¿Se merecen los trabajadores
y el pueblo venezolanos,
vivir en la constante angustia
de los apagones?
Deslinde
En la tradición
de Pinocho, Jesse Cachón no deja de meter la pata. Cada vez que emite opinión
sobre el estado del sistema eléctrico nacional, solo en cuestión de horas debe
tragarse sus palabras. Concursa entre otros ministros y demás funcionarios del
gobierno por la nominación al primer lugar en el premio “Hazme reír”, creado
por el imaginario popular.
El pasado viernes creció el caos y la inseguridad, en poco más
de 15 estados –según diversas fuentes oficiales- del centro y occidente del país,
incluida Caracas. Es de resaltar que ha sido evidente preocupación que, entre
los males que aquejan al país: bajos salarios, inflación, desabastecimiento, creciente
desempleo, incremento de pobreza y pobreza crítica, éste –la crisis del sistema
eléctrico- ha gozado del señalamiento por parte del gobierno de ser el
resultado de la acción de iguanas, zamuros, cunaguaros, culebras, ardillas,
hasta cenizas y naturalmente la acción de saboteo de los trabajadores del
sistema eléctrico, escenario este que ha sido denunciado y desmentido por los sindicatos
y trabajadores en infinidad de apagones anteriores, incluidos los del partido
de gobierno.
No bastaron los 90 días solicitados por Chacón, al término
de los cuales, pondría el cargo a la orden y dejaría espacio a otros que
enfrentaran el problema, de él fracasar. Muy por el contrario la desinversión, retardo en la asignación de recursos económicos,
la demora en el mantenimiento preventivo, corte de maleza, faltas de cauchos en
las unidades, reparación de los camiones y otros vehículos parados, impermeables,
botas, guantes, uniformes y demás implementos de seguridad, el irrespeto de las
convenciones colectivas y salarios de hambre han sido constantes, en el verbo y
denuncia de los trabajadores en un sistema que se encuentra hecho pedazos.
Este apagón se produce después de que en marzo pasado cinco
estados sufrieron un apagón de luz por el recalentamiento de dos líneas que
surten a las occidentales regiones llaneras y andinas, debido a incendios. A menos
de 7 meses, en diciembre pasado -2013- se registró un apagón que afectó distintas
partes del país, en los llanos centro occidentales y estados andinos. A su vez
estuvo precedido por un fallo que se produjo tres meses antes, dejando a 19
estados sin energía. No faltó el señalamiento
de atribuir este tipo de eventos a los efectos de una "guerra
eléctrica", alegando actos de sabotaje, de los que estamos acostumbrados
sin nunca presentar evidencias, ni responsables.
Para respaldar las acciones del ministro, se implementó la
intervención de Corpoelec, a objeto cazar saboteadores y corregir el sistema. Sin
embargo, las denuncias constantes en cuanto a la presión que representaba
trabajar bajo presión y presencia militar, se ven en la necesidad de
suspenderla, y admitir a los trabajadores la exigencia de corregir el tabulador
de salarios y declarar prioritario el tema de la seguridad industrial, como el
pago de deudas con los trabajadores. Estos últimos puntos cumplen por parte del
gobierno, operación morrocoy.
En fin, otra vez nos fuimos a pie caminando por las calles
de Caracas, -y otras ciudades- esta vez en cambote o montados fuera de la
unidad colmadas, hasta mas no poder. El metro se paró. Durante horas, los semáforos
fueron un caos total y las calles estaban totalmente serradas. Los comercios tiraron
la santa maría, apurados. La solidaridad no preguntaba por los colores de piel,
ni credos religiosos y políticos, pero todos recordaron las palabras del
ministro, “esto se resolverá en 30 días,
sino pongo mi cargo a la orden”. Nadia te
cree Jesse. Ni que renuncies, ni pongas
el cargo a la orden, ni que se resuelva el problema de Corpoelec. Fracasaste. ¿Se merecen los trabajadores y el pueblo venezolanos,
esto?
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