Por: Mercedes Petit
Es un gran paso adelante que con el FIT se haya logrado casi un millón y medio de votos, siendo que sus integrantes, más allá de las diferencias y trayectorias que nos identifican, nos proclamamos orgullosamente como trotskistas. En particular, desde Izquierda Socialista, somos continuidad del primer grupo del trotskismo argentino que, encabezado por Nahuel Moreno (1924-1987), comenzó en 1944 a militar en el seno de la clase obrera. Con nuestras propias palabras, sintetizamos cómo explicaba Nahuel Moreno en un reportaje de 1985 el “ser trotskista” alrededor de tres puntos.
1. No perder nunca de vista la esencia del marxismo: que el capitalismo es un cáncer planetario, que lleva a la humanidad a un callejón sin salida, a mayor hambre y penurias para las masas. Por eso hay que luchar sin pausa para acabar con él. Luchar contra todos los gobiernos capitalistas, imperialistas o no, contra todos los sectores de la burguesía y los falsos dirigentes burocráticos, obreros o populares, que los defienden. Todo lo que se pueda arrancarles hoy intentarán recuperarlo con creces mañana. Por eso es imprescindible luchar hasta barrerlos del poder político y económico, para imponer un sistema totalmente nuevo y distinto, el socialismo.
2. La burocracia es la gran sífilis dentro del movimiento obrero. No solo en los sindicatos y los partidos obreros. La burocracia usurpó el poder y dominó la URSS y todos los países donde se había logrado expropiar a la burguesía. Es imprescindible acabar con todas las burocracias, con las asambleas de las bases y el respeto a todos los métodos de la democracia obrera. No habrá triunfo del socialismo sin la más amplia y libre participación activa de las masas en su construcción. Acabar con los burócratas exige la rebelión de las bases contra ellos, en una revolución política, para construir nuevas direcciones y nuevos partidos revolucionarios.
3. Al carácter mundial del capitalismo imperialista hay que responderle con una organización y un programa internacionalista. Por eso Trotsky dio la vida por impulsar la construcción de una nueva internacional, la Cuarta, el partido mundial para el triunfo de la revolución socialista internacional. Así enfrentó la traición de Stalin y los partidos comunistas burocráticos.
Estos tres puntos marcan los trazos gruesos del trotskismo que guiaron la larga trayectoria de nuestro dirigente y fundador Nahuel Moreno. Él siempre repetía que su decisión más importante en la vida había sido sumarse, desde 1948, a la difícil tarea de construir la Cuarta Internacional.
Con esa concepción internacionalista se dedicó a la construcción de su corriente en Argentina y otros países. Fiel a su trayectoria y enseñanzas, Izquierda Socialista impulsa las luchas de los trabajadores, estudiantes y sectores populares contra los gobiernos capitalistas, los patrones y los burócratas, construyendo unitariamente el FIT junto a las otras organizaciones trotskistas, y es parte de una organización internacional, la UIT-CI, que, aunque pequeña, se juega consecuentemente por avanzar en la reconstrucción de la Cuarta Internacional por la que dio su vida León Trotsky.
1. No perder nunca de vista la esencia del marxismo: que el capitalismo es un cáncer planetario, que lleva a la humanidad a un callejón sin salida, a mayor hambre y penurias para las masas. Por eso hay que luchar sin pausa para acabar con él. Luchar contra todos los gobiernos capitalistas, imperialistas o no, contra todos los sectores de la burguesía y los falsos dirigentes burocráticos, obreros o populares, que los defienden. Todo lo que se pueda arrancarles hoy intentarán recuperarlo con creces mañana. Por eso es imprescindible luchar hasta barrerlos del poder político y económico, para imponer un sistema totalmente nuevo y distinto, el socialismo.
2. La burocracia es la gran sífilis dentro del movimiento obrero. No solo en los sindicatos y los partidos obreros. La burocracia usurpó el poder y dominó la URSS y todos los países donde se había logrado expropiar a la burguesía. Es imprescindible acabar con todas las burocracias, con las asambleas de las bases y el respeto a todos los métodos de la democracia obrera. No habrá triunfo del socialismo sin la más amplia y libre participación activa de las masas en su construcción. Acabar con los burócratas exige la rebelión de las bases contra ellos, en una revolución política, para construir nuevas direcciones y nuevos partidos revolucionarios.
3. Al carácter mundial del capitalismo imperialista hay que responderle con una organización y un programa internacionalista. Por eso Trotsky dio la vida por impulsar la construcción de una nueva internacional, la Cuarta, el partido mundial para el triunfo de la revolución socialista internacional. Así enfrentó la traición de Stalin y los partidos comunistas burocráticos.
Estos tres puntos marcan los trazos gruesos del trotskismo que guiaron la larga trayectoria de nuestro dirigente y fundador Nahuel Moreno. Él siempre repetía que su decisión más importante en la vida había sido sumarse, desde 1948, a la difícil tarea de construir la Cuarta Internacional.
Con esa concepción internacionalista se dedicó a la construcción de su corriente en Argentina y otros países. Fiel a su trayectoria y enseñanzas, Izquierda Socialista impulsa las luchas de los trabajadores, estudiantes y sectores populares contra los gobiernos capitalistas, los patrones y los burócratas, construyendo unitariamente el FIT junto a las otras organizaciones trotskistas, y es parte de una organización internacional, la UIT-CI, que, aunque pequeña, se juega consecuentemente por avanzar en la reconstrucción de la Cuarta Internacional por la que dio su vida León Trotsky.
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