coordinación nacional de C-cura
Por: Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma
En el marco de la crisis del capitalismo a nivel mundial, la clase trabajadora venezolana enfrenta una violenta ofensiva por parte del gobierno y los patronos, que ha menoscabado sus derechos políticos y sindicales, destruido los salarios, abaratando la mano de obra a niveles no vistos en los últimos 50 años. Ha flexibilizado las relaciones laborales con despidos masivos, todo como parte de los esfuerzos del gobierno y Fedecámaras por descargar el costo de la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador.
El desfalco de las divisas realizado por empresarios y burócratas corruptos por medio de Cadivi y Cencoex, calculado en más de 70 mil millones de dólares en fraudes de importación en los últimos tres años; la caída acelerada de la producción nacional, el fracaso de la compra estatal de empresas como las cementeras o Sidor; el desastre en el que se encuentran las empresas básicas, el deterioro de la industria petrolera debido a la desinversión, y la dependencia respecto de las transnacionales a través de las leoninas empresas mixtas; el importante crecimiento de la deuda externa y la impresión desaforada de dinero sin respaldo en la producción por parte del BCV. Todas estas son causas del desastre económico que padecemos, a las que se suma como un elemento coyuntural la caída de los precios del petróleo. Esta es la cruda realidad, y no las fantasías del discurso oficial acerca de una conspiración desestabilizadora bajo el formato de “guerra económica”.
La verdad es que la política económica del gobierno, al servicio de los banqueros, los nuevos ricos y de sectores del capital transnacional, ha permitido a los bancos privados aumentar el pasado ao sus ganancias en un 70%, el sector telecomunicaciones lleva 50 trimestres obteniendo ganancias fabulosas, así como los importadores y las transnacionales petroleras, mientras que los trabajadores sufrimos un recorte brutal a nuestro salario real por la vía inflacionaria, y la pobreza viene aumentando sostenidamente desde el año 2012.
El gobierno venezolano, con la coartada de un falso discurso socialista, aplica un plan de ajuste que incluye despidos, aumento de los precios de los alimentos y demás productos regulados, devaluación, aumento de tarifas del transporte y los servicios públicos, y ya se anuncia un incremento de la gasolina, lo cual generara una espiral inflacionaria nunca conocida en el pais.
Los patronos despiden trabajadores, con el aval de las inspectorías, y el visto bueno de los burócratas sindicales del Psuv. Esto está pasando de manera masiva en todo el país pero especialmente en Valencia. Ese es el caso de General Motors, Ford, Chrysler, Ajeven, Filtros Wix, Vicson, Canteras Cura, Que Pollo, y muchas otras empresas. Igualmente en Mitsubishi, en Barcelona, y Macusa en Cumaná.
El movimiento obrero venezolano no dispone de una central sindical autónoma y representativa que pueda ponerse al frente de la lucha por el salario, las contrataciones colectivas y contra los despidos. Hoy hay miles de razones para convocar a un paro nacional que sea parte de un plan de lucha contra el ajuste que el gobierno en acuerdo con los patronos, y con el visto bueno de la MUD, viene descargando sobre el pueblo trabajador, sin embargo, el movimiento sindical se encuentra postrado, dividido, y sin capacidad de dar una respuesta unitaria frente al gobierno y los empresarios. La mayoría de los dirigentes sindicales son furgón de cola del Psuv o de la MUD.
El movimiento sindical del país, arrastra desde los años del puntofijismo, una serie de vicios que en los últimos años se han profundizado y agravado. El carácter burocrático de muchos dirigentes sindicales hoy se ve agravado al extremo. Como en su mayoría son funcionarios del gobierno o diputados, o fueron colocados en sus cargos por Chávez, no tienen ninguna relación con la base y le rinden cuenta únicamente a la burocracia gubernamental.
Por su parte, la burocracia sindical ligada a la MUD tiene expectativas en volver a jugar el rol patronal que tuvo la dirección de la CTV durante los gobiernos de AD y Copei.
Asimismo, la degeneración ha llegado a niveles hasta hoy desconocidos. A tal punto la extorsión, la injerencia del hampa y de los pranes desde las cárceles es algo cotidiano en el seno del movimiento sindical. En muchos casos con la anuencia o la vista gorda de funcionarios del Estado.
Hoy más que nunca es necesario refundar al movimiento sindical desde las bases, convocando un congreso democrático con delegados elegidos en los centros de trabajo, pero esto sólo será una realidad con la movilización de los trabajadores, y organizando una corriente sindical que agrupe a los activistas y luchadores más combativos y clasistas del movimiento obrero, esfuerzo que venimos impulsando desde C-cura.
Resoluciones del plenario de la coordinación nacional de C-cura
- Apoyo a los trabajadores griegos en lucha contra los saqueadores de la Unión Europea encabezados por la Troika.
