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| Trabajadores reunidos con el presidente de Sidor, Javier Sarmiento, en Laminación en Frío |
Correo Del Caroní
7.Dic.2013
Correo del Caroní
La directiva de Sidor se esfuerza en persuadir a los trabajadores para el arranque de la planta, pero no lo ha logrado en su totalidad.
En planta los técnicos con mayor antigüedad se niegan a arrancar operaciones sin un acuerdo claro, especialmente, sobre la corrección de la hoja de cálculo con la que la empresa paga el contrato colectivo.
Y aunque varios grupos están ganados a retomar las operaciones, porque no ven salida al conflicto, porque temen las consecuencias o simplemente en oposición al presidente del sindicato Sutiss, José Luis Hernández, la verdad es que para retomar las operaciones de la acería se requiere -necesariamente- del consenso de todos.
Son precisamente esos desencuentros lo que ha impedido, a estas alturas, que la estatal retome la producción de acero líquido.
El comité ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss) no ha quedado bien parado ante el movimiento siderúrgico en este conflicto, pero tampoco la empresa.
Ambas instituciones generan una gran desconfianza entre los siderúrgicos. Los trabajadores lucen incomprendidos ante un grupo de militares, la sexta junta directiva en la acería en cinco años luego de la renacionalización, que dice intentar recuperar la producción pero no agiliza las inversiones, y ante un sindicato que no ha estado a la altura de las circunstancias.
En el debate interno aparece de todo: los trabajadores se quejan del sindicato, de los incumplimientos de la empresa, de la respuesta del Gobierno, mas respetan las instituciones que por naturaleza les corresponde dirimir el conflicto.
Ahora la división patente en el seno del sindicato se ha trasladado, como en ningún otro tiempo, a la base del movimiento laboral donde unos a otros intentan persuadirse de las razones por las cuales hay que mantener el paro o arrancar la acería.
Miedo y zozobra
En su mayoría quienes están propulsando el arranque de la planta son trabajadores fijos de día, un grupo amplio en comisión de servicio y otro grupo de técnicos preocupados por el destino de una huelga cuya dirección parece desdibujarse luego de tres semanas.
En los trabajadores ha influido el comentario de un posible cierre técnico, del despido masivo -una historia ya vivida en Sidor en la década de los años 70- y hasta la acusación de sabotaje como la que hizo el Gobierno en el 2002 para despedir a más de 10 mil trabajadores en Pdvsa.
Por mensajes de texto circulan comentarios con los que se intenta intimidar y atribuirle al presidente Nicolás Maduro estas ideas, pese a que hay inamovilidad laboral por discusión del contrato colectivo y decreto presidencial.
La empresa también ha pedido a los trabajadores “amar” a Sidor, imputándoles a los trabajadores el estado operativo de la acería y, en otros casos, pidiéndoles confianza luego de un acto de contrición en el que salen a relucir elementos políticos.
Y en esta historia los llamados nuevos ingresos temen que la cuerda se rompa por el lado más frágil y terminen cesantes como, en efecto, un grupo de tercerizados estuvo luego de la restricción energética.
El papel de Sutiss
A todos esos factores se suma la inconsistencia del comité ejecutivo de Sutiss. De las cuatro corrientes del sindicato, una de ellas está completamente ausente porque dos de sus miembros, José “Acarigua” Rodríguez y Cosme Yanes, alegan estar enfermos e incapacitados para incidir en el conflicto.
El presidente de Sutiss, José Luis Hernández, quien manifiesta estar ganado al diálogo, ha impedido la participación de los vocales en reemplazo de los dos miembros del comité ejecutivo ausentes, porque según su interpretación esos directivos deben entregar una carta de renuncia.
De modo que la huelga pende de dos corrientes, Movimiento Revolucionario Orinoco y Alianza Sindical, pero de esta última ninguno de sus miembros ha querido opinar y, de hecho, uno de ellos también alega ausencia por enfermedad.
Este viernes, luego de casi 24 horas de ausencia en el portón III de Sidor, el presidente del sindicato sometió a consideración, en asamblea de trabajadores, varios reclamos como punto de honor, entre ellos la hoja de cálculo y nuevamente la aprobación de 15 mil bolívares adicionales para el mes de enero.
Aguas abajo…
En la tribuna sidorista aprobaron la moción pero con poca claridad sobre el punto de honor de la huelga. En cambio, en las bases, los trabajadores han pedido que se les aplique la hoja de cálculo como única condición para arrancar las operaciones.
El presidente de Sidor, Javier Sarmiento, estuvo este viernes en Laminación en Frío y en Laminación en Caliente en asamblea y allí un sector respaldó la propuesta de pagar 30 mil bolívares antes del 13 de diciembre, pero la mayoría -o al menos quienes tienen la potestad de arrancar operaciones- se opusieron a la medida.
“Esto no es una cuestión de locha, esto es una cuestión de principios”, dijo un trabajador en Laminación en Caliente.
Los sidoristas aseguran que si no hay una corrección de esa hoja de cálculo los descuentos al salario persistirán.
Un cuarto operativo
De acuerdo con el Sistema de Gestión de Línea de Sidor, sólo Planta de Pellas y Midrex se mantuvieron operativas este viernes, luego de que los trabajadores decidieran retomar operaciones el jueves en la tarde.
En el resto de la planta las operaciones siguen en rojo. Las acerías, el corazón de la siderúrgica, siguen inoperativas por los desencuentros entre los trabajadores y el reclamo de la hoja de cálculo.
Incluso, anoche, la planta de Midrex, donde se procesa el mineral y se transforma en HRD, se apagó nuevamente luego de que el presidente de Sutiss, José Luis Hernández, asistiera al área.
