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| José Bodas y CCURA son la alternativa clasista |
30-06-2016
María Esperanza Hermida
@espehermida
Exclusión, imposición, violencia y negación de derechos es la política oficialista para las elecciones sindicales petroleras. En la comisión electoral de la Federación Unitaria de Trabajadores de Petroleros de Venezuela (FUTPV), el PSUV tiene 5 miembros de un total de 7 y esa instancia, llamada a organizar el proceso en una de las más importantes federaciones sindicales del país, lo que prepara es un fraude.
Señal de ello es que los oficialistas adoptaron decisiones contrarias a la libertad sindical como instalar mesas de votación en guarniciones militares, excluir trabajadores con derecho al sufragio, incluir en las nóminas de electores gente que no trabaja en la industria petrolera y migrar trabajadores de un centro de trabajo a mesas foráneas para dificultar su votación. Si usted trabaja en Anaco vota en Caripito, si labora en Cabimas o Lagunillas vota en Maracaibo.
Respecto a la identificación del votante, en vez de solicitársele el carnet que acredita su condición laboral, bastará la cédula de identidad. Así, si figura en los listados diseñados por la comisión electoral de mayoría oficialista, votará en las elecciones sindicales petroleras, sin importar si trabaja en la industria, ni su afiliación sindical.
Comparativamente con las últimas elecciones de la FUTPV realizadas en 2009, de la nómina de electores de ese entonces, hoy se excluye un 40% de la población laboral, sin que conste su renuncia o su despido de la industria y los lugares que concentran tal exclusión son los centros de trabajo donde el PSUV puede perder, como lo denuncian Leonardo Infante y Américo Tábata, que son los 2 miembros no oficialistas de la comisión electoral en la FUTPV.
Infante y Tábata que representan a la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria Autónoma (C-CURA), segunda fuerza sindical en la FUTPV, esta semana consignaron en el CNE una denuncia contra la mayoría oficialista en la comisión electoral porque desde el 16 de mayo de este año no les responde su petición de cotejar los listados electorales con las nominas de trabajadores certificadas por PDVSA, PDVSA Gas y sus filiales. Paralelamente, la comisión electoral ha recibido unas 16 impugnaciones de todo tipo, al tiempo que CCURA teme que éstas se decidan sin participación.
Como se recordará, CCURA ganó en las elecciones de 2009 la Secretaría General y una Secretaría Ejecutiva en la FUTPV, ejercidas desde entonces por José Bodas y Frank Luna. Estos sindicalistas independientes y autónomos del PSUV y de PDVSA llevan casi 6 años denunciando las arbitrariedades cometidas por la directiva de la estatal petrolera que han causado un enorme retroceso en los derechos de los trabajadores, como la eliminación del histórico comisariato y la reducción del salario real, que fue sustituido entre un 30% y 40% por la tarjeta electrónica de alimentación (TEA).
Para estas elecciones sindicales, el proyecto electoral presentado ante el CNE fue aprobado y consignado sin participación de CCURA. Este proyecto, que es uno de los requisitos establecidos por las normas del CNE para organizar las elecciones sindicales, fue admitido con inusitada celeridad y sin observación alguna del organismo rector del poder electoral.
Además, el proceso electoral de la FUTPV es inusualmente rápido y centralista: comenzó en abril de este año y las elecciones se fijaron para el 30 de agosto de 2016; hay una sola comisión electoral nacional con sede en Caracas, sin subcomisiones electorales regionales, a pesar que la industria posee una nómina de unos 40.000 trabajadores. El personal contratado votaría conforme a discrecionales criterios de la mayoría en la comisión electoral de la FUTPV, donde figura la antigüedad, pero se desconoce quiénes serían las personas más antiguas.
¡Jose Bodas y Leonardo Infante, detenidos en febrero de 2014 por realizar actividades sindicales, y recluidos en la guarnición militar de Anzoátegui, deben votar en ese lugar para elegir a la directiva de la FUTPV!