- Apoyo al Frente de Izquierda y de los Trabajadores de Argentina y a la fórmula presidencial Altamira-Giordano, como un ejemplo de una alternativa política para enfrentar a los políticos patronales y sus planes de ajuste.
- No al plan de ajuste del gobierno y Fedecámaras, que la crisis la paguen quienes la generaron. Por la realización de encuentros obreros y populares regionales y de carácter nacional para articular acciones comunes contra las medidas económicas del gobierno.
- Exigimos aumento general de salarios y un aumento del 150% al salario mínimo, con ajustes trimestrales equivalentes a la inflación.
- Apoyo a la lucha de los trabajadores universitarios por su convención colectiva.
- No a la criminalización de las luchas obreras y populares. Libertad para Rodney Álvarez, preso político obrero que lleva cuatro años preso como rehén del gobierno para escarmentar a los trabajadores de las empresas básicas de Guayana.
- Apoyamos la lucha por los reenganches que libran miles de trabajadores en el estado Carabobo y todo el país.
- Exigimos elecciones en la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, cuyo mandato está vencido desde el año pasado. Apoyamos la exigencia del secretario general de la Futpv, José Bodas, y el secretario ejecutivo Francisco Luna, de ser incluidos en la discusión del contrato colectivo petrolero.
- No a la tercerización en las instituciones y empresas estatales y privadas.
- Exigimos respeto a la libertad sindical. Fuera el CNE y los militares de las elecciones sindicales.
- Exigimos la nacionalización de la industria petrolera sin empresas mixtas ni transnacionales, basta de saqueo de nuestro principal recurso.
- Basta de subsidiar con la renta petrolera a los grandes empresarios. Rescate de las empresas básicas y desarrollo aguas abajo. Reforma agraria para aumentar el autoabastecimiento de alimentos.
- Solidaridad con los trabajadores de Bauxilum ante el desconocimiento de la elección de su sindicato por parte del gobierno.
- Solidaridad con los trabajadores de Petrocasa y Qué Pollo, ante los despidos ilegales y prácticas de terrorismo patronal.
- Solidaridad con Jesús Villarreal, directivo de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo, quien enfrenta un proceso judicial emprendido por agentes del gobierno por su participación en un paro acordado por los profesores.
- Apoyo a los trabajadores tercerizados de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo.
- No a las rebajas ilegales en el cálculo de las prestaciones sociales de los trabajadores petroleros y la violación de los derechos de los jubilados de las contratistas petroleras.
En el marco de la crisis del capitalismo a nivel mundial, la clase trabajadora venezolana enfrenta una violenta ofensiva por parte del gobierno y los patronos, que ha menoscabado sus derechos políticos y sindicales, destruido los salarios, abaratando la mano de obra a niveles no vistos en los últimos 50 años. Ha flexibilizado las relaciones laborales con despidos masivos, todo como parte de los esfuerzos del gobierno y Fedecámaras por descargar el costo de la crisis sobre los hombros del pueblo trabajador.
El desfalco de las divisas realizado por empresarios y burócratas corruptos por medio de Cadivi y Cencoex, calculado en más de 70 mil millones de dólares en fraudes de importación en los últimos tres años; la caída acelerada de la producción nacional, el fracaso de la compra estatal de empresas como las cementeras o Sidor; el desastre en el que se encuentran las empresas básicas, el deterioro de la industria petrolera debido a la desinversión, y la dependencia respecto de las transnacionales a través de las leoninas empresas mixtas; el importante crecimiento de la deuda externa y la impresión desaforada de dinero sin respaldo en la producción por parte del BCV. Todas estas son causas del desastre económico que padecemos, a las que se suma como un elemento coyuntural la caída de los precios del petróleo. Esta es la cruda realidad, y no las fantasías del discurso oficial acerca de una conspiración desestabilizadora bajo el formato de “guerra económica”.
La verdad es que la política económica del gobierno, al servicio de los banqueros, los nuevos ricos y de sectores del capital transnacional, ha permitido a los bancos privados aumentar el pasado ao sus ganancias en un 70%, el sector telecomunicaciones lleva 50 trimestres obteniendo ganancias fabulosas, así como los importadores y las transnacionales petroleras, mientras que los trabajadores sufrimos un recorte brutal a nuestro salario real por la vía inflacionaria, y la pobreza viene aumentando sostenidamente desde el año 2012.
El gobierno venezolano, con la coartada de un falso discurso socialista, aplica un plan de ajuste que incluye despidos, aumento de los precios de los alimentos y demás productos regulados, devaluación, aumento de tarifas del transporte y los servicios públicos, y ya se anuncia un incremento de la gasolina, lo cual generara una espiral inflacionaria nunca conocida en el pais.
