miércoles, 15 de enero de 2014

Paquete rojo rojito también es paquete

Luis Fuenmayor Toro
Enero 2014


Todos deberíamos recordar hoy las medidas económicas tomadas en 1989 por el gobierno de Carlos Andrés Pérez. Sobretodo deberían hacerlo quienes las enfrentaron en aquel momento, pero hoy, sin ninguna duda, las defienden e impulsan simplemente porque son rojo rojitas. Vergüenza debería darles pues hace muy poco criticaban las medidas económicas impuestas a Grecia y a otros países por la Unión Europea, que hacían caer la quiebra económica sobre el pueblo, quien tenía que ajustarse el cinturón a pesar de no ser el causante de la misma. Las consecuencias de aquellas decisiones de Pérez terminaron llevando al poder a Hugo Chávez, quien lamentablemente traicionó a ese mismo pueblo que por él votó.


Que un cuarto de siglo después, los principales detractores de Carlos Andrés piensen aplicarnos similares medidas parece un contrasentido. Que hayan actuado tan o más irresponsablemente que la bautizada por ellos como cuarta república es inaudito. Que hayan conducido la economía a la lamentable situación actual es inaceptable, pero que encima presenten las medidas neoliberales a instrumentar como muy positivas para el pueblo, ya es una bofetada a todos los venezolanos pobres. Decir que son medidas adecuadas simplemente porque no las impone el FMI sino la macolla gubernamental y partidista es una burla descarada para con toda Venezuela.

Los argumentos que se esgrimen son ridículos y dan vergüenza ajena con todos esos militantes y simpatizantes izquierdistas del pasado adeco copeyano que, con grandes esfuerzos, se convencen a sí mismos y tratan de convencer a la gente de las bondades de las mismas medidas que ayer enfrentaron enfurecidamente. Lo único que falta es que se justifiquen diciendo que el presidente Maduro no tiene opciones distintas ante la crisis económica del país, en la misma forma en que Fidel Castro justificó a Carlos Andrés Pérez en el Eurobuilding poco antes del Caracazo. Vergüenza por quienes le han dado al Caracazo una connotación insurreccional y lo consideran el estímulo para que Chávez y el MBR-200 decidieran dar el golpe de febrero de 1992. ¿A quién estimulará la situación actual?

Vergüenza nuestra porque somos en parte responsables del triunfo de Chávez; un aventurero que pensamos compartía nuestros ideales de igualdad, de justicia social, de desarrollo nacional, de independencia y soberanía. Más vergüenza porque nunca dijo que su lucha sería nuestra lucha de años. Hoy, librados afortunadamente de aquel hechizo, vemos con claridad a todo un equipo gobernante que, sin ningún remordimiento, está dispuesto a echar sobre los hombros del pueblo sus limitaciones e insensateces económicas, como CAP lo hizo en su momento, con la diferencia que aquella realidad estaba mucho más comprometida de lo que se está actualmente. Manifestamos nuestro rechazo a la pretensión de someter al pueblo a medidas y limitaciones que hemos siempre combatido duramente.









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