El Libertario
Hace apenas 8 días el Presidente de la República Nicolás Maduro Moros de acuerdo a lo establecido en la Constitución Nacional presentó ante la Asamblea Nacional su Memoria y Cuenta correspondiente al año 2015, esta era la primera vez que en los últimos 16 años, que un jefe de estado presentaba su alocución ante una Asamblea Nacional en su mayoría opositora, eran muchas las expectativas que muchos nos habíamos hecho de esta intervención así que trate de darle un seguimiento a lo que el Presidente Maduro diría.
Como era de esperarse el tema económico era sin duda alguna uno de los principales problemas que esperábamos que el Presidente tocara porque estamos claros que todos estamos sufriendo en carne propia las calamidades de la escases de alimentos, la inflación desmesurada y el poco o ningún valor que nuestro dinero tiene hoy en día.
Pero para sorpresa de todos los que escuchábamos la memoria y cuenta del Presidente se le olvido hablar de otro de los temas que preocupan a los venezolanos como es el de la inseguridad, el Presidente no ha entendido que vivimos en constante zozobra por miedo a que nos roben o nos maten al salir a la calle, no ha entendido que nos hemos fijado un toque de queda voluntario y después de las 6 de la tarde estamos presos en nuestras casas sin poder salir por miedo al hampa que está desbordada en las calles.
Después de más de 20 planes de seguridad a lo largo de los últimos 16 años, ninguno ha logrado dar resultado, incluyendo la Operación Liberación del Pueblo, creada e implementada por el Presidente Maduro, cuyas denuncias por violaciones a los derechos humanos se han convertido en el pan nuestro de cada día y que han dejado una buena cantidad de muertos o ajusticiados durante su implementación.
En ninguna de las áreas que conforman la seguridad ciudadana como son: Prevención al Delito, Cuerpos Policiales, Administración de Justicia y Sistema Penitenciario, el Ejecutivo Nacional ha logrado avances, me atrevo a decir que hemos retrocedido bastante y que cada día el problema de la inseguridad es más grave.
Para dar una muestra de la crítica inseguridad en que vivimos los venezolanos, solo basta leer lo que nos dice el Observatorio Venezolano de Violencia en su informe referente al año 2015 “Los estimados son que para el final del año 2015 tendremos en el país 27.875 muertes violentas para una tasa de 90 fallecidos por cada cien mil habitantes. Esta tasa pudiera colocar a Venezuela como el país más violento de América, luego de conocer las cifras de Honduras y El Salvador, pues Honduras, que el año pasado se encontraba en ese primer lugar, ha tenido un descenso importante en el número de homicidios; pero El Salvador ha sufrido un incremento importante, que lo pudiera colocar con una tasa igual o superior a la de Venezuela. Salvo Venezuela y El Salvador, la tendencia de toda la región ha sido a la estabilidad o disminución en el número de homicidios. Brasil mantiene estable su tasa aunque varía en la distribución territorial la violencia, disminuyendo en el sur e incrementándose en el nordeste. Colombia ha tenido unas reducciones sostenidas por una década y con una disminución histórica en las ciudades importantes del país. México disminuye los homicidios, luego de unos años de incremento a partir de 2008, y mantiene grandes diferencias territoriales, con ciudades muy seguras al sur y muy peligrosas al norte. Esas variaciones nos permiten estimar que para fines del año 2015 se habrán cometido en América Latina y el Caribe un total de 145.000 homicidios, de los cuales Venezuela aporta el 19%. Es decir, que uno de cada cinco homicidios que se cometen en la región lo padece un venezolano. O dicho de otro modo, de cada diez víctimas de homicidios de la región, dos son venezolanos, tres son brasileños, uno es colombiano y otro mexicano; y los tres restantes se dividen entre todos los demás 40 países y unidades político-territoriales del subcontinente que registra la UNODC (Organización de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen por sus siglas en inglés)”.
Con estas cifras, que sin duda alguna son aterradoras y nos ubican como uno de los países más peligrosos del mundo, resulta verdaderamente insólito que al Presidente de la República se le haya olvidado en la presentación de su memoria y cuenta hablar del tema de la inseguridad, tal vez como él puede pasear por la avenida Urdaneta a las 10 de la noche rodeado de escoltas y la guardia presidencial se imagina que el resto de los que aquí habitamos podemos hacer lo mismo.
Los venezolanos y todos los que aquí habitamos exigimos que se le dé solución al problema de la seguridad ciudadana, ya que si bien es cierto que el problema económico es verdaderamente preocupante para lograr ver los avances que se logren en esa materia necesitamos estar vivos.
En ninguna de las áreas que conforman la seguridad ciudadana como son: Prevención al Delito, Cuerpos Policiales, Administración de Justicia y Sistema Penitenciario, el Ejecutivo Nacional ha logrado avances, me atrevo a decir que hemos retrocedido bastante y que cada día el problema de la inseguridad es más grave.
Para dar una muestra de la crítica inseguridad en que vivimos los venezolanos, solo basta leer lo que nos dice el Observatorio Venezolano de Violencia en su informe referente al año 2015 “Los estimados son que para el final del año 2015 tendremos en el país 27.875 muertes violentas para una tasa de 90 fallecidos por cada cien mil habitantes. Esta tasa pudiera colocar a Venezuela como el país más violento de América, luego de conocer las cifras de Honduras y El Salvador, pues Honduras, que el año pasado se encontraba en ese primer lugar, ha tenido un descenso importante en el número de homicidios; pero El Salvador ha sufrido un incremento importante, que lo pudiera colocar con una tasa igual o superior a la de Venezuela. Salvo Venezuela y El Salvador, la tendencia de toda la región ha sido a la estabilidad o disminución en el número de homicidios. Brasil mantiene estable su tasa aunque varía en la distribución territorial la violencia, disminuyendo en el sur e incrementándose en el nordeste. Colombia ha tenido unas reducciones sostenidas por una década y con una disminución histórica en las ciudades importantes del país. México disminuye los homicidios, luego de unos años de incremento a partir de 2008, y mantiene grandes diferencias territoriales, con ciudades muy seguras al sur y muy peligrosas al norte. Esas variaciones nos permiten estimar que para fines del año 2015 se habrán cometido en América Latina y el Caribe un total de 145.000 homicidios, de los cuales Venezuela aporta el 19%. Es decir, que uno de cada cinco homicidios que se cometen en la región lo padece un venezolano. O dicho de otro modo, de cada diez víctimas de homicidios de la región, dos son venezolanos, tres son brasileños, uno es colombiano y otro mexicano; y los tres restantes se dividen entre todos los demás 40 países y unidades político-territoriales del subcontinente que registra la UNODC (Organización de Naciones Unidas contra las Drogas y el Crimen por sus siglas en inglés)”.
Con estas cifras, que sin duda alguna son aterradoras y nos ubican como uno de los países más peligrosos del mundo, resulta verdaderamente insólito que al Presidente de la República se le haya olvidado en la presentación de su memoria y cuenta hablar del tema de la inseguridad, tal vez como él puede pasear por la avenida Urdaneta a las 10 de la noche rodeado de escoltas y la guardia presidencial se imagina que el resto de los que aquí habitamos podemos hacer lo mismo.
Los venezolanos y todos los que aquí habitamos exigimos que se le dé solución al problema de la seguridad ciudadana, ya que si bien es cierto que el problema económico es verdaderamente preocupante para lograr ver los avances que se logren en esa materia necesitamos estar vivos.
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