miércoles, 23 de abril de 2014

Llamamiento al congreso de unificación UIT-CI y CEI (IDP-LI)

Congreso de unificación UIT CEI.jpg

Por: Unidad Internacional de los Trabajadores 
(UIT-CI) y Comité de Enlace Internacional

La Unidad Internacional de los Trabajadores Cuarta Internacional (UIT-CI) y el Comité de Enlace Internacional (IDP, LI) decidimos unificarnos. Para ello convocamos un congreso en los primeros días de agosto de 2014. Contará también con la incorporación del POS-MAS de México. Esta unidad de fuerzas es el resultado de ir construyendo una respuesta común a los principales problemas de la lucha de clases internacional.

Crisis capitalista y lucha de los trabajadores

Vivimos una terrible crisis del capitalismo que golpea en todo el mundo a la clase obrera y está hundiendo las condiciones de vida de las masas: destrucción de millones de puestos de trabajo, salarios de miseria, hambre y enfermedades, destrucción de los sistemas públicos de sanidad y educación, retroceso de los derechos democráticos, aumento de la represión… Nos quieren presentar esta situación como una desregulación transitoria del capitalismo, pero como marxistas sabemos que estamos en una crisis estructural provocada por el propio sistema y que le empuja inevitablemente a una mayor destrucción de fuerzas productivas.

Frente a esa ofensiva, los trabajadores y los pueblos resisten y luchan. Mención especial requieren las revoluciones del Norte de África y Oriente Medio, en las que han caído dictaduras que aseguraban el orden imperialista por décadas, en las que los trabajadores/as y especialmente la juventud, se levantaron por pan, trabajo y libertad y se extendieron en la región como la pólvora. Hay un intento permanente de la contrarrevolución y el imperialismo para detener y derrotar esos procesos, como el genocidio de Assad en Siria o el golpe de estado sangriento de Al Sisi en Egipto. Pero las masas resisten bajo las ruinas en los pueblos y ciudades destruidos por la dictadura siria, mientras nuevas movilizaciones enfrentan el poder de los militares egipcios. Nuestro lugar esta al lado de los pueblos y de los trabajadores/as y jóvenes, apoyando a la izquierda revolucionaria
.
Ese proceso del Norte de África y Oriente Medio, impactó en el mundo y ha alimentado respuestas como la rebelión popular en Turquía (parque de Gezi-Taksim). A la cabeza de la resistencia de los trabajadores/as europeos contra los planes de austeridad que dictan los gobiernos de la Unión Europea y la troika (FMI-BCE-Unión Europea), está la clase obrera griega que lleva más de veinte huelgas generales. Otra expresión de esta lucha es la masiva manifestación en Madrid del 22 de marzo, que no fue controlada por los grandes sindicatos. Apoyamos las luchas buscando unirlas hacia una huelga general europea, por derrotar los planes de austeridad, contra el pago de la deuda y por la ruptura con la Unión Europea.

Ha habido huelgas destacadas en la minería de Sudáfrica, en el textil de la India y movilizaciones obreras y populares en Asia. En Latinoamérica han sido muy importantes las luchas contra el ajuste que se expresaron en las jornadas de junio de Brasil, en las huelgas generales de Argentina y Paraguay y en las movilizaciones estudiantiles de Chile. Hay un creciente desgaste político de los gobiernos de centro-izquierda que habían abierto expectativas en los pueblos latinoamericanos y en la izquierda mundial, en especial del gobierno chavista de Venezuela.

Construir una alternativa política.

Al frente de esas luchas aparecen nuevos compañeros y compañeras dispuestos a dar lo mejor de sí, de ir hasta el final, en las calles sirias, en las empresas textiles egipcias, en las huelgas griegas o en las manifestaciones brasileñas. Crece el sentimiento antiburocrático, se cuestionan las viejas direcciones sindicales, se reclama el control de la movilización desde las asambleas. Enfrentan el poder del estado y sus fuerzas represivas, al imperialismo, la patronal y los gobiernos a su servicio.

Enfrentan a la burocracia sindical acomodada a la gestión de las migajas que caían de la mesa del capitalista y que intentan desactivar cualquier lucha o directamente la traicionan. También deben enfrentar las falsas salidas políticas, como el chavismo, el islamismo político, o la dirección burguesa ucraniana. Tampoco es salida el reformismo de quienes dicen que basta con democratizar el estado y el sistema como Syriza en Grecia.

