Trabajadores de Sidor decidieron profundizar la paralización de actividades iniciada el martes en la noche Foto cortesía |
Clavel A. Rangel Jiménez
15 Noviembre 2013
A las 4:00 de la tarde de este jueves la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) inició a cancelar las utilidades para los más de 12 mil trabajadores. El desembolso se hizo cumpliendo la fecha límite de lo que establece el contrato colectivo pero con la fórmula de un acta convenida en el 2008, uno de los principales detonantes de los últimos conflictos en la acería.
La cancelación del beneficio en plena discusión de la cláusula 8 (utilidades) es -para el comité ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss)- un claro desafío de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) a la voluntad de los sidoristas, que exigían recibir este año mejores aguinaldos.
De allí la razón de los últimos dos conflictos en Sidor. El primero de 22 días de paralización y el segundo, una protesta en la carretera nacional que mantuvo cerrada a Ciudad Guayana durante dos días, y por lo cual tres dirigentes sindicales comparecen ante tribunales.
De modo que todos los esfuerzos del sindicato estaban concentrados en lograr una mejora a la cláusula 8 para aliviar un tanto la presión dentro de la planta. Así que, a regañadientes, la dirigencia sindical se esforzó el miércoles por llegar a un acuerdo con Sidor, pero fue imposible.
Sidor sólo ofreció 100 días a salario integral más la fracción del día de descanso, así como una sola fórmula para todo el personal; mientras que Sutiss mantuvo su exigencia de 125 días a salario integral, con la fracción del día de descanso y tres variantes de la fórmula según el tipo de jornada.
La discusión de las utilidades, dentro de la negociación del contrato, se había dado de manera anticipada para cumplir con el acuerdo del 8 de octubre -cuando culminó el paro de 22 días- que establecía privilegiar en la negociación dicho concepto para su cálculo y pago inmediato.
Sin embargo, Sidor apeló a dilatar el acuerdo y, una vez en la mesa, no ofreció posibilidades a lograr una mejora por encima de los 100 días a salario integral bajo el pretexto de no comprometer la estabilidad financiera de la empresa.
La reunión -que terminó la madrugada del jueves- continuó ayer en la mañana sin mayores resultados.
El presidente de la CVG, Carlos Osorio, reiteró que no había alguna otra oferta, que la empresa ya estaba pagando las utilidades según el contrato colectivo vigente -y no el que está en discusión-, todo ello por órdenes del presidente de la república, Nicolás Maduro.
Viendo responsables
La posición de la CVG dejó, incluso, sin estrategia al propio sindicato. De hecho, intentó llegar a un acuerdo sobre otros puntos como, por ejemplo, los conceptos de la hoja de cálculo pero la empresa tampoco mostró apuro en dilucidar ese reclamo sino insistir en la discusión del resto del contrato colectivo, si acaso menos de 12 cláusulas económicas.
Ante eso, el presidente del sindicato, José Luis Hernández, manifestó que la institución mantiene su exigencia sobre la mesa de 125 días a salario integral. “Se están pagando las utilidades de una manera arbitraria y alertamos de lo que pudiera ocurrir”, dijo el dirigente.
Indicó que no han avanzado en la negociación del resto del contrato porque, para ello -señaló-, era necesario corregir la hoja de cálculo, punto en el que tampoco han avanzado pese a que la mesa técnica -conformada por sidoristas- ya culminó su trabajo en esa instancia.
De modo que, en lo que podían avanzar, dijo, era en la mejora de la cláusula de utilidades sobre la que ya había un precedente. Sólo que la empresa, que sabía que tenía el acta a su favor, dilató el acuerdo.
Hasta ahora la gerencia ha mostrado, como única salida, cancelar un diferencial que pudiera arrojarse en el mes de enero, mas tampoco da garantías de ese desembolso.
Hernández dijo anoche que los trabajadores, en asamblea, tomarán su propia decisión. Sin embargo, antes de acudir a la máxima organización para toma de decisiones, el personal ya había sacado cuentas y comenzado a parar cada área de la siderúrgica.
¿Un error en la estrategia? No lo saben. Lo único que hasta ahora podría compensar a los trabajadores es que se reconozcan la mala cancelación de 16 conceptos asociados y se acuerde cancelar un diferencial antes de que cierre el 2013.
15 Noviembre 2013
A las 4:00 de la tarde de este jueves la Siderúrgica del Orinoco (Sidor) inició a cancelar las utilidades para los más de 12 mil trabajadores. El desembolso se hizo cumpliendo la fecha límite de lo que establece el contrato colectivo pero con la fórmula de un acta convenida en el 2008, uno de los principales detonantes de los últimos conflictos en la acería.
La cancelación del beneficio en plena discusión de la cláusula 8 (utilidades) es -para el comité ejecutivo del Sindicato Único de Trabajadores de la Industria Siderúrgica y Sus Similares (Sutiss)- un claro desafío de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG) a la voluntad de los sidoristas, que exigían recibir este año mejores aguinaldos.
De allí la razón de los últimos dos conflictos en Sidor. El primero de 22 días de paralización y el segundo, una protesta en la carretera nacional que mantuvo cerrada a Ciudad Guayana durante dos días, y por lo cual tres dirigentes sindicales comparecen ante tribunales.