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María Esperanza Hermida
@espehermida
Exclusión, imposición, violencia y negación
de derechos es la política oficialista para las
elecciones sindicales petroleras
Exclusión, imposición, violencia y negación de derechos es la política oficialista para las elecciones sindicales petroleras. En la comisión electoral de la Federación Unitaria de Trabajadores de Petroleros de Venezuela (FUTPV), el PSUV tiene 5 miembros de un total de 7 y esa instancia, llamada a organizar el proceso en una de las más importantes federaciones sindicales del país, lo que prepara es un fraude.
Señal de ello es que los oficialistas adoptaron decisiones contrarias a la libertad sindical como instalar mesas de votación en guarniciones militares, excluir trabajadores con derecho al sufragio, incluir en las nóminas de electores gente que no trabaja en la industria petrolera y migrar trabajadores de un centro de trabajo a mesas foráneas para dificultar su votación. Si usted trabaja en Anaco vota en Caripito, si labora en Cabimas o Lagunillas vota en Maracaibo.
Respecto a la identificación del votante, en vez de solicitársele el carnet que acredita su condición laboral, bastará la cédula de identidad. Así, si figura en los listados diseñados por la comisión electoral de mayoría oficialista, votará en las elecciones sindicales petroleras, sin importar si trabaja en la industria, ni su afiliación sindical.
Comparativamente con las últimas elecciones de la FUTPV realizadas en 2009, de la nómina de electores de ese entonces, hoy se excluye un 40% de la población laboral, sin que conste su renuncia o su despido de la industria y los lugares que concentran tal exclusión son los centros de trabajo donde el PSUV puede perder, como lo denuncian Leonardo Infante y Américo Tábata, que son los 2 miembros no oficialistas de la comisión electoral en la FUTPV.
Infante y Tábata que representan a la Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria Autónoma (C-CURA), segunda fuerza sindical en la FUTPV, esta semana consignaron en el CNE una denuncia contra la mayoría oficialista en la comisión electoral porque desde el 16 de mayo de este año no les responde su petición de cotejar los listados electorales con las nominas de trabajadores certificadas por PDVSA, PDVSA Gas y sus filiales. Paralelamente, la comisión electoral ha recibido unas 16 impugnaciones de todo tipo, al tiempo que CCURA teme que éstas se decidan sin participación.
Como se recordará, CCURA ganó en las elecciones de 2009 la Secretaría General y una Secretaría Ejecutiva en la FUTPV, ejercidas desde entonces por José Bodas y Frank Luna. Estos sindicalistas independientes y autónomos del PSUV y de PDVSA llevan casi 6 años denunciando las arbitrariedades cometidas por la directiva de la estatal petrolera que han causado un enorme retroceso en los derechos de los trabajadores, como la eliminación del histórico comisariato y la reducción del salario real, que fue sustituido entre un 30% y 40% por la tarjeta electrónica de alimentación (TEA).
Para estas elecciones sindicales, el proyecto electoral presentado ante el CNE fue aprobado y consignado sin participación de CCURA. Este proyecto, que es uno de los requisitos establecidos por las normas del CNE para organizar las elecciones sindicales, fue admitido con inusitada celeridad y sin observación alguna del organismo rector del poder electoral.
Además, el proceso electoral de la FUTPV es inusualmente rápido y centralista: comenzó en abril de este año y las elecciones se fijaron para el 30 de agosto de 2016; hay una sola comisión electoral nacional con sede en Caracas, sin subcomisiones electorales regionales, a pesar que la industria posee una nómina de unos 40.000 trabajadores. El personal contratado votaría conforme a discrecionales criterios de la mayoría en la comisión electoral de la FUTPV, donde figura la antigüedad, pero se desconoce quiénes serían las personas más antiguas.
¡Jose Bodas y Leonardo Infante, detenidos en febrero de 2014 por realizar actividades sindicales, y recluidos en la guarnición militar de Anzoátegui, deben votar en ese lugar para elegir a la directiva de la FUTPV!
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