Pero la alternativa sindical y política a las viejas direcciones que encadenan la clase obrera al capitalismo, y los pueblos al dictado del imperialismo, no será el resultado de una acción espontánea. Hay que construir partidos revolucionarios, que sean herramienta de lucha para estos activistas. Son precisos partidos que hagan suyos los problemas de los trabajadores, que formen parte de la clase obrera, de la juventud y sectores populares, y que con ellos construyan las respuestas a sus necesidades. Partidos que, sin perder su proyecto político eviten todo sectarismo, porque éste es incompatible con el éxito de las luchas de trabajadores y pueblos. Partidos cuyo objetivo no sea tener un nuevo aparato sino contribuir a la lucha por Gobiernos de los trabajadores y por el socialismo. La falta de ese instrumento provoca derrotas y retrocesos, a pesar de que trabajadores y jóvenes demuestren una capacidad de lucha incuestionable. Ayudar a superar este problema es nuestro objetivo.

Nos fusionamos tomando la actualidad de los pilares del marxismo revolucionario, del leninismo, de la IV Internacional. La teoría de la revolución permanente es fundamental para el diálogo con la vanguardia sindical y joven de Túnez o Egipto, para explicar que no hay posibilidad de una revolución por etapas. Y que para lograr incluso las reivindicaciones democráticas es necesario que la revolución entronque con tareas anticapitalistas, y se convierta en revolución socialista.

Reivindicamos la actualidad del Programa de Transición sobre el que se fundó la IV Internacional, que tiene por objetivo responder y partir de las necesidades más sentidas de las masas para batallar resueltamente para que los trabajadores/as tomen el poder y construyan una sociedad socialista. La lucha para que la clase obrera asuma la defensa de los derechos democráticos individuales y colectivos, para encabezar la lucha de los oprimidos contra el sistema. Construyendo partidos para la lucha, basados en el centralismo democrático: amplia libertad en la discusión y unidad en la acción. Partidos que huyendo de toda concepción burocrática y piramidal, defiendan la democracia obrera.

Reivindicamos la necesidad de una organización internacional revolucionaria, enfrentando concepciones como la del castro-chavismo. Hablan de socialismo del Siglo XXI mientras justifican la restauración capitalista en China y Cuba, y gobiernan enfrentando a los trabajadores y pactando con las multinacionales como en Venezuela. Tienen una política contrarrevolucionaria que apoya el régimen genocida de Siria y presentan ante el mundo al reaccionario régimen iraní como aliado de los trabajadores y la juventud. Hoy el castro-chavismo intenta reorientar la recomposición del viejo estalinismo y es un obstáculo para la construcción de una dirección revolucionaria.

Reivindicamos el método con el que llegamos a la fusión. Ponemos en el centro los problemas de la lucha de clases mundial. En base a esas cuestiones vitales elaboramos y discutimos para decidir cómo actuar. Hemos seguido debatiendo acuerdos y diferencias en una forma democrática, franca y leal de discusión. Llegamos al Congreso con un marco principista y un método común, sin resolver todas las cuestiones, pero convencidos que la nueva organización permitirá responder en mejores condiciones los retos de la lucha de clases.

Creemos que el anuncio de la unificación es importante en un panorama marcado por la división y fragmentación de las fuerzas revolucionarias. Este congreso es también un llamado a otras organizaciones revolucionarias y luchadores para trabajar en común en aras a construir una Internacional. Nuestro objetivo es conseguir unir a los y las revolucionarias. Huimos de toda autoproclamación, de todo sectarismo. Rechazamos el reformismo que intenta hacer creer que hay salida dentro del capitalismo, que se puede humanizar.

Nos unimos para seguir apoyando con más fuerza las luchas de los trabajadores y los pueblos contra el imperialismo y sus gobiernos, para que la crisis la paguen los capitalistas. El resultado de la unificación de la UIT-CI con el CEI (IDP-LI), con la incorporación del POS-MAS, aun está muy lejos de resolver la crisis de dirección histórica, pero es un paso decidido con la voluntad de que la UIT-CI resultante sea motor en la reconstrucción de la IV Internacional. Hoy más que nunca la disyuntiva es: socialismo o barbarie.

Unidad Internacional de los Trabajadores-Cuarta Internacional (UIT-CI)
Comité de Enlace Internacional, formado por el Partido de la Democracia Obrera (IDP, Turquía) y Lucha Internacionalista (LI, Estado español).
Partido Obrero Socialista-Movimiento Al Socialismo (POS-MAS, México).

En Barcelona, a 19 de abril de 2014.

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