Por: Partido Socialismo y Libertad
El gobierno de Nicolás Maduro está aplicando el paquete de ajuste más brutal conocido por el pueblo trabajador venezolano en toda su historia. Reduciendo las importaciones de alimentos y medicinas para pagar la deuda externa y llevando la inflación a niveles insoportables.
¡Hoy los trabajadores en Venezuela ganamos entre 20 y 30 dólares al mes! Los aumentos salariales del gobierno son unilaterales y por debajo de la inflación. Los contratos en el sector estatal no se discuten o simplemente se violan las cláusulas. No hay elecciones sindicales, y cuando las hacen son controladas por el CNE, y se nos chantajea con las cajas CLAP para que se apruebe la constitución de sindicatos. El Ministerio del Trabajo convalida los despidos y las Inspectorías del Trabajo se han convertido en oficinas de extorsión para sacarle plata a los empresarios a costa de sacrificar a los trabajadores (caso GM, Ford). En el sector público somos obligados a ir a las marchas del PSUV, so pena de ser despedidos. El gobierno destruyó la autonomía de nuestros sindicatos, y en el futuro esto seguirá igual con los burócratas sindicales ligados a la MUD.
Las empresas estatales y nacionalizadas están por el suelo, se hunden en medio de la corrupción, nos someten a salarios miserables y se pisotean de nuestros contratos colectivos. Y la nueva Lottt sólo sirvió para cercenar el derecho a la autonomía, la organización independiente y el derecho a huelga a cambio de miserables reivindicaciones individuales.
¡El paquetazo de Maduro está llevando al hambre a millones de trabajadores y habitantes de las comunidades populares! Mientras el gobierno paga la deuda externa (el año pasado pagaron 17 mil millones de dólares, y este año está previsto pagar 18 mil millones) y propicia el saqueo petrolero por medio de las empresas mixtas con transnacionales como Chevron; entrega el Arco Minero del Orinoco a transnacionales como Barrick Gold; negocia nuevos endeudamientos en condiciones aberrantes con bancos imperialistas como Goldman Sachs, y dona miles de dólares a través de Citgo para la celebración del día de la independencia de Estados Unidos, en la ciudad de Houston. ¡Y se llena la boca con su fraseología supuestamente antiimperialista! ¡Puras mentiras de este falso socialismo chavista!
Para sostenerse en el poder el gobierno ejecuta una feroz represión contra las protestas populares que se extienden por todo el país, militarizando las ciudades y pueblos con el Plan Zamora, usando bandas paramilitares, que actúan en acuerdo con la GNB y la PNB, y llevando a tribunales militares a quienes luchan.
El descontento se extiende en todo el país y el gobierno, sumido en un repudio generalizado, impide la realización de elecciones de gobernadores, las elecciones sindicales en la federación petrolera, en la federación eléctrica, y en el sindicato de Sidor, y monta el fraude de una constituyente corporativa y antidemocrática, no consultada con nadie, en la que organismos como los CLAP, los consejos comunales y la Cbst, manejarán padrones de electores para la elección de asambleístas sectoriales, mientras niega el voto universal, asegurándose el gobierno la mayoría aún obteniendo una cantidad reducida de votos.
Todo esto pone en evidencia que este gobierno debe irse, además de no ser socialista ni revolucionario es un gobierno con un falso discurso que mientras habla de justicia social y paz, aplica la más criminal represión y el peor ajuste contra el pueblo trabajador.
Las posiciones críticas de la Fiscal General son expresión de las grietas que la movilización está generando en el seno de las instituciones del régimen. A la Fiscal debemos exigirle que vaya más allá, que impute a los responsables de asesinatos y violación a los derechos humanos, y que se investiguen y esclarezcan numerosos casos no resueltos como el de Rodney Alvarez, los asesinatos de nuestros compañeros en Aragua, la desaparición de Alcedo Mora, el asesinato de Sabino Romero, entre muchos otros. Pero no debemos depositar ninguna confianza en la Fiscalía. Las gestiones de la Fiscal buscan acercar a la MUD, a sectores del gobierno, y del chavismo descontento con Maduro, en la perspectiva de abrir el espacio para una negociación antes de que la protesta popular se desborde. Por ello, debemos seguir confiando en la fuerza de nuestra movilización.
El Partido Socialismo y Libertad llama a la clase trabajadora a incorporarse desde sus empresas y sindicatos a la masiva rebelión que sacude al país en contra del gobierno. Hay que derrotar el miedo y el chantaje, y salir a luchar contra la burocracia sindical roja-rojita o patronal ligada a la MUD. Los trabajadores debemos retomar nuestras tradiciones de lucha, y movilizarnos con nuestros propios métodos: los paros, huelgas, tomas de fábricas, etc. Nunca como hoy han existido tantas razones para convocar a una huelga general. Es necesario prepararse para esta eventualidad.
Debemos luchar por un Plan Obrero y Popular Alternativo de Emergencia, que incluya comida para todos sin discriminaciones, aumento general de salarios, salario mínimo igual a la canasta básica ajustado cada 3 meses de acuerdo a la inflación, no pago de la deuda externa, petróleo 100% venezolano sin transnacionales ni empresas mixtas, ¡cese la represión! libertad para los detenidos por protestar, suspensión del Plan Zamora, disolución de la GNB y la PNB, conformar una comisión independiente integrada por familiares de las víctimas y organismos de derechos humanos que investigue las muertes en las protestas.
Desde las organizaciones obreras y populares tenemos el reto de construir una alternativa política al margen de la MUD y del Psuv, al calor de la lucha contra el gobierno.
¡No al fraude constituyente!
