lunes, 26 de agosto de 2013

Respuesta a un amigo sorprendido por la crítica

Abreu  y Dudamel reciben el premio
Misical America Award en Nueva York 
Respuesta a un buen amigo, a quien le sorprendió una crítica que (yo) hiciera, sobre el esperpento que creó y pretende agrandar, con el absurdo impulso de nuestra revolución, "El Maestro" Abreu 

Por Manuel Rugeles A.
26 de agosto de 2013
La Guarura


Vamos por partes. El eurocentrismo es una concepción histórica, sociológica y política, según la cual el mundo europeo, y más particularmente el mundo europeo occidental (y sus “referencias”, cosas, manifestaciones culturales, etc.), son el centro, motor y vida de la historia del mundo entero. Y en ese sentido ES ‘alienación’, en la medida de la negación de lo nuestro, o en la medida de superponer esas referencias y manifestaciones, por encima de las nuestras, como forma de educación que nos somete mentalmente.


Por eso es que hablamos de neocolonización. Es la nueva (y ya vieja) forma de colonizarnos. Configura una parte importantísima de las cacareadas (pero súper-ciertas) guerras de 4ª. y de 5ª. generación. ¿O es que tú crees que cuando un país como Alemania, o España, o Inglaterra o Francia o Italia, disponen (y lo siguen haciendo a pesar de la crisis) de recursos monetarios cuantiosos para sostener y mantener canales internacionales de televisión y radio, lo hacen porque son ‘buena-gente'? Ahí los tenemos, a Antena 3, a TVE, a la DW, a la BBC, a la RAI… “vendiéndonos” SU CULTURA, ‘sus’ cosas,… y haciéndonos sentir que ‘ellos’ son la vanguardia del mundo, cuando lo que vienen es en retroceso, por los nuevos y reiterados fracasos del capitalismo, al que quieren salvar los líderes financieros del mundo y sus aliados (desgastadísimos) líderes políticos, para tratar de preservar como sea un sistema de explotación, mediante el cual un pequeño grupo de ‘privilegiados’ ostentan todo tipo de ‘creaciones’ para mostrar(nos) súper-niveles de vida, a costillas de la mayoría, que no tiene acceso a aquello, a menos que dejen la vida (y el 'pelero'), y por la vía del crédito, adquieran/consuman ‘formas de vida’ (víveres, bienes diversos, dispositivos, aparatos, etc.), que a punta de sofismas los ‘equiparen’ a las clases altas y poderosas. Pregunta hoy, averigua hoy, cómo es que Alemania -en su carácter de líder de la Eurozona- se mantiene a la cabeza (?). Y no es de otra manera que sacrificando todas las reivindicaciones salariales/de pensiones/de contrataciones, etc., que tiene ahora la clase obrera y trabajadora alemana.

Por tanto no se trata, ni basta, que te llenarán tu cabeza llanera con los colores de las garzas, de los gabanes, o los carraos, ya que en eso fuiste un ‘privilegiado’… porque fíjate que luego vino la educastración que tuviste (y tuvimos), la que a la luz de lo que se discute hoy, te permite autojuzgarte como eurocéntrico’… El problema (con lo de Abreu) radica en que la mayoría de estos muchachos de la orquesta (por no decir TODOS), que provienen de familias ya bastante alienadas en su formación escolar y 'social', en su cosmovisión y en su ideologización, no tuvieron ni tendrán el privilegio que tuviste (tú) de hasta escuchar como ‘música materna’ (haciendo en este momento analogía con la ‘lengua materna’, o sea ‘el castellano, que fue lo más grandioso que nos trajo la invasión española), la música dizque ‘más nuestra’, como lo es la música llanera. Esos chamos 'nacen' prácticamente a la vida social, en el proceso de inserción dentro de nuestra sociedad, con una música europea ya muerta, que NO nos pertenece. Entonces, cuando hablamos de ‘sentido de pertenencia’ ¿de qué hablamos? … sobre todo en este caso -concreto- de los chamos de la ONJV (?). ¿Qué es lo que 'les' pertenece? o ellos pertenecen a qué? ...

