Por: Ana Díaz
El Nacional
La falta de mantenimiento a las instalaciones,
como oleoductos y tuberías, ocasiona los
accidentes con graves daños ambientales,
afirmó el dirigente José Bodas.
3 de junio de 2017. El alto deterioro de la red nacional de oleoductos y tuberías que transportan petróleo, gas y productos ha incrementado la ocurrencia de derrames que esparcen de 300 a 1.000 barriles de hidrocarburos en aguas y/o en tierra. “En la industria petrolera se presenta un promedio de 2 a 3 derrames semanales de crudo con un impacto grave sobre el medioambiente”, aseguró el sindicalista José Bodas.
El dirigente de la Federación Única Nacional de Trabajadores Petroleros de Venezuela explicó que las cifras sobre los derrames son reportadas por los trabajadores y los sindicatos de las áreas, porque “Petróleos de Venezuela hace tiempo no publica las estadísticas sobre seguridad y protección al medioambiente”.
Bodas destacó que las instalaciones están en muy malas condiciones por la falta de mantenimiento y que las reparaciones se realizan cuando se presenta el incidente. Agregó que los derrames se deben a las roturas por corrosión en las mangueras conectadas a las plataformas, boyas y muelles en mar y ríos que realizan el trabase del crudo.
Los oleoductos y tuberías en tierra y acuáticos también son objeto de roturas por las que emanan hidrocarburos. Trabajadores petroleros del oriente del país, que solicitaron no mencionar sus nombres para evitar represalias, alertaron que recientemente hubo dos derrames de cuidado en los ríos Mapirito y Morichal Largo que no fueron conocidos por la opinión pública.
El representante de la Futvp denunció que Pdvsa no informa los derrames a las autoridades ambientales ni realiza las reuniones periódicas con los trabajadores para tomar las medidas más adecuadas y analizar los accidentes para que no vuelva a presentarse.
Además de los derrames más significativos, están las fugas de pequeños volúmenes de crudo debido a las filtraciones en las tuberías que atraviesan el lago de Maracaibo, Zulia, donde se registran entre 40 y 50 filtraciones diarias.
“El pasivo ambiental, y de higiene y seguridad en el trabajo ocasionado por las filtraciones, las fugas, los incendios y las explosiones en las tuberías es enorme y no se tapa pintando las tuberías de rojo”, reveló otra fuente sindical que pidió guardar su nombre en reserva.
Bodas insistió en que Pdvsa no realiza las inversiones necesarias en los mantenimientos correctivo, preventivo y predictivo, ni ejecuta en los tiempos las revisiones periódicas a oleoductos y tuberías, los cuales por la característica de lo que transportan (crudo, gas y derivados de petróleo combustibles) se desgastan internamente. Las redes enfrentan también corrosión externa por el salitre, el aire y la lluvia.
“Pdvsa no hace caso al llamado de los trabajadores sobre la imperativa necesidad de realizar el mantenimiento, conforme a las normas nacionales e internacionales. Los derrames y accidentes han proliferado demasiado”, advirtió.
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