Los patronos despiden trabajadores, con el aval de las inspectorías, y el visto bueno de los burócratas sindicales del Psuv. Esto está pasando de manera masiva en todo el país pero especialmente en Valencia. Ese es el caso de General Motors, Ford, Chrysler, Ajeven, Filtros Wix, Vicson, Canteras Cura, Que Pollo, y muchas otras empresas. Igualmente en Mitsubishi, en Barcelona, y Macusa en Cumaná.
El movimiento obrero venezolano no dispone de una central sindical autónoma y representativa que pueda ponerse al frente de la lucha por el salario, las contrataciones colectivas y contra los despidos. Hoy hay miles de razones para convocar a un paro nacional que sea parte de un plan de lucha contra el ajuste que el gobierno en acuerdo con los patronos, y con el visto bueno de la MUD, viene descargando sobre el pueblo trabajador, sin embargo, el movimiento sindical se encuentra postrado, dividido, y sin capacidad de dar una respuesta unitaria frente al gobierno y los empresarios. La mayoría de los dirigentes sindicales son furgón de cola del Psuv o de la MUD.
El movimiento sindical del país, arrastra desde los años del puntofijismo, una serie de vicios que en los últimos años se han profundizado y agravado. El carácter burocrático de muchos dirigentes sindicales hoy se ve agravado al extremo. Como en su mayoría son funcionarios del gobierno o diputados, o fueron colocados en sus cargos por Chávez, no tienen ninguna relación con la base y le rinden cuenta únicamente a la burocracia gubernamental.
Por su parte, la burocracia sindical ligada a la MUD tiene expectativas en volver a jugar el rol patronal que tuvo la dirección de la CTV durante los gobiernos de AD y Copei.
Asimismo, la degeneración ha llegado a niveles hasta hoy desconocidos. A tal punto la extorsión, la injerencia del hampa y de los pranes desde las cárceles es algo cotidiano en el seno del movimiento sindical. En muchos casos con la anuencia o la vista gorda de funcionarios del Estado.
Hoy más que nunca es necesario refundar al movimiento sindical desde las bases, convocando un congreso democrático con delegados elegidos en los centros de trabajo, pero esto sólo será una realidad con la movilización de los trabajadores, y organizando una corriente sindical que agrupe a los activistas y luchadores más combativos y clasistas del movimiento obrero, esfuerzo que venimos impulsando desde C-cura.
Resoluciones del plenario de la coordinación nacional de C-cura
- Apoyo a los trabajadores griegos en lucha contra los saqueadores de la Unión Europea encabezados por la Troika.
- Apoyo al Frente de Izquierda y de los Trabajadores de Argentina y a la fórmula presidencial Altamira-Giordano, como un ejemplo de una alternativa política para enfrentar a los políticos patronales y sus planes de ajuste.
- No al plan de ajuste del gobierno y Fedecámaras, que la crisis la paguen quienes la generaron. Por la realización de encuentros obreros y populares regionales y de carácter nacional para articular acciones comunes contra las medidas económicas del gobierno.
- Exigimos aumento general de salarios y un aumento del 150% al salario mínimo, con ajustes trimestrales equivalentes a la inflación.
- Apoyo a la lucha de los trabajadores universitarios por su convención colectiva.
- No a la criminalización de las luchas obreras y populares. Libertad para Rodney Álvarez, preso político obrero que lleva cuatro años preso como rehén del gobierno para escarmentar a los trabajadores de las empresas básicas de Guayana.
- Apoyamos la lucha por los reenganches que libran miles de trabajadores en el estado Carabobo y todo el país.
- Exigimos elecciones en la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela, cuyo mandato está vencido desde el año pasado. Apoyamos la exigencia del secretario general de la Futpv, José Bodas, y el secretario ejecutivo Francisco Luna, de ser incluidos en la discusión del contrato colectivo petrolero.
- No a la tercerización en las instituciones y empresas estatales y privadas.
- Exigimos respeto a la libertad sindical. Fuera el CNE y los militares de las elecciones sindicales.
- Exigimos la nacionalización de la industria petrolera sin empresas mixtas ni transnacionales, basta de saqueo de nuestro principal recurso.
- Basta de subsidiar con la renta petrolera a los grandes empresarios. Rescate de las empresas básicas y desarrollo aguas abajo. Reforma agraria para aumentar el autoabastecimiento de alimentos.
- Solidaridad con los trabajadores de Bauxilum ante el desconocimiento de la elección de su sindicato por parte del gobierno.
- Solidaridad con los trabajadores de Petrocasa y Qué Pollo, ante los despidos ilegales y prácticas de terrorismo patronal.
- Solidaridad con Jesús Villarreal, directivo de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo, quien enfrenta un proceso judicial emprendido por agentes del gobierno por su participación en un paro acordado por los profesores.
- Apoyo a los trabajadores tercerizados de la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo.
- No a las rebajas ilegales en el cálculo de las prestaciones sociales de los trabajadores petroleros y la violación de los derechos de los jubilados de las contratistas petroleras.
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