anti-obrero y pro-imperialista del MAS.
La COD de Oruro se opuso a esta resolución y no la dejaron hablar. Las CODES de Beni, Potosí y Cochabamba también se oponen. A dirigentes del PT no se les permitió hablar, ni se leyó un informe escrito del PT. Una barra de 200 masistas, aprobó por aclamación todo lo que decía el burócrata mayor Juan Carlos Trujillo, que cobra 32.900 bs de salario por ser el primer defensor del MAS. Además el ampliado postergó el XVI congreso que debería relizarse en enero.
Nos dirigimos a trabajadores de la ciudad y el campo, a obreros, campesinos, profesores, gremiales, clase media empobrecida, para convocarlos a la lucha por recuperar nuestra Central Obrera Boliviana a una dirección revolucionaria y que responda a los mandatos de las bases, y a poner en pie un fuerte Partido de los Trabajadores para luchar por el poder para la clase hoy oprimida, que producimos todas las riquezas.
El PT, fundado por 1300 delegados en Huanuni, tiene su programa revolucionario, estatutos, principios y dirección electa, no depende de los burócratas de la COB.
Recordamos que el XV Congreso de la COB en Tarija, realizado en enero del 2012, declaró en su resolución política:
“Las medidas adoptadas contra el pueblo como el gasolinazo, su negativa a nacionalizar verdaderamente las minas e hidrocarburos, su postura… demagógica en el conflicto del TIPNIS muestra los objetivos claramente reformistas y procapitalistas del MAS, obligando a las direcciones sindicales recuperar la Independencia Política y luchar por un gobierno que tenga como objetivo fundamental la implantación del socialismo”. El Instrumento Político de los Trabajadores... es la alianza obrero-campesina junto a las masas de las ciudades y el campo, en el plano político… por un cambio a fondo de la situación boliviana, con la sustitución de las estructuras caducas en sentido antiimperialista y anticapitalista. La expulsión del Imperialismo y el Capitalismo y la solución de las tareas nacionales y democráticas aún pendientes, harán posible la revolución socialista”.
¡Fuera dirigentes traidores de la COB!
Desde entonces el gobierno nos dio nuevas pruebas de su carácter patronal, proimperialista y antiobrero. En particular en su actitud ante las jubilaciones, expropiando de hecho los fondos de los trabajadores, negándose a que los trabajadores participen en administración, y pretendiendo utilizarlos para sus propios fines, negando una jubilación digna a los trabajadores que han hecho aportes, y también negándose a la elemental justicia social de prever una jubilación universal mínima para millones de campesinos o personas que han tenido trabajos precarios.
Ante el justo reclamo de los trabajadores y la huelga general de mayo, el gobierno reaccionó con brutalidad represiva, hiriendo a trabajadores fabriles en Cochabamba, torturando a mineros en Caihuasi, y luego iniciando procesos penales a las víctimas de la represión. La actual conducción suspendió la huelga sin lograr nada que no sean promesas en el aspecto de jubilaciones, y sin tomar siquiera el recaudo de exigir el pago de los días de huelga y la anulación de los procesos. Posteriormente tampoco reclamó por estos últimos temas, dejando a los trabajadores procesados penalmente a su suerte.
El gobierno amenazó con destruir la nacionalización en Huanuni para imponer un cambio de dirección sindical apoyado por la conducción de la COB.
El reciente decreto del “doble aguinaldo”, (que regirá supuestamente en los años en que el país supere el 4,5% de crecimiento del PBI), es un paliativo que no soluciona el enorme atraso del salario respecto a la inflación, es decir la disminución del salario real o poder de compra del salario. Lo que se necesitaría es un cambio de la política agraria, para ayudar a los campesinos a producir alimentos baratos, terminando con el latifundio, y un aumento salarial de emergencia del 30%. En lugar de solucionar este problema grave de la inflación, el gobierno otorga una “dádiva” con propósitos electorales y para intentar evitar una lucha por aumento de salarios de los trabajadores.
Nuestra lucha y nuestro programa
La lucha de los trabajadores obreros y campesinos, del pueblo pobre en Bolivia, la lucha de la Central Obrera Boliviana y del naciente Partido de los Trabajadores, viene de muy lejos, de una resistencia histórica a la colonización imperialista, de las Tesis de Pulacayo que ya en 1946 expresaban la necesidad de la nacionalización sin pago de las minas, de un gobierno obrero y campesino y el socialismo para Bolivia, de la insurrección del 52, de las heroicas luchas mineras, de las grandes movilizaciones indígenas y campesinas de la década del 90 exigiendo tierra y territorio, de la guerra del agua que logra expulsar a la Betchel en Cochabamba, de la lucha de los trabajadores de Huanuni que en el 2002 expulsaron a la transnacional Allied Déals, perforando el código minero neoliberal y nacionalizando Huanuni, de la insurrección del gas del 2003 y la Agenda de Octubre para nacionalizar sin pago a las trasnacionales.