De modo que todos los esfuerzos del sindicato estaban concentrados en lograr una mejora a la cláusula 8 para aliviar un tanto la presión dentro de la planta. Así que, a regañadientes, la dirigencia sindical se esforzó el miércoles por llegar a un acuerdo con Sidor, pero fue imposible.
Sidor sólo ofreció 100 días a salario integral más la fracción del día de descanso, así como una sola fórmula para todo el personal; mientras que Sutiss mantuvo su exigencia de 125 días a salario integral, con la fracción del día de descanso y tres variantes de la fórmula según el tipo de jornada.
La discusión de las utilidades, dentro de la negociación del contrato, se había dado de manera anticipada para cumplir con el acuerdo del 8 de octubre -cuando culminó el paro de 22 días- que establecía privilegiar en la negociación dicho concepto para su cálculo y pago inmediato.
Sin embargo, Sidor apeló a dilatar el acuerdo y, una vez en la mesa, no ofreció posibilidades a lograr una mejora por encima de los 100 días a salario integral bajo el pretexto de no comprometer la estabilidad financiera de la empresa.
La reunión -que terminó la madrugada del jueves- continuó ayer en la mañana sin mayores resultados.
El presidente de la CVG, Carlos Osorio, reiteró que no había alguna otra oferta, que la empresa ya estaba pagando las utilidades según el contrato colectivo vigente -y no el que está en discusión-, todo ello por órdenes del presidente de la república, Nicolás Maduro.
Viendo responsables
La posición de la CVG dejó, incluso, sin estrategia al propio sindicato. De hecho, intentó llegar a un acuerdo sobre otros puntos como, por ejemplo, los conceptos de la hoja de cálculo pero la empresa tampoco mostró apuro en dilucidar ese reclamo sino insistir en la discusión del resto del contrato colectivo, si acaso menos de 12 cláusulas económicas.
Ante eso, el presidente del sindicato, José Luis Hernández, manifestó que la institución mantiene su exigencia sobre la mesa de 125 días a salario integral. “Se están pagando las utilidades de una manera arbitraria y alertamos de lo que pudiera ocurrir”, dijo el dirigente.
Indicó que no han avanzado en la negociación del resto del contrato porque, para ello -señaló-, era necesario corregir la hoja de cálculo, punto en el que tampoco han avanzado pese a que la mesa técnica -conformada por sidoristas- ya culminó su trabajo en esa instancia.
De modo que, en lo que podían avanzar, dijo, era en la mejora de la cláusula de utilidades sobre la que ya había un precedente. Sólo que la empresa, que sabía que tenía el acta a su favor, dilató el acuerdo.
Hasta ahora la gerencia ha mostrado, como única salida, cancelar un diferencial que pudiera arrojarse en el mes de enero, mas tampoco da garantías de ese desembolso.
Hernández dijo anoche que los trabajadores, en asamblea, tomarán su propia decisión. Sin embargo, antes de acudir a la máxima organización para toma de decisiones, el personal ya había sacado cuentas y comenzado a parar cada área de la siderúrgica.
¿Un error en la estrategia? No lo saben. Lo único que hasta ahora podría compensar a los trabajadores es que se reconozcan la mala cancelación de 16 conceptos asociados y se acuerde cancelar un diferencial antes de que cierre el 2013.
El acta de la discordiaTranscurrían pocos meses luego de la firma de la contratación colectiva. El presidente Hugo Chávez, en su afán por conquistar el corazón de los siderúrgicos, dio la razón a los sidoristas en las protestas que -para el 2008- colocan en aprietos a la transnacional Ternium en plena discusión del contrato.
Una madrugada de mayo los sidoristas celebraban la renacionalización de la acería, administrada por el consorcio ítalo argentino desde 1998.
El contrato en ciernes terminó de firmarlo el gobierno. En su momento se dijo que era la mejor convención colectiva de la zona y el país.
Pero una imprecisión en la cláusula 8, referente a la fracción del día de descanso, dio lugar a las dudas y permitió una interpretación distinta a la que -según sus padres- era el espíritu del pago: una fracción de día de descanso y no una alícuota como se firmó en noviembre de 2008 en una nota de acta.
Aunque el presidente de Sutiss, José Luis Hernández, reconoció cuatro años después su error y que los trabajadores de Sidor intentaron revertir esa fórmula con una huelga de 22 días, al finalizar el conflicto el reclamo quedó zanjado cuando el comité ejecutivo firmó que no había pasivos generados por esa acta.
Una madrugada de mayo los sidoristas celebraban la renacionalización de la acería, administrada por el consorcio ítalo argentino desde 1998.
El contrato en ciernes terminó de firmarlo el gobierno. En su momento se dijo que era la mejor convención colectiva de la zona y el país.
Pero una imprecisión en la cláusula 8, referente a la fracción del día de descanso, dio lugar a las dudas y permitió una interpretación distinta a la que -según sus padres- era el espíritu del pago: una fracción de día de descanso y no una alícuota como se firmó en noviembre de 2008 en una nota de acta.
Aunque el presidente de Sutiss, José Luis Hernández, reconoció cuatro años después su error y que los trabajadores de Sidor intentaron revertir esa fórmula con una huelga de 22 días, al finalizar el conflicto el reclamo quedó zanjado cuando el comité ejecutivo firmó que no había pasivos generados por esa acta.
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