Trabajé durante 9 años con ese proyecto, y -como dijo Martí de los EEUU- ‘conozco el monstruo por dentro’. Allí descubrí el egocentrismo mayor de Abreu, quien descubrió una forma de vivir ventajosamente, aprovechándose de todos los gobiernos de la Cuarta (y ahora de la Quinta), educando en esa equivocación o contrariedad, contra la cual se hubiese rebelado el propio Simón Rodríguez (el loquito aquel, maestro de Bolívar, al que todavía no le paramos bolas), solamente con la intencionalidad de cazar ‘talentos utilitarios’, sonsacarlos de los estados del interior del país, para él tener siempre en Caracas una Orquesta de dimensiones mayores, de 'mejor sonido', y estafar así a cuanto gobierno y gobernante llegara al poder…

Porque resulta que a esa ‘música’, la burguesía y algunos componentes de la clase media ‘acomodada’ de este país, quienes tuvieron la inmensa oportunidad de conocer aquellas tierras de donde ella venía (a la que nos ‘vendían’ como superior a la nuestra… porque no es de indios, de negros y de mestizos peorros), nos la acuñaban como símbolo de ‘status’. Y llegaban a tenerla ‘en casa’ (pero sin escucharla con atención) cuando algún periódico o revista sacaba una colección barata de discos, cuyos ‘lomos’ servían además para adornar la biblioteca -cuando la tenían, porque en la mayoría de ese tipo de hogares no existen las bibliotecas, y eso podemos apostarlo-, o la sala de la casa… y hasta llegaban a oírla ‘cuasi’ obligados, cuando traían del exterior una orquesta sinfónica (como cuando vino Leonard Bernstein a Caracas con la Filarmónica de New York, por ejemplo) al Teresa Carreño, lugar donde antes no entraba el pueblo, y luego de pagar entradas costosísimas por ir a escuchar una música que jamás oyen ‘normalmente’ en sus casas (porque así como NO es la música de nosotros, los plebeyos, tampoco ES la música de ellos, los poderosos ‘dueños del país’), mostrarse/exhibirse en una especie de celebración de los ‘Oscar’ (como en los EEUU), ‘sobre la alfombra roja’, para entonces ir a mostrar sus trapos (de diseñadores internacionales o cuando menos-menos de la ‘criolla’ Carolina Herrera), la última o más costosa joya adquirida, y hasta el último chofer negro que les manejaba el enorme ‘portaviones’, digo, auto último modelo, también... que en el fondo era, para la pequeña burguesía de nuestro país, 'lo más importante' de esos eventos...

Cuando trabajé con la ONJV, acá en Táchira, presentábamos conciertos que llenaban casi cualquier escenario, iglesia o catedral que se nos pusiera por delante. Pero eso tenía UNA explicación: llegamos a tener una orquestica de hasta 100 músicos -entre niños y jóvenes-, cuyos familiares (padres, hermanos, novias, etc. de cada uno) y amigos en conjunto, eran capaces de llenar casi cualquier auditorio. Peeero… NUNCA pudimos ‘crear’ un público para esa vaina… Y ¡menos mal! Los que asistían porque verdaderamente les (o nos) gustaba la mal-llamada ‘música clásica’, podían contarse con los dedos de una sola mano. Y por lo regular no volvían (o lo hacían sólo por solidaridad amistosa), ya que esas orquestas de provincia no suenan tan bien como una buena grabación de la ‘Deustche Gramophon’ o de ‘Delta Records’, en un equipo de sonido, así fuese éste de 'medio pelo'. Y, en proporción mayor, jamás una orquesta como la mejor que tengamos o tenga Abreu (con Dudamel incluido) tocará esos temas del repertorio austro-húngaro o del barroco europeo, mejor que la Filarmónica de Berlín o la Sinfónica de Viena… Porque eso sería lo mismo que si ellos pudieran (o pretendieran) tocar mejor la música llanera (como tratan de hacerlo algunos japoneses), de arpa, cuatro y maracas, como lo hace cualquier conjunto llanero, similares a los que acompañaban al 'Carrao de Palmarito' o a Luis Lozada, ‘El Cubiro’. Y es que NADIE se los está pidiendo. Así como NADIE le está exigiendo a un país como el nuestro (o a cualquier otro), que toquen la música de ellos, como la tocan ellos...

