El viaje misterioso de Maduro

Luis Fuenmayor Toro

Hace poco más de 15 días, el presidente Maduro se ausentó del país muy calladamente y por tan corto tiempo, que no requirió el permiso que debe dar la Asamblea Nacional en ausencias mayores a los tres días. A diferencia de otros viajes presidenciales, muy poca gente se ha referido a esta ausencia, de la cual no se han dado explicaciones oficiales ni tampoco ha habido comentarios de otros sectores del país. Siempre que el Presidente viaja, dentro o fuera del país, se informa sobre el destino del viaje, sus causas y propósitos y las actividades a realizar. Al regreso, el propio Jefe de Estado se encarga de anunciar los resultados del viaje, lo que desencadena diferentes opiniones sobre la conveniencia o no de las actividades realizadas.

En el caso del viaje al exterior de Maduro, realizado en agosto, nada de eso se ha producido, por lo que es una salida misteriosa del país, pero sobre todo una actividad de la que nadie habla. Comentábamos Camilo Arcaya y yo en mi programa de radio (Radio UNO, 1.340 AM, martes, miércoles y jueves, 5 a 6 p.m.) que este viaje del Presidente se parecía al caso de FONDEN y a los mil millonarios recursos en dólares administrados, de los que nadie hablaba por lo menos hasta hace muy poco, cuando algunos han comenzado a tocar el tema, entre ellos el editor y político Teodoro Petkoff. Bueno… Así mismo estamos en el caso del misterioso viaje del Presidente; nadie se refiere al mismo.

En el programa de radio señalado, que llevo adelante desde hace casi tres años, hemos sido insistentes en el caso de FONDEN, pues este fondo llegó a tener más de 116 mil millones de dólares y era administrado con las solas firmas del presidente Chávez y del ministro Giordani, sin que ningún organismo efectuara supervisión y control ninguno sobre sus actividades de financiamiento, ni se sepa todavía hoy en qué se invirtieron esos recursos ni cuál ha sido el beneficio para Venezuela de esas inversiones. Hemos venido denunciando el silencio del gobierno y la complicidad de la oposición de la MUD en ese silencio. Ocurre lo mismo con el viaje reciente de Maduro, del cual el Gobierno no informa, ni la oposición de la MUD ni del MID exige explicaciones.

Como no hay información ni opiniones al respecto, tendremos que hacer un ejercicio de análisis de varios hechos, para tratar de esbozar una hipótesis sobre el destino y motivaciones del viaje presidencial. Lo primero a analizar es un artículo de Fidel Castro informando, el 20-8-2014 en Cubadebate, que recibió “la visita del Presidente de la República (..), quien realizó un viaje al exterior relacionado con la defensa de importantes intereses petroleros de su país”. De regreso a Venezuela, Maduro pasó por Cuba para felicitar a Fidel por sus 88 años, tal y como se lo había prometido, según lo que narra el viejo líder comunista. Pregunto: ¿Dónde fue Maduro a defender nuestro petróleo en tan corto tiempo? No ha podido ser al medio oriente, ni a Rusia o China, pues se hubiera informado y no le hubiera alcanzado el tiempo.

Hace un trimestre, una comisión de tres personas, entre ellos Jorge Roig y Felipe Pérez Martí, se reúnen en EEUU con Roberta Jacobson, subsecretaria de Estado para Latinoamérica, y logran que el Departamento de Estado no sancione a funcionarios del Gobierno venezolano como había amenazado hacer. Concomitantemente con el viaje de Maduro se informa de nuevas reuniones entre Jaua y funcionarios estadounidenses con miras a restablecer las relaciones diplomáticas. Con posterioridad, José Vicente Rangel escribe un artículo donde nuevamente habla de las bondades del diálogo, de combatir las salidas extra constitucionales y establece el dilema de “estabilidad o caos”, lo que significa que el Gobierno venezolano debe dirigir sus esfuerzos en este sentido.

De todo lo anterior se puede avanzar la hipótesis de que el presidente Maduro viajó a EEUU, con el objeto de alcanzar ciertos acuerdos, algunos quizás referidos a CITGO, que le coloquen en mejor posición para el manejo actual de la crisis económica, social y política venezolana; inmediatamente después discutió con el gobierno cubano al respecto, antes de regresar al territorio venezolano. El Gobierno no desea que su electorado lo sepa, sobre todo sus seguidores más extremos. La oposición tampoco quiere hablar sobre la materia, pues a muchos les molesta que pueda haber acuerdos entre EEUU y el Gobierno, y tampoco pueden criticar a sus jefes gringos. Esta es una posibilidad; otra sería que el viaje fue por razones personales, de salud por ejemplo. El futuro deberá aclarárnoslo.

La Razón, pp A-, 7-9-2014, Caracas