domingo, 23 de agosto de 2015

Dos estrategias frente a la revolución: Putchismo o lucha de masas



Por: Mercedes Petit (El Socialista)


Se reedita Perú: dos estrategias, agotado desde 1964: Nuevo libro de Nahuel Moreno.

A comienzos de los años sesenta en el Perú se produjo la primera desviación hacia el guerrillerismo guevarista en las filas del trotskismo. Al mismo tiempo, crecía la movilización campesina que dirigía Hugo Blanco en los valles de los Andes centrales. Moreno polemizó duramente contra aquella desviación, que culminó con dos trágicos asaltos bancarios.

A partir de 1959 en América Latina comenzó a crecer la influencia de la triunfante revolución cubana que derrotó a la dictadura de Batista y comenzó un proceso de ruptura con la burguesía y el imperialismo.

El sector del trotskismo que encabezaba Nahuel Moreno, que se identificaba como “ortodoxo”, reivindicaba las expropiaciones que avanzaban en Cuba. Fue la única corriente que desde aquellas primeras medidas se alineó en la defensa de Cuba revolucionaria y socialista y al mismo tiempo criticó duramente a la dirección castrista-guevarista por sus concepciones foquistas y guerrilleras.

Cehus reedita por primera vez desde 1964 Peru: dos estrategias: una serie de cartas que expresaron aquellas polémicas y su influencia en el Perú. Fue un debate iniciado en 1961 entre Nahuel Moreno, y dirigentes de Palabra Obrera de Argentina que viajaron a colaborar y un sector de la dirección del partido hermano POR peruano (Partido Obrero Revolucionario).


Dice Miguel Sorans en su presentación: “Aquellas polémicas no fueron un mero ejercicio intelectual o académico, sino un debate vivo sobre la intervención directa en la lucha de clases. Estas cartas de Nahuel Moreno son una escuela de política revolucionaria y de la aplicación del método marxista. Por eso son una lectura imprescindible para ayudar en el avance de las tareas centrales que siguen planteadas en la actualidad: la movilización de los trabajadores y las masas y la construcción de los partidos revolucionarios, en la perspectiva del triunfo de la revolución socialista.”


Un programa para la revolución agraria


En la primera carta, dirigida a Hugo Blanco en abril de 1961, Moreno le señala que “la movilización campesina era por entonces el motor de la revolución peruana”. Evitaba caer en un esquema “obrerista” propio de otros grupos del trotskismo, y fiel al método marxista arrancaba de la realidad de la lucha de clases. Blanco comenzaba a transformarse en el máximo dirigente del proceso de sindicalización campesina y ocupación de tierra en los valles peruanos de la Convención y Lares, en el Cuzco. En su conocido libro sobre aquella gesta Tierra o muerte 1 , decía que “los aportes teóricos del camarada Nahuel Moreno, en especial, nos ayudaron mucho a tomar conciencia de esa importancia” de la revolución agraria. Moreno sintetizaba la orientación propuesta para desarrollar esa lucha en tres aspectos: 1. Tierra y voto para el campesino; 2. consignas para unir con las zonas urbanas, y 3, construir el partido.

Para facilitar la comprensión del proceso de movilización campesina de aquellos años y darle un marco al debate contra los putschistas, el libro incluye un ensayo muy esclarecedor del historiador Hernán Camarero, publicado en 2000 en Periferias. Revista de Ciencias Sociales.

“¿Putsch o desarrollo del poder dual?”

Lamentablemente, hacia fines de ese mismo año comenzó un cuestionamiento a estas definiciones y orientación. Los militantes provenientes de Argentina, haciendo una lectura de las enseñanzas de la revolución cubana totalmente distinta a la de Moreno y Palabra Obrera, impulsaron una desviación putschista influida por el foquismo guevarista y que intentaría reproducir en Perú el fracasado asalto al Cuartel Moncada en 1953 por Fidel Castro. Como parte de esta política trágicamente equivocada produjeron dos asaltos bancarios.

El primero fue en el Banco Popular de Lima, en diciembre de 1961. El inicio de la polémica y críticas de Moreno se plasmaron en una carta de enero de 1962 que se reproduce en el capítulo II del libro, con el título “¿Putsch o desarrollo del poder dual?” Pese a los viajes de Moreno (que fue preso en Bolivia ese mismo año) y otros compañeros, las distintas reuniones y discusiones realizadas en Lima y en Buenos Aires, el aventurerismo putschista siguió adelante. El segundo asalto se produjo en abril de 1962, y pocos días después sus protagonistas fueron todos detenidos.

El partido peruano prácticamente se liquidó. Hugo Blanco, que estaba volcado a la organización de los campesinos, a sus ocupaciones de tierras y sus milicias armadas, fue quedando cada vez más aislado. Finalmente cayó preso en mayo de 1963.

Estos son los hechos y los debates que componen aquel folleto de 1964 que se reedita por primera vez desde entonces.

Dos métodos frente a la revolución latinoamericana

Nahuel Moreno y su corriente se forjaron en un arduo debate, que significó crisis, divisiones y trágicas experiencias contra la influencia del guerrillerismo castro-guevarista, que tuvo sus inicios en el Perú al calor de la movilización campesina de Hugo Blanco.

Como dice Miguel Sorans en la presentación: “Nahuel Moreno siempre reivindicó que sólo la movilización revolucionaria de las masas podía derrotar al imperialismo y sus regímenes burgueses e imponer el socialismo. En ese camino insurreccional de masas la lucha armada sería un componente necesario, bajo las formas que se diera en cada situación. Lo que cuestionaba era el dogma guevarista de que el desarrollo de la revolución socialista solo era posible vía la guerra de guerrillas iniciada por un pequeño grupo de heroicos revolucionarios instalados en una zona rural (el “foco”). Ese dogma descartaba la importancia de analizar la realidad de la lucha de clases de cada país, del programa, las consignas, de la realidad de la clase trabajadora, del movimiento de masas, sus organizaciones y la construcción de un partido marxista revolucionario.”

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