Los campesinos intentaron, con la ASP y el IPSP construir un instrumento político al servicio del campesinado y pueblo pobre. Este intento fue traicionado por los actuales dirigentes del MAS, que lo subordinaron a las transnacionales. Por eso el gobierno masista traicionó todas las expectativas populares por recuperar los recursos naturales.
Así vino una nueva etapa de luchas que enfrentaron directamente al gobierno masista desde el movimiento obrero y popular. Las huelgas obreras por salarios, la lucha de Huanuni del 2006 derrotando la arremetida de “cooperativistas” apoyados por el gobierno, al altísimo precio de 16 muertos, la lucha contra el gasolinazo, una medida a favor de las petroleras y el imperialismo, la Octava y novena marcha del Tipnis defendiendo su tierra y territorio contra el gobierno que intenta una carretera al servicio de las transnacionales, la octava marcha del Tipnis apoyada por una gigantesca movilización popular en La Paz, la gran movilización de 8000 comunarios de Mallku Khota que logró expulsar a la transnacional South American Silver exigiendo la recuperación de sus recursos.
Además de negar las demandas, de gobernar a favor de los intereses patronales y transnacionales, el gobierno masista utiliza una política represiva centrada en los procesos penales contra los que luchan. Los casos más graves, pero no los únicos, son los de los trabajadores de Huanuni, los de 29 comunarios de Mallku Khota y de los dirigentes indígenas que se movilizaron por el Tipnis.
Por una nueva dirección para la COB, un programa revolucionario y formar el Partido de los Trabajadores
Estos dirigentes traicionaron y además quieren prorrogarse. Lo que resolvieron no tiene ningún valor, ya que va frontalmente contra las resoluciones del XV Congreso y del propio sentimiento de las bases.
Es necesario el XVI Congreso en enero para romper todo apoyo al gobierno masista, hacer un balance de estas traiciones y elegir un Comité Ejecutivo de la COB encabezado por trabajadores que no hayan traicionado, de los que fueron consecuentes con la lucha, la huelga de mayo y con sus propias bases, para recuperar el programa revolucionario de la COB y su papel a la cabeza de los trabajadores del país.
Entre las tareas urgentes e inmediatas de este XVI Congreso están:
1. retomar la lucha por un aumento general de salarios no menor al 30% que recupere realmente lo que perdimos con la inflación y logre un aumento real;
2. derogación la ley de jubilaciones neoliberal e imponer otra ley que contemple un fuerte aporte estatal, que preserve nuestros aportes, que logre una jubilación digna, y que universalice la jubilación para todos los que con su trabajo han creado la riqueza del país;
3. Luchar por la inclusión en la ley de trabajo y la sindicalización de todos los trabajadores asalariados del país, que triplican a los hoy afiliados a la COB;
4. Retomar la lucha revolucionaria de la COB por verdadera nacionalización sin pago de transnacionales mineras e hidrocarburíferas, su expulsión e industrialización en el país, seguir el modelo de Huanuni de empresas nacionalizadas con control de los trabajadores en Mallku Khota, San Cristobal, las petroleras, etc, industrializando minerales e hidrocarburos en el país.
5. Retomar la lucha por la revolución agraria, expropiando sin pago a los latifundistas y dotación de tierras con empresas colectivas a los campesinos e indígenas con apoyo estatal para que produzcan alimentos baratos para el pueblo y puedan industrializar sus productos.
Impulsar al Partido de los Trabajadores con este programa revolucionario, para que trabajadores urbanos y rurales, los obreros, profesores, campesinos, clase media empobrecida, indígenas conquistemos el poder político. Exigir y luchar por su inmediata legalización electoral como primer paso para poder difundir su programa entre millones de bolivianos.
23 de noviembre 2013.
