lunes, 9 de marzo de 2015

El Decreto 1.606 del 10/02/15 de Gaceta Oficial Nº 40.599 y sus verdaderos defensores


José Quintero Weir

No hay nada peor que tener que decirle a alguien, luego de mil veces de haberle advertido sobre la pudrición que emana de este gobierno sin que fuéramos escuchados y, por el contrario, acusados de ser “odiadores de Chávez”: “TE LO DIJE”.


No podemos dejar de decir tal terrible frase cuando hoy, leemos el mensaje que, tal vez por equivocación, nos ha hecho llegar una de las ambientalistas más aguerridamente acólitas de este gobierno y, en el que la organización “ambientalista” más aguerridamente pro-gobierno, al punto de recibir altas condecoraciones del Gobierno Regional del Zulia, se lanza ahora a denunciar la promulgación del Decreto 1606 que, en lo que ciertamente es la continuidad del gobierno del “eterno”, da vía libre a las transnacionales chinas a la explotación masiva de carbón en el río Socuy, con lo que se condena a muerte por falta de agua a toda la cuenca del Lago de Maracaibo y a todas sus poblaciones indígenas y no indígenas.


En lo que pretende ser una especie de “huida hacia adelante” de estos elementos, que así pretenden continuar manipulando el destino de los pueblos indígenas en el Zulia, salen ahora denunciando lo que desde hace más de 10 años ya sabían y de lo que les habíamos advertido, especialmente, cuando jamás el “eterno” al que veneran santificadamente, nunca se atrevió ni siquiera a recibir a Sabino Romero y, mucho menos, a darle finiquito en justicia a la demarcación de las tierras indígenas, ni siquiera como tierras, ni siquiera como hábitats, mucho menos como territorio.


Por ello, no es casual que el discurso, una vez más, se instala en la supuesta inocencia, ahora de Maduro (antes era del ahora “eterno”), quien supuestamente está siendo engañado por otros, por idiota (que ciertamente lo es), o porque alguien lo quiere tumbar. Así, los siempre vendidos, pretenden justificar la existencia del Decreto 1606 que abre las compuertas a la explotación minero-carbonífera por parte de, no precisamente del imperialismo norteamericano, sino de unos supuestos “hermanos chinos”, a quienes les vale madres la vida de los venezolanos y, mucho menos, la de los pueblos wayuu establecidos en esa zona, y del pueblo añuu y todos los demás pueblos indígenas y aún los criollos que ciertamente se verán afectados por tal explotación.


Estos mismos sujetos que ahora mezclan el supuesto golpe fallido a Maduro con el Decreto 1606 en un vano intento por seguir un doble juego desvergonzado y vergonzante, pero que les ha permitido recibir condecoraciones, dar empleo de profesores en la Universidad de la Policía a sus miembros; recibir financiamientos en los que se cuenta el financiamiento al cineasta Carlos Azpurua para producir un documental que, por encima de todo, pretende ocultar la responsabilidad política de Chávez y su Gobierno (y sus herederos) del asesinato de Sabino Romero, la burla a los pueblos indígenas en su aspiración de justicia territorial y, ahora, la justificación de la orden de explotación minera en río Socuy.


Estos mismos sujetos, callaron o, justificaron, cuando Chávez en vez de recibir a Sabino el pinche “eterno” recibió al drogo de Maradona. Se callaron, participaron del desvío de las investigaciones que podrían vincular al Manguera (supuesto asesino de Sabino) en sus relaciones con elementos de las Fuerzas Armadas y algunos Ministros hoy gobernadores de Estado y altos miembros del PSUV. En fin, callaron o nada dijeron cuando el peor de los sinvergüenzas por ser un viejo; quiero decir, cualquiera puede ser un sin vergüenza, pero no hay peor sin vergüenza que un viejo que, a pesar de su edad, no tenga verguenza. Me refiero al viejo Soto Rojas, quien, al saberse públicamente que Chávez (no Maduro), le entregó todo el territorio nacional a los Chinos para su exploración geológica para su posible explotación minero-energética, el puto viejo salió a declarar que los Chinos se lo merecían porque ellos sí sabían de cómo explotar minas.


Estos ambientalistas ni abrieron la boca. Callaron, y, por el contrario, doblaron el espinazo para que Arias Cárdenas, principal representante de la minería de carbón en el Zulia, les colocara una medalla diligenciada por una de sus aliadas organizaciones “ambientalistas”. Meses antes, Sabino había sido asesinado, y hoy día, los ambientalistas miembros de esta organización se encargan de enseñar a los policías del gobierno en la Universidad de la Policía que sigue matando igualito que en el pasado; o forman parte de los equipos de producción audiovisual para la creación de discursos en defensa del gobierno que, por supuesto, han de incluir la defensa del Decreto 1606 que ellos mismos se adelantan a denunciar. Estos mismos elementos se encargaron de liquidar la organización propia de los wayuu de la región del Socuy. Liquidaron su experiencia de escuela autónoma y su organización autónoma creando organizaciones paralelas para recibir y administrar los financiamientos que obtenían a través de mecanismos gubernamentales. Y, finalmente, jamás han abierto la boca en torno a los asesinatos cometidos por la Fuerza Armada Bolivariana en contra de los añuu y wayuu en La Guajira, pues, para ellos, desde su colonial perspectiva, y, sobre todo, por el poder de ciertos wayuu miembros de la clase en el poder chavista, los wayuu y añuu asesinados, sencillamente, lo merecían. Decimos esto como lógica conclusión en razón de la expresión de una de las acérrimas acólitas de estos “ambientalistas” conectadas a los “eternos”, quien, ante la propuesta de un profesor de que esa organización, así como conmemoraba a Sabino debía conmemorar a los wayuu recientemente asesinados en La Guajira. Por supuesto, con la fuerza de su poder, la militante (por demás, “antropóloga”), le conminó a organizar por sí mismo tal homenaje, pues, para ellos, dueños de la lucha indígena, los wayuu asesinados por el gobierno no son muertos, esto es, no son gente asesinada por el poder, y, si Sabino fue asesinado, fue porque Chávez fue engañado por alguien, no se sabe quién, pues, tampoco tienen valor para señalar a nadie: la cobardía se convierte así, en método científico-antropológico.


En fin, hemos querido denunciar previamente a los supuestos dominadores de la lucha indígena, pues, ellos siempre han servido a los propósitos del Estado-gobierno (categoría que, por cierto, aprendieron de nosotros y que indistintamente usan para justificar sus despropósitos y los del gobierno al que representan), y que ahora, pretenden continuar justificando colonialmente, asumiendo su supuesta condición de “dueños de la voluntad” de lucha de los pueblos indígenas del país para terminar, como siempre ha sucedido, entregando la lucha de los pueblos en virtud y en función de sus propios intereses de grupo.


Por todo lo anterior, y por la urgencia de la muerte a la que nos pretende condenar a todos el gobierno de los bastardos, nos comprometemos a presentar casi de inmediato, no sólo el desmembramiento del Decreto 1606 del gobierno de Chávez-Maduro-Cabello en contra de los pueblos indígenas y del Zulia todo, sino también, un Programa de Lucha en el que sea posible la unidad indígena-pobladores de la ciudad en defensa del agua, la tierra y la vida de todos.


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