domingo, 3 de abril de 2016

'El Topo' tiene más poder que el mismo Gobierno'

Fotos William Urdaneta / Archivo
En Tumeremo afirman que el Topo está internado en 
una mina, “pero el Gobierno no se ha metido para allá 
a buscarlo”. Se cree que el yacimiento sea La Guarampín, 
en el sector Hoja de Lata, en el municipio Sifontes.

Correo del Caroní

Pableysa Ostos

Aún la voz se les entrecorta. Mientras conversan, toman aire y siguen. El dolor sigue latente, al igual que el miedo. Admiten no tener paz tras lo sucedido el 4 de marzo en Tumeremo. Reconocen temer por sus vidas.

Estas mujeres son madres, primas o hermanas de alguno de esos 17 mineros, cocineras y dueños de molinos asesinados en la vía de Los Peregrinos, camino que conduce a la mina Atenas, en el municipio Sifontes, al sur del estado Bolívar.

Según el ministro de Interior, Justicia y Paz, Gustavo González López, el autor material de la masacre es un ecuatoriano, Jamilton Andrés Ulloa Suárez, alias el Topo.

Ya ha pasado un mes y las interrogantes siguen rondando la cabeza de los familiares. Una madre de uno de los 17 que falleció en la masacre relata que después de 15 días hubo una reunión entre las familias y el gobernador del estado Bolívar, Francisco Rangel Gómez.


Fue un engaño, califica sin vacilar el encuentro. “El viernes 19 en la noche nos citaron en el comando de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), nos dijeron que debíamos estar al otro día nuevamente allá para conversar sobre la presunta indemnización que nos darían por la muerte de nuestros familiares”.

“No nos habían notificado que él (Rangel Gómez) estaría presente. A mí me pareció extraño porque nos cambiaron el sitio de reunión ese sábado, nos movieron al Fuerte Tarabay, y segundo hubo mucha amabilidad, cosa que no hubo cuando iban a entregar los cuerpos”, comentó.

“Él no ha dado la cara porque no quiere ‘hacer politiquerías con el dolor de nosotros”, narra las palabras del gobernador. “Una serie de cosas que ni uno se lo cree. Él supuestamente le haría una casa a la mujer que dejó mi hijo con mis tres nietos, ellos vinieron e hicieron foto, pero hasta que yo no vea no voy a creer eso”.

- ¿Cómo ha sido su vida después de lo sucedido?

- Fatal. No he tenido paz. La cosa está peor aquí en Tumeremo. Si antes vivía encerrada, ahora vivo con más miedo. Puedo llegarte a decir que ese señor (el Topo) tiene más poder que el mismo Gobierno. Yo no he sentido protección de ningún tipo.

Con resignación comenta que tiene ganas de vender su casa e irse de Tumeremo: “¿Cómo uno vive así, con el temor? No me he ido porque mis nietas están estudiando y ellas viven conmigo, una va para primer año y las niñas pequeñas para primer grado; les falta poco para terminar su año escolar. Lo he pensado una y otra vez”.

Afirma que el Topo sigue en Tumeremo, internado en una mina, “pero el Gobierno no se ha metido para allá a buscarlo”. Se cree que el yacimiento sea La Guarampín, en el sector Hoja de Lata.

En Tumeremo

La situación en el municipio Sifontes no es distinta a otros poblados ubicados al sur del estado Bolívar, cuatro hombres son señalados por sus habitantes como los líderes del sector minero: el Topo, el Potro, el Gordo y Armandito.

Lucha entre bandas

La prima de uno de los fallecidos explicó que Tumeremo “se mantiene más tenso que nunca. Hace poco mataron a dos familiares de la Doña (Rosa Zoraida Gil). Según fue una banda contraria a la de ellos. Tenemos miedo y nos toca vivir con ellos. No sabes si arremetan contra nosotros y las próximas víctimas terminamos siendo las familias”.

“La gente quiere trabajar y ganar billete, entonces se buscan la vida fácil y empiezan a trabajarles a esos tipos. Ellos desean el poder, llegar a hacer algo más grande. Ya al instalarse en una mina empiezan a ganar poder”, relata un hombre cuyo hermano figura entre los fallecidos en la masacre.