El gobierno de Nicolás Maduro está aplicando el paquete de ajuste más brutal conocido por el pueblo trabajador venezolano en toda su historia. Reduciendo las importaciones de alimentos y medicinas para pagar la deuda externa y llevando la inflación a niveles insoportables.
¡Hoy los trabajadores en Venezuela ganamos entre 20 y 30 dólares al mes! Los aumentos salariales del gobierno son unilaterales y por debajo de la inflación. Los contratos en el sector estatal no se discuten o simplemente se violan las cláusulas. No hay elecciones sindicales, y cuando las hacen son controladas por el CNE, y se nos chantajea con las cajas CLAP para que se apruebe la constitución de sindicatos. El Ministerio del Trabajo convalida los despidos y las Inspectorías del Trabajo se han convertido en oficinas de extorsión para sacarle plata a los empresarios a costa de sacrificar a los trabajadores (caso GM, Ford). En el sector público somos obligados a ir a las marchas del PSUV, so pena de ser despedidos. El gobierno destruyó la autonomía de nuestros sindicatos, y en el futuro esto seguirá igual con los burócratas sindicales ligados a la MUD.
Las empresas estatales y nacionalizadas están por el suelo, se hunden en medio de la corrupción, nos someten a salarios miserables y se pisotean de nuestros contratos colectivos. Y la nueva Lottt sólo sirvió para cercenar el derecho a la autonomía, la organización independiente y el derecho a huelga a cambio de miserables reivindicaciones individuales.
¡El paquetazo de Maduro está llevando al hambre a millones de trabajadores y habitantes de las comunidades populares! Mientras el gobierno paga la deuda externa (el año pasado pagaron 17 mil millones de dólares, y este año está previsto pagar 18 mil millones) y propicia el saqueo petrolero por medio de las empresas mixtas con transnacionales como Chevron; entrega el Arco Minero del Orinoco a transnacionales como Barrick Gold; negocia nuevos endeudamientos en condiciones aberrantes con bancos imperialistas como Goldman Sachs, y dona miles de dólares a través de Citgo para la celebración del día de la independencia de Estados Unidos, en la ciudad de Houston. ¡Y se llena la boca con su fraseología supuestamente antiimperialista! ¡Puras mentiras de este falso socialismo chavista!
Para sostenerse en el poder el gobierno ejecuta una feroz represión contra las protestas populares que se extienden por todo el país, militarizando las ciudades y pueblos con el Plan Zamora, usando bandas paramilitares, que actúan en acuerdo con la GNB y la PNB, y llevando a tribunales militares a quienes luchan.
El descontento se extiende en todo el país y el gobierno, sumido en un repudio generalizado, impide la realización de elecciones de gobernadores, las elecciones sindicales en la federación petrolera, en la federación eléctrica, y en el sindicato de Sidor, y monta el fraude de una constituyente corporativa y antidemocrática, no consultada con nadie, en la que organismos como los CLAP, los consejos comunales y la Cbst, manejarán padrones de electores para la elección de asambleístas sectoriales, mientras niega el voto universal, asegurándose el gobierno la mayoría aún obteniendo una cantidad reducida de votos.
Todo esto pone en evidencia que este gobierno debe irse, además de no ser socialista ni revolucionario es un gobierno con un falso discurso que mientras habla de justicia social y paz, aplica la más criminal represión y el peor ajuste contra el pueblo trabajador.
Las posiciones críticas de la Fiscal General son expresión de las grietas que la movilización está generando en el seno de las instituciones del régimen. A la Fiscal debemos exigirle que vaya más allá, que impute a los responsables de asesinatos y violación a los derechos humanos, y que se investiguen y esclarezcan numerosos casos no resueltos como el de Rodney Alvarez, los asesinatos de nuestros compañeros en Aragua, la desaparición de Alcedo Mora, el asesinato de Sabino Romero, entre muchos otros. Pero no debemos depositar ninguna confianza en la Fiscalía. Las gestiones de la Fiscal buscan acercar a la MUD, a sectores del gobierno, y del chavismo descontento con Maduro, en la perspectiva de abrir el espacio para una negociación antes de que la protesta popular se desborde. Por ello, debemos seguir confiando en la fuerza de nuestra movilización.
El Partido Socialismo y Libertad llama a la clase trabajadora a incorporarse desde sus empresas y sindicatos a la masiva rebelión que sacude al país en contra del gobierno. Hay que derrotar el miedo y el chantaje, y salir a luchar contra la burocracia sindical roja-rojita o patronal ligada a la MUD. Los trabajadores debemos retomar nuestras tradiciones de lucha, y movilizarnos con nuestros propios métodos: los paros, huelgas, tomas de fábricas, etc. Nunca como hoy han existido tantas razones para convocar a una huelga general. Es necesario prepararse para esta eventualidad.
Debemos luchar por un Plan Obrero y Popular Alternativo de Emergencia, que incluya comida para todos sin discriminaciones, aumento general de salarios, salario mínimo igual a la canasta básica ajustado cada 3 meses de acuerdo a la inflación, no pago de la deuda externa, petróleo 100% venezolano sin transnacionales ni empresas mixtas, ¡cese la represión! libertad para los detenidos por protestar, suspensión del Plan Zamora, disolución de la GNB y la PNB, conformar una comisión independiente integrada por familiares de las víctimas y organismos de derechos humanos que investigue las muertes en las protestas.
Desde las organizaciones obreras y populares tenemos el reto de construir una alternativa política al margen de la MUD y del Psuv, al calor de la lucha contra el gobierno.
¡No al fraude constituyente!
¡Basta de ajuste y represión!
¡Fuera Maduro!
Orlando Chirino, Miguel Angel Hernández, José Bodas, Armando Guerra, Antonio Espinoza
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