(La Protesta).- El Comité Ejecutivo de la COB, a la cabeza de Juan Carlos Trujillo, ha resuelto por mayoría, en un ampliado fraudulento en Santa Cruz, a espaldas, sin consultar a las bases de los trabajadores, el apoyo al gobierno masista y desconocer en los hechos al Partido de los Trabajadores, traicionando así no sólo toda la lucha histórica de la gloriosa Central Obrera Boliviana, sino también a las resoluciones del XV Congreso de Tarija. La actual conducción traicionó abiertamente este mandato y lo traiciona especialmente al apoyar al gobierno masista.
La COD de Oruro se opuso a esta resolución y no la dejaron hablar. Las CODES de Beni, Potosí y Cochabamba también se oponen. A dirigentes del PT no se les permitió hablar, ni se leyó un informe escrito del PT. Una barra de 200 masistas, aprobó por aclamación todo lo que decía el burócrata mayor Juan Carlos Trujillo, que cobra 32.900 bs de salario por ser el primer defensor del MAS. Además el ampliado postergó el XVI congreso que debería relizarse en enero.
Nos dirigimos a trabajadores de la ciudad y el campo, a obreros, campesinos, profesores, gremiales, clase media empobrecida, para convocarlos a la lucha por recuperar nuestra Central Obrera Boliviana a una dirección revolucionaria y que responda a los mandatos de las bases, y a poner en pie un fuerte Partido de los Trabajadores para luchar por el poder para la clase hoy oprimida, que producimos todas las riquezas.
El PT, fundado por 1300 delegados en Huanuni, tiene su programa revolucionario, estatutos, principios y dirección electa, no depende de los burócratas de la COB.
Recordamos que el XV Congreso de la COB en Tarija, realizado en enero del 2012, declaró en su resolución política:
“Las medidas adoptadas contra el pueblo como el gasolinazo, su negativa a nacionalizar verdaderamente las minas e hidrocarburos, su postura… demagógica en el conflicto del TIPNIS muestra los objetivos claramente reformistas y procapitalistas del MAS, obligando a las direcciones sindicales recuperar la Independencia Política y luchar por un gobierno que tenga como objetivo fundamental la implantación del socialismo”. El Instrumento Político de los Trabajadores... es la alianza obrero-campesina junto a las masas de las ciudades y el campo, en el plano político… por un cambio a fondo de la situación boliviana, con la sustitución de las estructuras caducas en sentido antiimperialista y anticapitalista. La expulsión del Imperialismo y el Capitalismo y la solución de las tareas nacionales y democráticas aún pendientes, harán posible la revolución socialista”.
¡Fuera dirigentes traidores de la COB!
Desde entonces el gobierno nos dio nuevas pruebas de su carácter patronal, proimperialista y antiobrero. En particular en su actitud ante las jubilaciones, expropiando de hecho los fondos de los trabajadores, negándose a que los trabajadores participen en administración, y pretendiendo utilizarlos para sus propios fines, negando una jubilación digna a los trabajadores que han hecho aportes, y también negándose a la elemental justicia social de prever una jubilación universal mínima para millones de campesinos o personas que han tenido trabajos precarios.
Ante el justo reclamo de los trabajadores y la huelga general de mayo, el gobierno reaccionó con brutalidad represiva, hiriendo a trabajadores fabriles en Cochabamba, torturando a mineros en Caihuasi, y luego iniciando procesos penales a las víctimas de la represión. La actual conducción suspendió la huelga sin lograr nada que no sean promesas en el aspecto de jubilaciones, y sin tomar siquiera el recaudo de exigir el pago de los días de huelga y la anulación de los procesos. Posteriormente tampoco reclamó por estos últimos temas, dejando a los trabajadores procesados penalmente a su suerte.
El gobierno amenazó con destruir la nacionalización en Huanuni para imponer un cambio de dirección sindical apoyado por la conducción de la COB.
El reciente decreto del “doble aguinaldo”, (que regirá supuestamente en los años en que el país supere el 4,5% de crecimiento del PBI), es un paliativo que no soluciona el enorme atraso del salario respecto a la inflación, es decir la disminución del salario real o poder de compra del salario. Lo que se necesitaría es un cambio de la política agraria, para ayudar a los campesinos a producir alimentos baratos, terminando con el latifundio, y un aumento salarial de emergencia del 30%. En lugar de solucionar este problema grave de la inflación, el gobierno otorga una “dádiva” con propósitos electorales y para intentar evitar una lucha por aumento de salarios de los trabajadores.
