Declaracion de la Unidad de Accion Sindical. UAS
Solidaridad con los trabajadores de SIDOR
y repudio al Paquete de medidas.
13.08.2014
1. Primero fue la descalificación de la lucha de los sidoristas por la renovación de la Convención Colectiva, por boca del Diputado Cabello, acompañado de Rangel Gomez y hasta del Presidente de la central sindical oficialista; y luego la brutal represión de las fuerzas militares contra el legítimo derecho a la protesta de los siderúrgicos.
2. Son varios los compañeros heridos, por armas de fuego, durante las manifestaciones de protesta pacífica emprendidas por los trabajadores, con lo cual queda en evidencia que el remedio que el gobierno tiene para atender la conflictividad laboral, en lugar de la negociación y el dialogo, es la represión militar.
3. Desde la Unidad de Acción Sindical deploramos tan aberrantes actuaciones del Estado patrono a la par de expresar nuestra irrestricta solidaridad con los sidoristas, su sindicato SUTISS y las acciones unitarias emprendidas por el movimiento de los trabajadores guayaneses. Este gobierno no es, para nada, obrerista, por el contrario sus actuaciones en SIDOR, así como ante las protestas laborales en general, lo que demuestra es el más rancio militarismo, el desprecio por los derechos humanos, la democracia y en particular, por la autonomía, la libertad sindical y los derechos de negociación colectiva y de huelga.
II.- La represin contra los siderurgicos pretende atemorizar a los trabajadores y Movimiento sindical para aplicar el Paquete de ajustes del gobierno a los venezoalnos.
1.- La política económica del gobierno ha resultado un rotundo fracaso. Con los ingresos petroleros más altos de toda su historia, el país está en ruinas. La inflación, la escasez de los alimentos básicos, de las medicinas y de los insumos indispensables para la dotación de los hogares y para el funcionamiento de la industria y el comercio se han hecho crónicos. La inseguridad es cada día peor. El gobierno ha despilfarrado una fortuna y el aparato productivo nacional es casi una ficción, al punto que los bienes que consumimos son casi todos importados. Luego de 15 años de presunta revolución el país depende más del petróleo, pero la propia PDVSA está destartalada, convertida en la caja grande y chica del gobierno.
El salario, las prestaciones sociales y en general, los ahorros de los trabajadores y los fondos de seguridad social se diluyen como sal en el agua. El gobierno utiliza la devaluación de nuestros ahorros para financiar su errática política económica y ahora pretende saciar su voracidad con un plan de ajustes que amenaza con seguir empeorando las condiciones de vida y trabajo de los venezolanos.
El Presidente de la República ha anunciado su intención de aumentar el precio de la gasolina e invita a un “debate nacional” sobre el tema. Como es su costumbre el cacareado debate no pasa de sus propias declaraciones en cadena. Se pretende que los trabajadores y el pueblo respalden tales medidas, como si las precedentes hubiesen servido de algo. Cuantas veces se ha devaluado la moneda? Que queda del bolívar fuerte? Que ha pasado con los boliburgueses que hicieron su agosto con los dólares de CADIVI?
Desde la unidad de acción sindical señalamos que lo que está en crisis es el modelo económico rentista y mono productor. Que pretender aumentar el precio de la gasolina sin abordar una discusión objetiva y seria sobre el modo como se dirige y administra PDVSA es como tratar con aspirina una enfermedad terminal.
Para los trabajadores lo fundamental es diseñar una política económica cuyo eje sea la creación de puestos de trabajo estables, bien remunerados, con derechos laborales garantizados (libertad sindical, negociación colectiva, huelga) y un sistema de seguridad social eficiente. Somos partidarios de una redefinición del uso de la renta petrolera que le de participación a los trabajadores en la misma. Una parte de esos fondos debería dedicarse a garantizar los ahorros de los trabajadores y la protección social.
El aumento de la gasolina, tal como ha sido planteado, solo serviría para engordar de bolívares al fisco y seguir despilfarrando.
Exigimos un debate democrático y abierto sobre todo el paquete de medidas, sobre el petróleo y PDVSA. Vamos a recorrer el país, a convocar asambleas en las distintas regiones del país y en los centros de trabajo para informar y discutir con los trabajadores, del sector público y del privado, las acciones que emprenderemos en defensa de sus derechos e intereses.
