lunes, 4 de enero de 2016

El año 2016 toma a Venezuela al borde del colapso macroeconómico


María Ramírez 
Correo del Caroní

En el 2015 privó la agenda política sobre la económica. En un escenario de contienda electoral en un país altamente polarizado, el plano económico quedó en tinieblas, agudizándose con ello los desequilibrios económicos, cuyo principal reflejo es el alza de la inflación y la escasez.

“Se dejaron de tomar medidas, la más básica vinculada al equilibrio fiscal, porque ningún sistema económico ni político, independientemente de que sea de izquierda o derecha, puede mantener una brecha fiscal tan grande”, aseguró el economista y docente de la Universidad Central de Venezuela (UCV), Douglas Becerra. “Un Estado debe tener un nivel de solvencia. Un Estado no puede convertirse en un maula, no se han hecho correctivos y el déficit fiscal es inmanejable y puede ser equivalente al 30% del producto interno bruto”, dijo, con miras a duplicarse en el 2016 de no tomarse medidas.

A juicio del economista, las distorsiones económicas colocan a Venezuela al cierre del 2015 en “la antesala del colapso macroeconómico”, “que es cuando el Estado pierde toda capacidad de incidir en la economía, en eso estamos prácticamente”. Con un alto déficit fiscal, destacó, el Estado no puede cumplir con sus obligaciones porque no es capaz de cubrir sus gastos, “entonces todo empieza a funcionar mal y lento”, en un contexto no solo de recesión económica sino de caída de los precios del crudo, que aportan al país la mayor parte de sus ingresos anuales. “Cuando un Estado empieza a tener un déficit, empieza a generar desequilibrios en los otros sectores, que básicamente están orientados a generar una devaluación, inflación, desinversión y caída del salario real”.

En este escenario, señaló Becerra, el país avanza a un inevitable proceso de ajuste, quiérase o no, que puede ser organizado o desorganizado. El caso venezolano, especificó, es desordenado, “al mejor estilo del sálvese quien pueda”, con fuertes impactos en la población.

“Si hacen un plan de ajuste formal y ordenado el costo social es menor y evitas el deterioro de la estructura económica (…) un plan de ajuste es aceptar lo mal que está la economía”, planteó. Becerra resaltó que lo que los venezolanos conocen hoy como crisis es el proceso de decadencia del modelo rentista “que llegó a su fase terminal”. “Concretar un nuevo modelo productivo demorará de cuatro a cinco años, lo primero es lograr la solución a la inestabilidad política para que la economía camine”, puntualizó.

Crisis en tres patas

A continuación un breve repaso de los graves problemas económicos que han acentuado la crisis económica de Venezuela este año:

- Recesión. La improductividad de las fábricas nacionales se percibe a diario y se observa en industrias, tiendas y estantes. Al cierre del 2014, el Banco Central de Venezuela registraba en su mensaje de fin de año, una contracción de 4,4% en la manufactura y 9,5% en la actividad comercial en el tercer trimestre de ese año. Este 2015 los indicadores son peores.

El Fondo Monetario Internacional registró en su informe Panorama Económico Mundial (WEO, por sus siglas en inglés), publicado en octubre de 2015, una proyección de recesión económica en Venezuela de 10% al cierre del año. “Venezuela ya venía sufriendo graves desequilibrios macroeconómicos, algo que se ha exacerbado con la caída de los precios del petróleo”, destacó Gian Maria Milesi-Ferretti, director adjunto del Departamento de Investigación del FMI. El panorama para el 2016 dibuja una contracción económica de 6%.

Las cifras de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) son más conservadoras. El organismo indica que Venezuela será la nación con peores resultados económicos en la región al cierre del 2015 con un 6,7% de retroceso del producto interno bruto y un desplome de 7% para 2016. “Cuando las reservas internacionales lleguen a 10 mil millones de dólares no hay capacidad de acción”, afirmó el economista Douglas Becerra, advirtiendo sin embargo que hace un par de días subieron las reservas en $ 1,8 millardos. Atribuye el incremento a una posible pignoración de oro.

- Alta inflación. A la par del rezago productivo que ha desplomado la oferta de bienes y servicios, el aumento de los precios ha sido la distorsión económica más reseñada en medios nacionales e internacionales en torno a Venezuela este año. Por ejemplo, un kilo de carne de res que a principios del 2015 se conseguía en aproximadamente Bs. 450 en Ciudad Guayana, superaba a finales de año los Bs. 2 mil, un alza de 344%. Desde diciembre de 2014, el Banco Central de Venezuela dejó de publicar las cifras oficiales de inflación, por lo que los ciudadanos carecen de estadísticas precisas de variación de los precios.

A mediados de octubre, durante una visita a Sidor, el presidente Nicolás Maduro estimó que la inflación “inducida, especulativa, criminal y pelucona del 2015” será de alrededor del 80%. “Son las proyecciones, ahora le corresponde a ellos, BCV, anunciar esas estadísticas, pero yo dije hay que proteger el salario y vamos a vencer los precios que la burguesía y los bachaqueros le ponen a los productos en la calle”, exclamó. Las cifras distan de las proyecciones de organismos multilaterales. Para el FMI, Venezuela cerrará el 2015 con una inflación de 159,1% que se elevará, para el 2016, a 204,1%. La variación ha derrumbado el poder adquisitivo de los asalariados.

- Escasez en ascenso. La indisponibilidad de recursos por la caída de la renta petrolera y la baja producción ha acentuado la escasez de productos en el país. “Lo que más preocupa en el 2016 es la llegada a una crisis alimentaria, porque el Estado no va a tener recursos para importar comida”, dijo Becerra, aunque la carrera en esta materia dio pasos agigantados en 2015.

Una revisión del boletín del Centro de Investigaciones para la Educación, la Productividad y la Vida de la Universidad Católica Andrés Bello, campus Guayana (Ciepv, UCAB Guayana) permite observar el aumento de la escasez en un año. En septiembre de 2014, el índice de escasez en Puerto Ordaz era de 22,65%, mientras que en San Félix alcanzaba a 34,68%, según el Ciepv. Un año después, en septiembre de 2015, el índice de escasez en Puerto Ordaz se elevó a 54,85%, mientras que en San Félix escaló a 53,08%, según el mismo estudio. En el caso de Puerto Ordaz, subió más del doble.

[Tomado de http://www.correodelcaroni.com/index.php/economia/item/40842-el-ano-nuevo-toma-a-venezuela-al-borde-del-colapso-macroeconomico.]

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