[Nota: Dudamel es ahora una ‘diva’, creación de Abreu. Pregunta cuantos millones cobra, solamente por venir a San Cristóbal, a -apenas- dar una charla o una rueda de prensa. Y la clase de hotel que exige el señorito. Hace cuñas de relojes costosísimos, en las que lo anuncian como director de la Orquesta Sinfónica de Los Ángeles (CAL., EEUU). Jamás dicen (¡ni por equivocación!), que es director de la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela… Y esa es una pequeña ‘muestra’ de la monstruosidad que estamos financiando, y que además engulle (casi) TODO el presupuesto cultural de nuestro país, a costa de todos los hacedores de cultura, verdaderamente nuestros… Una sola gira de esa orquesta (ONJV) al país europeo más cercano, se traga dos y más veces, el presupuesto cultural de todo un año, de lo que destinan al Táchira, por ejemplo, en materia 'cultural’. ¿Y para qué ?... ¿ para decir que casi somos capaces de tocar como ellos ? ¡No mejora el enfermo…!).

En una oportunidad estuve en un Congreso de Música Contemporánea en una pequeña localidad austríaca llamada Graz (se pronuncia Grats), y también estuve en la capital, Viena. En esa ciudad, que tiene permanentemente cuatro o cinco teatros, abiertos casi todas las noches, en los que se ofrecen magníficos conciertos, y de los cuales solamente a uno de ellos pude asistir (porque a todos me asomé, infructuosamente), porque de vaina conseguí entrada, la gente plena aquello… porque ESA, definitivamente, ES SU MÚSICA. Y gozan una bola con ella. ¿Por qué NO nos pasa con la nuestra lo mismo? Sencillamente porque nos han enseñado a despreciarla. Y en eso consiste el eurocentrismo y la alienación que eso destila. En conclusión, en Viena, los austríacos llenan esos teatros, como aquí los maracuchos plenan los estadios de béisbol (que también fue una ‘cosa’ que nos inocularon los gringos, a través de la invasión petrolera).

Pues bien, retomando el tema. Trabajar con la ONJV me hizo ‘abrir’ los ojos. Y a pesar de que esa música europea -ya muerta hasta en Europa- pueda gustarle a una ínfima minoría de mortales, definitivamente NO ES NUESTRA MÚSICA, NO ES ‘lo nuestro’. Descubrí que si los familiares de aquellos chamos no iban a los conciertos, no llenábamos ningún local, por pequeño que fuese… y eso ES lo lógico.

Por otra parte, yo sí creo que la música puede y hasta debe enseñarse a través de las creaciones y técnicas de grandes maestros (y depende de cuál música), pero no para ‘llegar’ a ser músicos ‘ejecutantes’ de aquello y nada más. Porque eso NO nos conduciría a ningún proceso creativo. Eso sería igual a que educáramos a los estudiantes de artes plásticas, conociendo las obras y las técnicas de los grandes maestros de la pintura, el dibujo y la escultura, para que nuestros ‘futuros’ pintores, o escultores, copiaran o plagiaran esas obras y utilizaran solamente aquellas técnicas, cuando precisamente los procesos de creación y de inventiva no paran, no se detienen, y de allí la grandeza humana…

