sociales en plena observancia de los organismos del Estado responsables de ser garantes de nuestra independencia económica, los alimentos aumentan de costo semanalmente, compras una harina de maíz marcada en Bs. 800 pero la pagas a Bs. 11000.

Una parte de la población en su frustración tranca sus propias calles y se vuelve su propio carcelero, dudan sobre a qué temerle más, si a la delincuencia, a los colectivos, a la propia Policía Nacional Bolivariana, a morirse de hambre, a enfermarse y no encontrar medicinas, o a otro aumento de salario decretado por el gobierno nacional.

El gobierno bajo la excusa de una supuesta lealtad, enmascara el peor decálogo de su miseria, buscan mecanismos desesperados para seguir sosteniendo el poder, no para beneficio popular, si no para continuar proliferando la corrupción, la mediocridad, el autoritarismo, y la destrucción de todo un esfuerzo de décadas, que costo vidas y experiencias y que quedó plasmado en nuestra constitución. Estamos casi huérfanos, en cuanto a sentido social y de responsabilidad política se refiere. Pocos órganos institucionales luchan en contra de este terrorismo estatal. Militares retirados, exministros, la fiscal general Luisa Ortega Díaz, luchadores sociales, muchos intentan frenar esta embestida que solo busca plagar aún mas de miseria a nuestro país, pero no es suficiente, una masa considerable del pueblo sigue enajenado, una parte sin dirección clara y otra aferrada a la falsa imagen de una lealtad al difunto Comandante Chávez, dicha por quienes fueron participes de su deterioro en salud y quienes aferrados a esa consigna engañan a sus seguidores buscando solo con ello seguir haciendo lo que ya todos vivimos y conocemos.

Es necesario frenar el circo que pretenden institucionalizar. La ANC es el entierro de la democracia y la agonía de la paz y la estabilidad social de un pueblo, es mentira la reforma constitucional, su único fin es conseguir la figura legislativa para seguir privatizando los recursos naturales de nuestro país, legalizar la represión, y proliferar una nueva era en donde el poder popular pase a un segundo plano.

Debemos unificar fuerzas para las luchas que vienen, si llegan a instaurar esa ANC, nos toca asumir un nuevo tipo de lucha, en donde cualquiera que se haga llamar revolucionario o venezolano o patriota deberá entender que el principal enemigo del pueblo no está solo en los factores imperialistas o de la extrema derecha, si no en el mismo gobierno nacional y en la dirección política del Psuv. Esta se vuelve una lucha por la libertad, por la democracia y por la defensa de nuestra constitución. No podemos permitir la apatía mucho menos la indiferencia, son tiempos de lucha y de unidad popular.

Juliohostos24@gmail.com
Twitter @juliohostos

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