jueves, 26 de febrero de 2015

La deuda externa de PDVSA en Bonos


11 bonos emitidos por $33.400 
millones con vencimientos hasta 2037

Emisión de Deuda de PDVSA 
Especial El Universal
22.02.2015 

En el presente artículo, como una contribución para el análisis, se busca darle respuesta a algunas interrogantes claves para comprender la situación de endeudamiento de nuestra empresa petrolera. Tales son: ¿Qué monto se ha emitido en bonos?

¿Cuándo comenzaron estas emisiones?

Logros del Endeudamiento.


La información para el análisis está basada en los informes de gestión de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y los balances de la deuda financiera de Pdvsa.

Deuda hasta el 2037

La generación de jóvenes entre 18 y 28 años, muchos economistas ya, estudiantes de economía o curiosos, no entienden de donde se originan los Bonos de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y cómo pueden tener ese precio.


Tratando de satisfacer esa interrogante y curiosidad, se desarrollan estas líneas con data recogida de Pdvsa y procesada por Boungy.

Hoy en día, hay en circulación 11 bonos por un monto total de 33.400 millones de dólares, con vencimientos desde 2015 hasta el 2037.

El inicio del endeudamiento

A partir del 2007, Pdvsa comenzó a realizar emisiones de bonos en dólares, los cuales se negocian actualmente en los mercados internacionales.

Para el cierre del 2006, la deuda financiera de PDVSA consistía, mayormente, de créditos otorgados por agencias gubernamentales de exportación y líneas bancarias, para un monto total de deuda, a largo plazo, de 2.262 millones de dólares.

La primera emisión de bonos, coordinada por ABN Amro y Econoinvest Casa de Bolsa, fue en abril del 2007 por 7.500 millones de dólares, constituida por 3 bonos, cuyos vencimientos eran para el 2017, 2027 y 2037, con cupones de 5,25%, 5,375% y 5,5%, respectivamente.

Con esta emisión, la deuda financiera de Pdvsa, al cierre del 2007, alcanzó 12.370 millones de dólares y el índice de deuda sobre el patrimonio pasa de 5% a 30% del 2006 al 2007.

Los bonos se cancelaban con bolívares, cuyo monto se calculaba multiplicando el precio de la emisión por el valor nominal que se deseaba y por el tipo de cambio oficial a la fecha.

Los inversionistas interesados acudían a los bancos y casas de bolsa para la operación de compra de los bonos. Cada inversionista podía dividir el monto de los bolívares cancelados entre el valor de los bonos en el mercado, resultando el denominado tipo de cambio implícito.

Petróleos de Venezuela recibía bolívares a cambio de la emisión de deuda, a través de bonos en dólares con vencimientos futuros que, dependiendo del riesgo de Pdvsa en el mercado internacional, se obtenía un precio para los bonos.

Para aquel momento no existían bonos en el mercado de Pdvsa. La petrolera estatal había recomprado todo después del paro, por lo que había que utilizar la curva de rendimiento de Venezuela para estimar el probable precio de los bonos.

El precio de esta emisión fue de 105,5% y el tipo de cambio oficial era 2,15 bolívares por dólar; de acuerdo con precios estimados de los bonos en el mercado, resultaba un tipo de cambio implícito aproximado de 3 bolívares por dólar.

Sucesivamente en los siguientes años se fueron realizando emisiones, exceptuando el año 2008.

En el gráfico se muestra la evolución de estas emisiones. Las barras son los montos emitidos cada año, la curva es el precio promedio del petróleo venezolano del año y los porcentajes abajo son los rendimientos del global Venezuela 2027, que se toma como indicador de riesgo crediticio para Venezuela.

Las condiciones favorecían

El precio del petróleo crecía y las emisiones de bonos también, aunque el costo de endeudamiento para Venezuela y Pdvsa también creció.

Lo atractivo de las emisiones para los compradores era posicionarse en activos en dólares con bolívares, lo que aliviaba la presión cambiaria.

