Caracas, 8 de noviembre.- El gobierno de Nicolás Maduro justifica las medidas económicas que descarga desde el año 2013 sobre la población trabajadora, alegando que su gobierno es víctima de una guerra económica a manos de sectores no identificados del empresariado venezolano. No obstante, lo cierto es que mediante aumentos en el transporte, los costos de los alimentos, el aumento significativo de la impresión de dinero por parte del BCV, la extensión del cobro de impuestos sobre rentas hacia los sectores asalariados más depauperados, y los aumentos salariales por debajo de la inflación, el gobierno viene aplicando un ajuste de enormes dimensiones, empobreciendo a la mayoría de la población y abaratando la mano de obra.
Maduro admitió este sábado, durante un acto en el que entregó un lote de taxis, que pese a la caída de los ingresos petroleros, su gobierno ha pagado este año 13 mil 500 millones de dólares en servicios de deuda externa, lo que suma más de 27 mil millones de dólares entre 2014 y 2015. Hace dos semanas se realizó un desembolso de 5.200 millones de dólares al capital financiero internacional. Pese a que sus prioridades están en honrar compromisos con lo más concentrado del capital imperialista, Maduro se quejó de que las evaluadoras de riesgo país empeoraron la calificación de Venezuela. Acusó al magnate Lorenzo Mendoza de hacer lobby planteando que Venezuela no pagará la deuda externa.
“Y nuestro camino ¿cuál es? el camino de profundizar y radicalizar el socialismo bolivariano y chavista”, aseguró el Presidente. No obstante quedó claro que el peculiar “socialismo” que su gobierno “profundiza” privilegia los pagos a acreedores de la banca internacional por encima de la importación estatal de medicamentos, alimentos, y otros productos de consumo básico que alcanzan este año los máximos niveles de escasez del último medio siglo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Gracias por compartir con todos tus comentarios y opiones