martes, 1 de noviembre de 2016

Exigen liberación de ferrominero Rodney Álvarez a cinco años de una detención sin pruebas

Sarabia asegura que el Estado mantiene una retaliación política
contra el trabajador de Ferrominera Foto William Urdaneta
Correo del Caroní
Yuletzis Marín


Ya han pasado poco más de cinco años desde que un tiroteo en el portón I de la empresa CVG Ferrominera Orinoco, durante una asamblea de trabajadores, acabara con la vida de Renny Rojas, trabajador de la empresa, quien murió momentos después. Cinco años han pasado del suceso, como también de la acusación sin pruebas y la detención del trabajador Rodney Álvarez por estos hechos.

La fecha no pasa por debajo de la mesa. No al menos para el abogado de Álvarez, Manuel Sarabia, quien no solo recuerda el lustro que su defendido lleva tras las rejas, sino el acto de injusticia que esto representa.


“Estado tiene una aberración política y está violando sus derechos humanos, incluso los de sus hijos ya que están en un estado de indigencia, desnutrición y hasta limitados a la educación, y su madre sufriendo hipertensión desde que él está en ese lugar injustamente”, dijo Sarabia.

En la compañía existían dos corrientes políticas: oficialismo y oposición, se dice que eso fue la causa de la balacera que se presentó ya que el gobierno sabía que el movimiento opositor, dirigido por Rubén González, ganaría debido al auge que tenía en la empresa con los trabajadores.

Sarabia también exige la fecha para el juicio de Álvarez, ya que, asegura, hasta el momento el tribunal decimosegundo de juicio del Área Metropolitana de Caracas ni siquiera se han pronunciado con una sentencia absolutoria, retrasando completamente el proceso.

Álvarez fue apresado el 17 de junio de 2011 en la sede de Ferrominera en Ciudad Piar, por presuntamente haber participado en el asesinato de Rojas, siendo recluido inicialmente en los calabozos de Guaiparo. Durante los cinco años que lleva arrestado ha estado en al menos tres centros penitenciarios, siendo el actual de ellos El Rodeo I.

En 2015, después de cuatro audiencias y cuatro años de espera, el juicio de Álvarez fue anulado y remitido a su fase inicial.

Clamor desde los barrotes


Viéndose en la necesidad de dar a conocer su caso, el ferrominero escribió recientemente una carta que hizo pública desde la cárcel El Rodeo I en la cual está actualmente recluido sin recibir información de su caso.

“Mi inocencia se desprende de cada una de las audiencias realizadas. Cada una de las personas convocadas solo muestran la evidencia de mi inocencia, y sin embargo el Estado venezolano ha procedido con pasmosa demora, alargando mi estadía en esta cárcel, alejándome de mi madre, mis hermanas y lo más importante: mis hijos, quienes crecen sin recuerdos de mi persona”, reza el texto.

“Sé que mis compañeros, los hombres y mujeres que laboran en FMO, no me han dado la espalda. Evidencia de ello, son los saludos, recuerdos y los aportes económicos que permiten la presencia de mi madre en una de las audiencias. Pero en la cárcel, también se siente y se conoce de la crisis económica que vivimos y se evidencia de la merma de los ferromineros en cada audiencia”, indicó el afectado en la carta que hizo pública.

Además, expresó que “yo quiero salir de aquí, que se limpie mi nombre y que este juicio termine. Quiero estar en mi casa con mis hijos y recuperar mi puesto de trabajo, solo les pido a todos los trabajadores de FMO, a los dirigentes sindicales y a quienes hacen vida en la empresa, agrandar y unirse en el esfuerzo, revelar mi inocencia y denunciar la injustica conmigo cometida. Extiendan este llamado a los trabajadores y dirigentes sindicales de todas las empresas básicas, y a la dirigencia sindical del país, a que se unan en torno a mi libertad, a fin de lograr que en lo que queda de este año yo pueda retomar mi casa y mi puesto de trabajo”.



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