Luego de la eliminación de la "permuta" en el 2009, se creó el SITME, que se alimentaba de bonos en dólares. Para ello se realizaron emisiones desde el 2009 al 2012, dirigidas a la banca pública y el Banco Central de Venezuela.

También hubo emisiones para la cancelación de deudas de Pdvsa a sus proveedores, para cancelación a proveedores de alimentos y, directamente, como uso de los fondos obtenidos por Pdvsa para su gestión social de misiones, siendo una de la más grande la Gran Misión Vivienda.

Las emisiones de bonos de Pdvsa transcurrieron en tiempos donde concurrieron precios altos del petróleo e hiperliquidez, así como también bajas tasas de interés en EEUU, producto de su programa de compra de bonos a los bancos por parte del FED (Sistema de la Reserva Federal de Estados Unidos, que equivale al Banco Central de ese país).

Este tiempo fue aprovechado por los países emergentes para endeudarse a bajas tasas de inversión, momento que Venezuela no pudo aprovechar y se endeudó a costos altos debido a la percepción de riesgo de los mercados internacionales.

En el gráfico se muestra el rendimiento del bono 2027 de Venezuela, es decir, el costo de endeudamiento de Venezuela.

Deuda no reproductiva

Por supuesto que el endeudamiento "per se" no es negativo para una empresa y menos la petrolera venezolana, con todo el potencial de crecimiento que posee por sus reservas probadas y su situación geográfica.

Si se retrocede hacia el 2008 y se revisa el Informe de Gestión de ese año, Pdvsa presenta el Plan de Inversiones 2008-2013 (modificación del Plan Siembra Petrolera del 2005), que tenía como metas aumentar la capacidad de producción a 4,552 millones de barriles diarios, la capacidad de refinación a 3,6 millones y la exportación del crudo y sus productos derivados a 3,8 millones de barriles diarios para 2013.

Para ello se requerían inversiones por un monto de 139.000 millones de dólares, orientadas a los planes de exploración, producción y refinación, de los cuales Petróleos de Venezuela aportaría el 75%.

Simultáneamente, Pdvsa, por directivas del Ejecutivo Nacional, había asumido los Proyectos Sociales de la Nación a través de Misiones, Fideicomisos y Programas Sociales, que recibieron por concepto de aportes de Pdvsa un total de 133.507 millones de dólares, más los aportes realizados a FONDESPA por 4.229 millones de dólares y al FONDEN por otros 70.177 millones de dólares, desde 2001 al 2013.

Sin embargo, lastimosamente para Petróleos de Venezuela y para el país, el endeudamiento de la petrolera no vino acompañado por un incremento de la producción en el período 2006-2014, aunque Pdvsa hizo un gran aporte social y se cumplió la reversión desde la apertura petrolera de los convenios operativos a empresas mixtas (re-nacionalización).

Con respecto a esto último, Petróleos de Venezuela manifiesta en sus informes que esta reversión trae ahorro de gastos y mayor aporte fiscal al estado. Todo ello podría ser cierto, pero si Pdvsa no alcanza metas de producción para generar flujo de caja sostenible y creciente, habrá reducción a los aportes sociales, al FONDEN y al fisco. Ahorro también es endeudarse pero con costos más bajos. Utilizar ese ahorro por intereses en inversión productiva y social.

Al deterioro del flujo de caja de Petróleos de Venezuela se añade la disminución de las ventas realizadas a países que pagan de contado como Estados Unidos y el incremento de las ventas internas, como se observa en el gráfico.

Para el 2013 hay un nuevo Plan de Inversiones 2013-2019 de 257.000 millones de dólares, que contempla como meta de producción alcanzar los 6,0 millones de barriles diarios, con aportes del 81% por parte de Petróleos de Venezuela y el 19% por parte de los socios.

Los venezolanos y sobre todo los integrantes de la nueva generación, ansían que se cumpla el plan.

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