Nuestra lucha y nuestro programa
La lucha de los trabajadores obreros y campesinos, del pueblo pobre en Bolivia, la lucha de la Central Obrera Boliviana y del naciente Partido de los Trabajadores, viene de muy lejos, de una resistencia histórica a la colonización imperialista, de las Tesis de Pulacayo que ya en 1946 expresaban la necesidad de la nacionalización sin pago de las minas, de un gobierno obrero y campesino y el socialismo para Bolivia, de la insurrección del 52, de las heroicas luchas mineras, de las grandes movilizaciones indígenas y campesinas de la década del 90 exigiendo tierra y territorio, de la guerra del agua que logra expulsar a la Betchel en Cochabamba, de la lucha de los trabajadores de Huanuni que en el 2002 expulsaron a la transnacional Allied Déals, perforando el código minero neoliberal y nacionalizando Huanuni, de la insurrección del gas del 2003 y la Agenda de Octubre para nacionalizar sin pago a las trasnacionales.
Los campesinos intentaron, con la ASP y el IPSP construir un instrumento político al servicio del campesinado y pueblo pobre. Este intento fue traicionado por los actuales dirigentes del MAS, que lo subordinaron a las transnacionales. Por eso el gobierno masista traicionó todas las expectativas populares por recuperar los recursos naturales.
Así vino una nueva etapa de luchas que enfrentaron directamente al gobierno masista desde el movimiento obrero y popular. Las huelgas obreras por salarios, la lucha de Huanuni del 2006 derrotando la arremetida de “cooperativistas” apoyados por el gobierno, al altísimo precio de 16 muertos, la lucha contra el gasolinazo, una medida a favor de las petroleras y el imperialismo, la Octava y novena marcha del Tipnis defendiendo su tierra y territorio contra el gobierno que intenta una carretera al servicio de las transnacionales, la octava marcha del Tipnis apoyada por una gigantesca movilización popular en La Paz, la gran movilización de 8000 comunarios de Mallku Khota que logró expulsar a la transnacional South American Silver exigiendo la recuperación de sus recursos.
Además de negar las demandas, de gobernar a favor de los intereses patronales y transnacionales, el gobierno masista utiliza una política represiva centrada en los procesos penales contra los que luchan. Los casos más graves, pero no los únicos, son los de los trabajadores de Huanuni, los de 29 comunarios de Mallku Khota y de los dirigentes indígenas que se movilizaron por el Tipnis.
Por una nueva dirección para la COB, un programa revolucionario y formar el Partido de los Trabajadores
Estos dirigentes traicionaron y además quieren prorrogarse. Lo que resolvieron no tiene ningún valor, ya que va frontalmente contra las resoluciones del XV Congreso y del propio sentimiento de las bases.
Es necesario el XVI Congreso en enero para romper todo apoyo al gobierno masista, hacer un balance de estas traiciones y elegir un Comité Ejecutivo de la COB encabezado por trabajadores que no hayan traicionado, de los que fueron consecuentes con la lucha, la huelga de mayo y con sus propias bases, para recuperar el programa revolucionario de la COB y su papel a la cabeza de los trabajadores del país.
Entre las tareas urgentes e inmediatas de este XVI Congreso están:
1. retomar la lucha por un aumento general de salarios no menor al 30% que recupere realmente lo que perdimos con la inflación y logre un aumento real;
2. derogación la ley de jubilaciones neoliberal e imponer otra ley que contemple un fuerte aporte estatal, que preserve nuestros aportes, que logre una jubilación digna, y que universalice la jubilación para todos los que con su trabajo han creado la riqueza del país;
3. Luchar por la inclusión en la ley de trabajo y la sindicalización de todos los trabajadores asalariados del país, que triplican a los hoy afiliados a la COB;
4. Retomar la lucha revolucionaria de la COB por verdadera nacionalización sin pago de transnacionales mineras e hidrocarburíferas, su expulsión e industrialización en el país, seguir el modelo de Huanuni de empresas nacionalizadas con control de los trabajadores en Mallku Khota, San Cristobal, las petroleras, etc, industrializando minerales e hidrocarburos en el país.
5. Retomar la lucha por la revolución agraria, expropiando sin pago a los latifundistas y dotación de tierras con empresas colectivas a los campesinos e indígenas con apoyo estatal para que produzcan alimentos baratos para el pueblo y puedan industrializar sus productos.
Impulsar al Partido de los Trabajadores con este programa revolucionario, para que trabajadores urbanos y rurales, los obreros, profesores, campesinos, clase media empobrecida, indígenas conquistemos el poder político. Exigir y luchar por su inmediata legalización electoral como primer paso para poder difundir su programa entre millones de bolivianos.
23 de noviembre 2013.
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