Contra la política hambreadora del gobierno, exigimos un cambio de rumbo.
13.08.2014
1. Primero fue la descalificación de la lucha de los sidoristas por la renovación de la Convención Colectiva, por boca del Diputado Cabello, acompañado de Rangel Gomez y hasta del Presidente de la central sindical oficialista; y luego la brutal represión de las fuerzas militares contra el legítimo derecho a la protesta de los siderúrgicos.
2. Son varios los compañeros heridos, por armas de fuego, durante las manifestaciones de protesta pacífica emprendidas por los trabajadores, con lo cual queda en evidencia que el remedio que el gobierno tiene para atender la conflictividad laboral, en lugar de la negociación y el dialogo, es la represión militar.
3. Desde la Unidad de Acción Sindical deploramos tan aberrantes actuaciones del Estado patrono a la par de expresar nuestra irrestricta solidaridad con los sidoristas, su sindicato SUTISS y las acciones unitarias emprendidas por el movimiento de los trabajadores guayaneses. Este gobierno no es, para nada, obrerista, por el contrario sus actuaciones en SIDOR, así como ante las protestas laborales en general, lo que demuestra es el más rancio militarismo, el desprecio por los derechos humanos, la democracia y en particular, por la autonomía, la libertad sindical y los derechos de negociación colectiva y de huelga.
II.- La represin contra los siderurgicos pretende atemorizar a los trabajadores y Movimiento sindical para aplicar el Paquete de ajustes del gobierno a los venezoalnos.
1.- La política económica del gobierno ha resultado un rotundo fracaso. Con los ingresos petroleros más altos de toda su historia, el país está en ruinas. La inflación, la escasez de los alimentos básicos, de las medicinas y de los insumos indispensables para la dotación de los hogares y para el funcionamiento de la industria y el comercio se han hecho crónicos. La inseguridad es cada día peor. El gobierno ha despilfarrado una fortuna y el aparato productivo nacional es casi una ficción, al punto que los bienes que consumimos son casi todos importados. Luego de 15 años de presunta revolución el país depende más del petróleo, pero la propia PDVSA está destartalada, convertida en la caja grande y chica del gobierno.
El salario, las prestaciones sociales y en general, los ahorros de los trabajadores y los fondos de seguridad social se diluyen como sal en el agua. El gobierno utiliza la devaluación de nuestros ahorros para financiar su errática política económica y ahora pretende saciar su voracidad con un plan de ajustes que amenaza con seguir empeorando las condiciones de vida y trabajo de los venezolanos.
El Presidente de la República ha anunciado su intención de aumentar el precio de la gasolina e invita a un “debate nacional” sobre el tema. Como es su costumbre el cacareado debate no pasa de sus propias declaraciones en cadena. Se pretende que los trabajadores y el pueblo respalden tales medidas, como si las precedentes hubiesen servido de algo. Cuantas veces se ha devaluado la moneda? Que queda del bolívar fuerte? Que ha pasado con los boliburgueses que hicieron su agosto con los dólares de CADIVI?
Desde la unidad de acción sindical señalamos que lo que está en crisis es el modelo económico rentista y mono productor. Que pretender aumentar el precio de la gasolina sin abordar una discusión objetiva y seria sobre el modo como se dirige y administra PDVSA es como tratar con aspirina una enfermedad terminal.
Para los trabajadores lo fundamental es diseñar una política económica cuyo eje sea la creación de puestos de trabajo estables, bien remunerados, con derechos laborales garantizados (libertad sindical, negociación colectiva, huelga) y un sistema de seguridad social eficiente. Somos partidarios de una redefinición del uso de la renta petrolera que le de participación a los trabajadores en la misma. Una parte de esos fondos debería dedicarse a garantizar los ahorros de los trabajadores y la protección social.
El aumento de la gasolina, tal como ha sido planteado, solo serviría para engordar de bolívares al fisco y seguir despilfarrando.
Exigimos un debate democrático y abierto sobre todo el paquete de medidas, sobre el petróleo y PDVSA. Vamos a recorrer el país, a convocar asambleas en las distintas regiones del país y en los centros de trabajo para informar y discutir con los trabajadores, del sector público y del privado, las acciones que emprenderemos en defensa de sus derechos e intereses.
Contra la política hambreadora del gobierno, exigimos un cambio de rumbo.
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