“Algunos empiezan desde abajo, como batero, minero. Pero a veces se cansa, se consigue una pistola y va escalando, hasta que se gradúa para ser un chivo grande”.

- ¿Cuánto tiempo tiene el Topo operando en Tumeremo?

- Mira mi reina, él está aquí desde 2009. Fue escalando poco a poco. Más bien se ganó hasta la gente que vive aquí. Era como el ángel disfrazado de demonio por decirlo así, el peor error que cometió fue matar a esa gente inocente.

El hombre asegura que la gente quería a el Topo, “la familia de él vivía aquí, pero a raíz de todo esto ya la sacó”.

- ¿Compra oro el Topo?

- No, ese hombre no le compra nada a nadie. Viene y lo busca y la gente se lo da para que no les pase nada. Porque nosotros le pagamos a él hasta 50 por ciento de lo que se saca en el resumen. Te explicó: si yo saco un kilo de oro, yo tengo que darle medio kilo a él. Y de no tener molino para el material debo ir a que me procesen el oro y por eso debo cancelar 20 por ciento.

Explican que el dueño del molino también debe cancelarle un porcentaje a el Topo.

Aseguran que la ganancia que recibe es aproximadamente de 70 por ciento, tras lo que le dan tanto los mineros como los dueños de los molinos.

Cambio de guardia

El joven especifica que la mayoría va escalando posiciones, pero aquel “que quiere llegar a mandar, de una vez monta la pata. Pero en esa montada viene llena de sangre. Lo que pasó en Tumeremo fue un cambio de guardia. Él quería apoderarse de esa bulla(mina). Eran más ingresos para él y eso que es casi dueño de todas”.

Algunas de las minas que tiene el Topo son: Corre Gente, León, La Pumalaca, La Antena, Vuelvan Caras, Batatal, El Tigre, Hoja de Lata, Nuevo Callao, Atenas, El Telmito.

“Ese es un tipo que tiene plata por demás. Muchas veces llega a la mina en helicóptero, busca lo que le toca y se va. Uno se cansaba de verlo comprando aliños, ese es el vecino que todas las personas querían tener. Pero mató mucha gente que no debía, gente inocente. Si fuera una guerra de bandas se acepta, pero aquí no pasó eso”, agregó.

Aseguran que la mina Atenas era de un hombre del barrio Las Caraticas, apodado el Potro, y el Topo “quiso hacerle cambio de guardia. Tumbarlo. Tenía tiempo que ese cambio no se hacía”.

Una familia pide exhumación
  • 17 cadáveres fueron localizados el 14 de marzo en el sector Nuevo Callao, en una fosa de 4 metros de profundidad por 3 de ancho; fueron lanzados ahí con una retroexcavadora.
  • Las familias iniciaron los reconocimientos al día siguiente solo viéndolos desde el cuello hacia abajo, nunca las caras ya que las tuvieron tapadas. Se suponía que el miércoles 16 iban a regresar al Fuerte Tarabay para seguir con la identificación, pero al llegar los cuerpos ya estaban dentro de urnas selladas.
  • La suspicacia no se ha desvanecido. Una de las madres de los fallecidos informó que una de las familias está pidiendo la exhumación.

- ¿Por qué no creen que sean sus hijos?

- Tenemos la duda que las personas que enterramos sean realmente nuestros hijos. Nunca nos dejaron verles las caras. Supuestamente, según los exámenes de ADN, esos son nuestros hijos; pero los rumores siguen, entre esos dicen que uno de los tres hermanos (denunciado como desaparecido) está vivo. Es por ello que están tramitando la exhumación del cuerpo.

Si ellos mismos no saben si es él o no, si está vivo o muerto, qué quedará para el resto. Por salir rápido de nosotros, ellos (el gobierno) nos entregaron a alguien. Ya dudo de la palabra de ellos. Yo ya dudo de que sea mi hijo. Pero si sacan a uno, deben sacarlos a todos.


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