Todos al encuentro sindical y del
pueblo trabajador del 13 de septiembre
en Barquisimeto
Por: Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma
El gobierno nacional, pese a reclamarse socialista y “obrerista”, viene implementando un duro ajuste que descarga sobre los hombros de los trabajadores y del pueblo el costo de la crisis. Las devaluaciones aplicadas en el último año con gran impacto inflacionario, los aumentos a los precios de los alimentos y demás productos de la canasta básica, pactados con Fedecámaras; el aumento del transporte público en mas del 65% , de las tarifas eléctricas, y de los demás servicios públicos, junto al congelamiento de los contratos colectivos en el sector público y privado, forman parte de este ajuste. También forma parte de este plan económico antipopular y antiobrero el aumento de la gasolina, anunciado desde finales del año pasado. De igual forma se incorpora al ajuste la flexibilización laboral, con despidos masivos en el sector automotriz, el sector azucarero y otros sectores, una flexibilización que el propio presidente de Fedecámaras ha aplaudido como uno de los logros de sus negociaciones con Maduro.
Para brindarle cobertura al ajuste ante el descontento general que reina en la clase trabajadora y los sectores populares, el gobierno criminaliza las luchas aplicándoles todo el peso del aparato judicial y represivo del Estado burgués venezolano, tal y como pudimos ver en la lucha de los trabajadores de Sidor por su contrato colectivo, o en las detenciones arbitrarias contra José Bodas y los petroleros de la Refinería de Puerto La Cruz; o a través del despido de dirigentes sindicales combativos como Osmary Escalona, del sindicato del Ivss-Lara u Orlando Chirinos de Antracem. La intervención de militares en los conflictos laborales, además de las consabidas acciones represivas de la Guardia Nacional Bolivariana, se expresa también a través del amedrentamiento a los sindicatos y la intromisión en las negociaciones contractuales, como ha ocurrido recientemente en la empresa Aerocav en el estado Carabobo.
Lo que hace el gobierno al aplicar el plan de ajuste es cobrarle al pueblo una crisis que, aun formando parte de la crisis del capitalismo a nivel internacional, tiene responsables concretos en la administración del Estado venezolano y en el empresariado, de tal forma que esos sectores privilegiados de la burocracia corrupta estatal y de la burguesía sigan apropiándose de la renta petrolera y de la plusvalía que generamos millones de venezolanos con nuestro trabajo. Miles de millones de dólares han sido robados por la burocracia y la burguesía venezolana mediante importaciones fraudulentas, contratos de empresas mixtas petroleras con transnacionales, manejos corruptos del Fondo de Estabilización Macroeconómica y el Fondo Chino, entre otros mecanismos de expolio que se han implementado en los últimos años.
Existe una urgente necesidad de todos los trabajadores de movilizarnos para enfrentar el ajuste que aplican el gobierno y los empresarios. Hasta ahora la clase trabajadora se ha defendido de manera atomizada, sin lograr articular acciones unitarias debido a la inexistencia de una central sindical representativa. Por eso necesitamos que a partir de encuentros obreros y populares como el del 13 de septiembre en Barquisimeto, podamos generar una referencia de lucha, adoptando un programa de reivindicaciones y un plan de lucha, que incorporen medidas concretas como marchas y paralizaciones regionales, y que podamos avanzar hacia un encuentro obrero y popular a escala nacional para acordar una huelga general contra el ajuste.
Ante la inflación que destruye los salarios, exigimos un aumento general de sueldos y salarios, y un salario mínimo igual a la canasta básica, que se ajuste trimestralmente mediante una escala móvil para preservar el salario real.
Rechazamos el aumento de la gasolina, por el impacto que la medida tendrá sobre la inflación, particularmente sobre los precios de los productos de la canasta básica. No al aumento de los servicios públicos.
Repudiamos a la flexibilización laboral, basta de despidos tanto en el sector público como el privado. Llamamos a los dirigentes sindicales del país a sumar su firma a la campaña internacional por el reenganche de Osmary Escalona y Orlando Chirinos.
Exigimos la eliminación del IVA, un impuesto regresivo que pecha a los más pobres.
Exigimos la extensión del bono de alimentación a los jubilados y pensionados.
No a la criminalización de la protesta, libertad plena a los dirigentes sindicales presos y procesados, como en el caso de los trabajadores de Alentuy y Rodnny Álvarez, trabajador de la CVG-Ferrominera.
Exigimos la nacionalización de la industria petrolera, sin empresas mixtas ni transnacionales.
Que sean confiscados los bienes y las cuentas bancarias de las empresas de maletín involucradas en el desfalco de más de 20 millardos de dólares mediante importaciones fraudulentas.
