Correo del Caroní
Clavel A. Rangel Jiménez
29.07.2014
Fotos William Urdaneta
“Tómale foto a esto, ¡esto es lo que cobramos quince y último!”, dice indignado un técnico, con botas y casco puesto apuntando a su recibo de pago, en la marcha que este lunes los trabajadores de Sidor emprendieron para rechazar las descalificaciones del Gobierno a su institución, el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss).
Roberto trabaja en la Acería de Palanquillas desde hace más de una década. Y aunque hoy la planta no funciona a su capacidad máxima por deficiencias operativas, cada momento cerca de los hornos es una ocasión de peligro. “¿Tú crees que es justo?”, agrega. Se refiere a los Bs. 1.734 que cobró en la quincena, y los 6 mil que recibió a finales de mes. “No nos alcanza ni para la cesta básica (20 mil bolívares, Cendas)”.
Los trabajadores de Sidor, que gozaban en el 2008 del mejor contrato colectivo de Guayana, hoy se sienten nivelados a las condiciones laborales de las cuales se quejaban cuando la empresa era administraba por la transnacional Ternium.
Los “salarios de hambre”, como le han llamado a los sidoristas, son consecuencia del rezago en la discusión del contrato colectivo -por primera vez en su historia- desde hace cuatro años.
Cuestión de derecho
El reclamo del derecho contractual, sin embargo, pasó a segundo plano en la movilización en la que participaron cientos de siderúrgicos, custodiados por un amplio contingente de la Guardia Nacional Bolivariana. “Los trabajadores no somos locheros, ni mafiosos, somos hombres de familia”, colocaron en una pancarta que alzaban entre la multitud que caminó 10 kilómetros desde el portón III de la acería, hasta la plaza del Hierro, en Alta Vista.
Dirigentes sindicales de Corpoelec, Maderas del Orinoco, Refractarios, Venalum, Carbonorca, Ferrominera, Sidetur, entre otras, se incorporaron a la protesta, conscientes de que “el fracaso de uno, es el fracaso de todos”.
La participación de sindicatos de otras tendencias, varios de ellos opuestos al gobierno de Nicolás Maduro, se constituyó en un hecho trascendental, pues ni cuando la nacionalización de Sidor -hace seis años- ocurría un hecho similar. También fue inédita la incorporación de dirigentes estudiantiles que, en la redoma de Bauxilum, recibieron a los trabajadores con aplausos.
Rectifique
En la asamblea, al término de la concentración, el presidente de Sutiss, José Luis Hernández, celebró la manifestación y subrayó que “los siderúrgicos no nos arrodillamos ante ningún político, solo ante Dios y a los trabajadores”.
Exigieron al presidente Nicolás Maduro una disculpa pública por responsabilizarlos de la caída productiva de la acería, así como su contacto directo con los trabajadores. “¿Con qué moral nos llaman ladrones? ¿Quién ha ido preso por el robo de cabillas, oro, aluminio?”, inquirió.
El secretario de organización de Sutiss, José Meléndez, desafió a los funcionarios del Gobierno a laborar en las condiciones que lo hacen los sidoristas. “Yo quisiera ver a un tipo de esos trabajando en un turno, batiendo el cobre, pa' que vean como es la vaina”.
Y aunque Sutiss desafió al Ejecutivo a reanudar la discusión del contrato en las oficinas de Sidor, terminaron accediendo a retomar la negociación en las instalaciones en Macagua.
Hasta la medianoche patrono y sindicato discutían una salida a la cláusula salarial. Sidor mejoró la oferta de Bs. 80 a Bs. 100 sobre el salario diario, 40 de ellos a la firma. Sutiss negó la posibilidad de un acuerdo en esas condiciones, inferiores a la oferta inicial de la estatal
29.07.2014
Fotos William Urdaneta
“Tómale foto a esto, ¡esto es lo que cobramos quince y último!”, dice indignado un técnico, con botas y casco puesto apuntando a su recibo de pago, en la marcha que este lunes los trabajadores de Sidor emprendieron para rechazar las descalificaciones del Gobierno a su institución, el Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss).
Roberto trabaja en la Acería de Palanquillas desde hace más de una década. Y aunque hoy la planta no funciona a su capacidad máxima por deficiencias operativas, cada momento cerca de los hornos es una ocasión de peligro. “¿Tú crees que es justo?”, agrega. Se refiere a los Bs. 1.734 que cobró en la quincena, y los 6 mil que recibió a finales de mes. “No nos alcanza ni para la cesta básica (20 mil bolívares, Cendas)”.
Los trabajadores de Sidor, que gozaban en el 2008 del mejor contrato colectivo de Guayana, hoy se sienten nivelados a las condiciones laborales de las cuales se quejaban cuando la empresa era administraba por la transnacional Ternium.
Los “salarios de hambre”, como le han llamado a los sidoristas, son consecuencia del rezago en la discusión del contrato colectivo -por primera vez en su historia- desde hace cuatro años.
Cuestión de derecho
El reclamo del derecho contractual, sin embargo, pasó a segundo plano en la movilización en la que participaron cientos de siderúrgicos, custodiados por un amplio contingente de la Guardia Nacional Bolivariana. “Los trabajadores no somos locheros, ni mafiosos, somos hombres de familia”, colocaron en una pancarta que alzaban entre la multitud que caminó 10 kilómetros desde el portón III de la acería, hasta la plaza del Hierro, en Alta Vista.
Dirigentes sindicales de Corpoelec, Maderas del Orinoco, Refractarios, Venalum, Carbonorca, Ferrominera, Sidetur, entre otras, se incorporaron a la protesta, conscientes de que “el fracaso de uno, es el fracaso de todos”.
La participación de sindicatos de otras tendencias, varios de ellos opuestos al gobierno de Nicolás Maduro, se constituyó en un hecho trascendental, pues ni cuando la nacionalización de Sidor -hace seis años- ocurría un hecho similar. También fue inédita la incorporación de dirigentes estudiantiles que, en la redoma de Bauxilum, recibieron a los trabajadores con aplausos.
Rectifique
En la asamblea, al término de la concentración, el presidente de Sutiss, José Luis Hernández, celebró la manifestación y subrayó que “los siderúrgicos no nos arrodillamos ante ningún político, solo ante Dios y a los trabajadores”.
Exigieron al presidente Nicolás Maduro una disculpa pública por responsabilizarlos de la caída productiva de la acería, así como su contacto directo con los trabajadores. “¿Con qué moral nos llaman ladrones? ¿Quién ha ido preso por el robo de cabillas, oro, aluminio?”, inquirió.
El secretario de organización de Sutiss, José Meléndez, desafió a los funcionarios del Gobierno a laborar en las condiciones que lo hacen los sidoristas. “Yo quisiera ver a un tipo de esos trabajando en un turno, batiendo el cobre, pa' que vean como es la vaina”.
Y aunque Sutiss desafió al Ejecutivo a reanudar la discusión del contrato en las oficinas de Sidor, terminaron accediendo a retomar la negociación en las instalaciones en Macagua.
Hasta la medianoche patrono y sindicato discutían una salida a la cláusula salarial. Sidor mejoró la oferta de Bs. 80 a Bs. 100 sobre el salario diario, 40 de ellos a la firma. Sutiss negó la posibilidad de un acuerdo en esas condiciones, inferiores a la oferta inicial de la estatal
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