7.Dic.2013
Correo del Caroní
La directiva de Sidor se esfuerza en persuadir a los trabajadores para el arranque de la planta, pero no lo ha logrado en su totalidad.
En planta los técnicos con mayor antigüedad se niegan a arrancar operaciones sin un acuerdo claro, especialmente, sobre la corrección de la hoja de cálculo con la que la empresa paga el contrato colectivo.
Y aunque varios grupos están ganados a retomar las operaciones, porque no ven salida al conflicto, porque temen las consecuencias o simplemente en oposición al presidente del sindicato Sutiss, José Luis Hernández, la verdad es que para retomar las operaciones de la acería se requiere -necesariamente- del consenso de todos.
Son precisamente esos desencuentros lo que ha impedido, a estas alturas, que la estatal retome la producción de acero líquido.
El comité ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss) no ha quedado bien parado ante el movimiento siderúrgico en este conflicto, pero tampoco la empresa.
Ambas instituciones generan una gran desconfianza entre los siderúrgicos. Los trabajadores lucen incomprendidos ante un grupo de militares, la sexta junta directiva en la acería en cinco años luego de la renacionalización, que dice intentar recuperar la producción pero no agiliza las inversiones, y ante un sindicato que no ha estado a la altura de las circunstancias.
En el debate interno aparece de todo: los trabajadores se quejan del sindicato, de los incumplimientos de la empresa, de la respuesta del Gobierno, mas respetan las instituciones que por naturaleza les corresponde dirimir el conflicto.
Ahora la división patente en el seno del sindicato se ha trasladado, como en ningún otro tiempo, a la base del movimiento laboral donde unos a otros intentan persuadirse de las razones por las cuales hay que mantener el paro o arrancar la acería.
Miedo y zozobra
En su mayoría quienes están propulsando el arranque de la planta son trabajadores fijos de día, un grupo amplio en comisión de servicio y otro grupo de técnicos preocupados por el destino de una huelga cuya dirección parece desdibujarse luego de tres semanas.
En los trabajadores ha influido el comentario de un posible cierre técnico, del despido masivo -una historia ya vivida en Sidor en la década de los años 70- y hasta la acusación de sabotaje como la que hizo el Gobierno en el 2002 para despedir a más de 10 mil trabajadores en Pdvsa.
Por mensajes de texto circulan comentarios con los que se intenta intimidar y atribuirle al presidente Nicolás Maduro estas ideas, pese a que hay inamovilidad laboral por discusión del contrato colectivo y decreto presidencial.
La empresa también ha pedido a los trabajadores “amar” a Sidor, imputándoles a los trabajadores el estado operativo de la acería y, en otros casos, pidiéndoles confianza luego de un acto de contrición en el que salen a relucir elementos políticos.
Y en esta historia los llamados nuevos ingresos temen que la cuerda se rompa por el lado más frágil y terminen cesantes como, en efecto, un grupo de tercerizados estuvo luego de la restricción energética.
El papel de Sutiss
A todos esos factores se suma la inconsistencia del comité ejecutivo de Sutiss. De las cuatro corrientes del sindicato, una de ellas está completamente ausente porque dos de sus miembros, José “Acarigua” Rodríguez y Cosme Yanes, alegan estar enfermos e incapacitados para incidir en el conflicto.
El presidente de Sutiss, José Luis Hernández, quien manifiesta estar ganado al diálogo, ha impedido la participación de los vocales en reemplazo de los dos miembros del comité ejecutivo ausentes, porque según su interpretación esos directivos deben entregar una carta de renuncia.
De modo que la huelga pende de dos corrientes, Movimiento Revolucionario Orinoco y Alianza Sindical, pero de esta última ninguno de sus miembros ha querido opinar y, de hecho, uno de ellos también alega ausencia por enfermedad.
Este viernes, luego de casi 24 horas de ausencia en el portón III de Sidor, el presidente del sindicato sometió a consideración, en asamblea de trabajadores, varios reclamos como punto de honor, entre ellos la hoja de cálculo y nuevamente la aprobación de 15 mil bolívares adicionales para el mes de enero.
Aguas abajo…
En la tribuna sidorista aprobaron la moción pero con poca claridad sobre el punto de honor de la huelga. En cambio, en las bases, los trabajadores han pedido que se les aplique la hoja de cálculo como única condición para arrancar las operaciones.
El presidente de Sidor, Javier Sarmiento, estuvo este viernes en Laminación en Frío y en Laminación en Caliente en asamblea y allí un sector respaldó la propuesta de pagar 30 mil bolívares antes del 13 de diciembre, pero la mayoría -o al menos quienes tienen la potestad de arrancar operaciones- se opusieron a la medida.
“Esto no es una cuestión de locha, esto es una cuestión de principios”, dijo un trabajador en Laminación en Caliente.
Los sidoristas aseguran que si no hay una corrección de esa hoja de cálculo los descuentos al salario persistirán.
Un cuarto operativo
De acuerdo con el Sistema de Gestión de Línea de Sidor, sólo Planta de Pellas y Midrex se mantuvieron operativas este viernes, luego de que los trabajadores decidieran retomar operaciones el jueves en la tarde.
En el resto de la planta las operaciones siguen en rojo. Las acerías, el corazón de la siderúrgica, siguen inoperativas por los desencuentros entre los trabajadores y el reclamo de la hoja de cálculo.
Incluso, anoche, la planta de Midrex, donde se procesa el mineral y se transforma en HRD, se apagó nuevamente luego de que el presidente de Sutiss, José Luis Hernández, asistiera al área.
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