En cuanto a la ‘sorna’ que le pones al componente religioso (la religión), que fue de las peores cosas que nos trajo la invasión y conquista de nuestros territorios, que además avaló el asesinato de más de 60 millones de seres humanos, solamente en América del Sur (ubicando el cuento del holocausto judío como un ‘cuento para nenes’ al lado de ‘nuestro’ genocidio), y la metes en el mismo saco que el idioma, que como te repito fue lo más grande que nos trajeron… porque hasta podría llegar a decir que la riqueza de nuestro idioma se la cambio por toda la plata robada en el Potosí, y creo que salimos ganando… me suena, lastimosamente, como a chantaje retórico. Como queriendo decir: ¡Coño, pero Manuel si jode ! Ya se va a meter con “lo mejor que tiene la revolución... la mejor imagen del país en el exterior… y bla, bla, bla…”. Pues ante eso te digo que si ESO es lo mejor de ‘nuestra’ revolución, este proceso, más-que-jodido está vuelto-mierda.

Porque eso sería un ‘agregado’ internacional más, al papelón que venimos haciendo, frustrando a un montón de personas, y de pueblos del mundo, que estaban (y están) confiando en nuestra revolución como un renacimiento y rescate de -tal vez- la mejor elaboración socio-política del hombre, como lo es el Socialismo, para no sólo salvar al planeta sino a la propia especie humana. Hacia lo interno no podemos medir los estragos que vienen haciendo en este país, enemigos y hasta ‘amigos’ (sin formación) y demás ingenuos, en contra del Socialismo. Yo creo que nunca antes, en tan pocos años, se había descalificado, lesionado, agraviado, escoñetado… tanto un término que entraña la verdadera salvación que puede tener nuestra especie (como decía Chávez), ni tampoco se había estafado, engañado (vilmente) a un pueblo con eso. El comportamiento ha sido tan negativo, que ahora nos lo enrostran en la cara: - ¿y esto es el socialismo que tanto pregonan ustedes ? … nos dicen…

Y no es cuestión de ‘quitarte el código genético europeo’ (como dices), porque puede ser que lo tengamos gracias a la invasión y al mestizaje, y por esa misma razón podremos tener colores indistintos de piel. El problema es no poner secundariamente LO NUESTRO, sino colocar lo nuestro por lo menos en igualdad de condiciones, porque para eso somos y protagonizamos UNA CULTURA, que ni es MÁS ni es MENOS que la europea o la gringa. Y no sería tan importante ‘despellejarnos’ ni ‘encontrar al europeo dentro de nuestros músculos, huesos, etc.’ porque -como te digo- , genéticamente con seguridad lo vamos a encontrar. Lo importante sería saber reconocer cuándo, la educación que nos han inoculado, nos convierte en neocolonizados, nos aliena por la vía de los productos (bienes, servicios, necesidades extrañas, películas, música, literatura, series, problemas, etc.) que nos ‘venden’ la televisión, el cine, la Internet y demás medios ‘de manipulación social’…

Todo se reduce a un gravísimo problema educativo que esta revolución no quiso enfrentar como debió ser, y por eso -todavía- no ponemos TODO nuestro empeño en formar sanamente a nuestros niños desde el Preescolar y la Primaria (para tratar de formar al hombre-nuevo-venezolano), y, por el contrario, volvimos a caer en la trampa de colocar la mayoría de nuestros recursos monetarios en la cúspide de la pirámide (universidades), donde está la juventud más alienada y la que sigue ‘pensando’, sin importar que salga de la USB o de la UBV, que ‘realizarse’ en esta vida, es obtener un cartón en la universidad, y luego encontrar un puesto (no un trabajo), para comprarse una camioneta, rumbear casi todas las noches de la semana, y vacacionar dos y tres veces al año. Eso, para la mayoría, sería la máxima realización. Obteniendo el cartón, como sea, a costa de lo que sea. No importa que se aprenda poco (porque ni escribir saben), ya que lo importante es tenerlo, para colocarlo en un ‘Ridículum Vitae’ (celebrarlo con una vulgar y grotesca cerveza Polar, como ‘rito de iniciación’ profesional) y esgrimirlo como una burda ‘arma blanca’ para atracar a cualquiera que se les atraviese en ‘el camino…’


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