¡Movilización unitaria de los trabajadores contra el ajuste! ¡Hacia la huelga general!
Por: Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma
El gobierno nacional, pese a reclamarse socialista y “obrerista”, viene implementando un duro ajuste que descarga sobre los hombros de los trabajadores y del pueblo el costo de la crisis. Las devaluaciones aplicadas en el último año con gran impacto inflacionario, los aumentos a los precios de los alimentos y demás productos de la canasta básica, pactados con Fedecámaras; el aumento del transporte público en mas del 65% , de las tarifas eléctricas, y de los demás servicios públicos, junto al congelamiento de los contratos colectivos en el sector público y privado, forman parte de este ajuste. También forma parte de este plan económico antipopular y antiobrero el aumento de la gasolina, anunciado desde finales del año pasado. De igual forma se incorpora al ajuste la flexibilización laboral, con despidos masivos en el sector automotriz, el sector azucarero y otros sectores, una flexibilización que el propio presidente de Fedecámaras ha aplaudido como uno de los logros de sus negociaciones con Maduro.
Para brindarle cobertura al ajuste ante el descontento general que reina en la clase trabajadora y los sectores populares, el gobierno criminaliza las luchas aplicándoles todo el peso del aparato judicial y represivo del Estado burgués venezolano, tal y como pudimos ver en la lucha de los trabajadores de Sidor por su contrato colectivo, o en las detenciones arbitrarias contra José Bodas y los petroleros de la Refinería de Puerto La Cruz; o a través del despido de dirigentes sindicales combativos como Osmary Escalona, del sindicato del Ivss-Lara u Orlando Chirinos de Antracem. La intervención de militares en los conflictos laborales, además de las consabidas acciones represivas de la Guardia Nacional Bolivariana, se expresa también a través del amedrentamiento a los sindicatos y la intromisión en las negociaciones contractuales, como ha ocurrido recientemente en la empresa Aerocav en el estado Carabobo.
Lo que hace el gobierno al aplicar el plan de ajuste es cobrarle al pueblo una crisis que, aun formando parte de la crisis del capitalismo a nivel internacional, tiene responsables concretos en la administración del Estado venezolano y en el empresariado, de tal forma que esos sectores privilegiados de la burocracia corrupta estatal y de la burguesía sigan apropiándose de la renta petrolera y de la plusvalía que generamos millones de venezolanos con nuestro trabajo. Miles de millones de dólares han sido robados por la burocracia y la burguesía venezolana mediante importaciones fraudulentas, contratos de empresas mixtas petroleras con transnacionales, manejos corruptos del Fondo de Estabilización Macroeconómica y el Fondo Chino, entre otros mecanismos de expolio que se han implementado en los últimos años.
Existe una urgente necesidad de todos los trabajadores de movilizarnos para enfrentar el ajuste que aplican el gobierno y los empresarios. Hasta ahora la clase trabajadora se ha defendido de manera atomizada, sin lograr articular acciones unitarias debido a la inexistencia de una central sindical representativa. Por eso necesitamos que a partir de encuentros obreros y populares como el del 13 de septiembre en Barquisimeto, podamos generar una referencia de lucha, adoptando un programa de reivindicaciones y un plan de lucha, que incorporen medidas concretas como marchas y paralizaciones regionales, y que podamos avanzar hacia un encuentro obrero y popular a escala nacional para acordar una huelga general contra el ajuste.
Ante la inflación que destruye los salarios, exigimos un aumento general de sueldos y salarios, y un salario mínimo igual a la canasta básica, que se ajuste trimestralmente mediante una escala móvil para preservar el salario real.
Rechazamos el aumento de la gasolina, por el impacto que la medida tendrá sobre la inflación, particularmente sobre los precios de los productos de la canasta básica. No al aumento de los servicios públicos.
Repudiamos a la flexibilización laboral, basta de despidos tanto en el sector público como el privado. Llamamos a los dirigentes sindicales del país a sumar su firma a la campaña internacional por el reenganche de Osmary Escalona y Orlando Chirinos.
Exigimos la eliminación del IVA, un impuesto regresivo que pecha a los más pobres.
Exigimos la extensión del bono de alimentación a los jubilados y pensionados.
No a la criminalización de la protesta, libertad plena a los dirigentes sindicales presos y procesados, como en el caso de los trabajadores de Alentuy y Rodnny Álvarez, trabajador de la CVG-Ferrominera.
Exigimos la nacionalización de la industria petrolera, sin empresas mixtas ni transnacionales.
Que sean confiscados los bienes y las cuentas bancarias de las empresas de maletín involucradas en el desfalco de más de 20 millardos de dólares mediante importaciones fraudulentas.
¡Movilización unitaria de los trabajadores contra el ajuste! ¡Hacia la huelga general!
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