No
fue la Sociedad Homo Natura ni mucho menos Provea
Sólo las madres Yukpa pueden trasladar niños, niñas y adolescentes, más si son 48 en total
Sociedad Homo et
Natura
El próximo 7 de febrero
se llevará a cabo un juicio contra Lusbi Portillo en representación de la organización
Sociedad Homo Et Natura, y el Programa Venezolano de Educación-Acción en
Derechos Humanos, Provea, defensores de los derechos humanos de los pueblos
indígenas, por apoyar una protesta indígena Yukpa frente a la sede del Tribunal
Supremo de Justicia (TSJ) en el año 2010.
La
fuerza está en la persona no en el colectivo
La fuerza de la
sociedad Yukpa está en la persona, en el individuo como miembro de una familia.
Goza de una gran libertad, de una fuerza personal, y gran estima como persona. No
en el colectivo.
Los
niños con sus madres siempre
Es la madre quien tiene
el mayor vínculo de afecto con su hijo, quien lo cuida y lo amamanta por un
largo período de tiempo, siempre el niño permanece con su madre, y juntos se
desplazan en el cumplimiento de su rol de mujer, tanto al interior de su
vivienda como en la comunidad, o más allá del pueblo. Es frecuente que las hijas
mayores también cuiden del más pequeño, pero bajo la mirada alerta de la madre.
La vida del niño transcurre entre los rituales y quehaceres de los adultos,
pero al lado de su madre y de sus hermanos mayores, o del resto de los
familiares cuando se reúnen por algún acontecimiento social importante.
La
mujer Yukpa asume los mayores riesgos cotidianos y extraordinarios
El papel de la mujer en
la sociedad Yukpa es de mucha beligerancia y de mayor riesgo cotidiano, son
ellas las que enfrentan a los hacendados, a la Guardia Nacional Bolivariana o a
los efectivos del Ejército cunado reprimen o se acercan sin permiso en sus
comunidades, son las primeras al salir cuando llegan representantes de las
instituciones del Estado a sus comunidades, ellas acompañan a sus jefes
comunitarios y participan en todo tipo de reuniones, y siempre lo hacen con su
hijos. Es más, cada vez que el hombre se desplaza fuera de su comunidad lo
acompañan su mujer y sus hijos, sea cual sea su edad. Casi nunca la mujer queda
sola en la comunidad, más cuando van a durar fuera largo período. No existe
algún acontecimiento social en el que no participe la mujer con sus hijos.
Antes
de la llegada de los Padres Capuchinos
Ante de la llegada del
civilizado de ciudad, o el criollo, todos los Yukpa vivían en pequeñas
viviendas de palma entre las montañas distantes unas de otras, no habían
comunidades en el sentido de hoy en día de una casa al lado de otra, ni
caciques; sólo un hombre mayor o adulto ejercía una relación de jefatura de
unas familias, dada por el parentesco en una determinada área de la selva. Los
hombres de un área vivían guerreando permanentemente con otros hombres de otra
área o zona distintas, pero con más frecuencia entre hombres de la misma área
cuando se convocaban para celebrar un acontecimiento, matrimonio, nacimiento de
un niño, o cuando alguien fallecía, o para la fiesta del maíz, que sólo las
mujeres siembran por orden de Oseema, la divinidad de la agricultura, dadora
del cultivo de semillas o tubérculos, quien siempre anda con
una ardilla entre su larga cabellera sacando granos de maíz. Pero fue Amoricha
quien cortando un árbol especial de la selva señalado por el pájaro carpintero
hizo al hombre y a la mujer de su tronco.
En
los asesinatos de Kasmera
En mi experiencia de
campo, en el acompañamiento en la defensa de sus derechos humanos violado por
los gobiernos y los ganaderos y parceleros invasores, en especial el derecho a
recuperar y poseer un amplio territorio para la vida buena, he visto como las
mujeres y sus niños participan en acontecimientos cotidianos y extraordinarios,
como cuando efectivos del ejército asesinaron a tres indígenas Yukpa Parirí en
la comunidad Kasmera el jueves 3 de febrero de 2004. Fueron las mujeres quienes
enfrentaron a los soldados cundo se bajaron hasta que se subieron de nuevo al
comboy, fueron ellas con sus niños quienes no dejaron que el Ejército decomisara
la madera que el mismo Teniente Coronel José Trinidad Ríos Paz mandó a cortar
días antes y trataron de meter los cadáveres y los heridos al convoy para que
se los llevara a su Jefe del Fuerte Macoa.
En
el rescate de haciendas y la toma del INTI
Fueron las mujeres con
sus niños quienes repudiaron a hacendados, GNB y al Ejército en las ocupaciones
de las haciendas desde el río Macoita y Aroy hasta más allá de río Tukuko; son
mujeres y sus niños y adolescentes quienes con sus padres el 31 Julio de 2008
tomaron las puertas del INTI Machiques exigiendo tierra y la agilización del
proceso de demarcación y titulación de las mismas. Al final de la contienda se
podía ver a los niños más pequeños brincando en la capota y techo de un carro
que rompieron al tratar de atropellar a sus padres. Toda la familia participa
en las tomas de haciendas y en el proceso de desalojo militar policial son muy
activos junto con sus abuelas, madres, tías y hermanas.
En
el rompimiento del cerco militar en la Cuesta del Padre
Son, el viernes 22 de
agosto de 2008, las mujeres y los niños quienes hablaban y gritaban y empujaban
a la GNB y al Ejército para romper el cerco militar en la entrada del río Yaza
en la Cuesta del Padre, fueron los niños quienes les golpeaban con botellas
plásticas de refresco de dos litros y con piedras grandes le rompieron los
faros a los convoy a las 8 de la noche y poder así romper el cerco militar para
que la prensa y los luchadores sociales pudieran entrar con su caravana de
alimento y medicinas cuando Sabino Romero Izarra y su gente, Olegario Romero
Romero y su gente y Amalia Pérez y su gente ocuparon las haciendas Tizina,
Cusare y Brasil, ya la hacienda Paja Chiquita en el 2007 había sido tomada por
Francisco y Antonio Romero. En ese momento hubo más de 300 detonaciones de fusiles
al cielo, y allí estaban los niños con sus madres, sin llorar ni gritar ni
asustarse, sólo lo hicieron cuando los uniformados alterados en plena oscuridad
lanzaban bombas lacrimógenas cuyo gas eran desconocido para ellos. Tuvo que el
propio Presidente Chávez en el Aló Presidente Nº 318, el 24 de agosto de ese
mismo año intervenir para que los ganaderos y sus aliados históricos
uniformados dislocados no masacraran a indígenas y sus aliados ecologistas y
luchadores sociales.
En
las marchas a la puerta de la Cárcel de Trujillo, en Tribunal de Maracaibo y de
Trujillo
Los niños participaron
con sus padres el 17 febrero de 1994 en la Marcha en Maracaibo de indígenas,
ecologistas y estudiantes desde el Rectorado de LUZ hasta la Gobernación del
Estado Zulia contra la explotación del carbón y los atropellos contra los
indígenas. En la marcha del 22 de abril
de 1999 contra le explotación del carbón en Machiques.
Con sus niños marcharon
a Miraflores el 31 de marzo de 2005, durante el Foro Social Mundial y en enero
de 2006 exigiendo tierra y la no explotación de carbón, en las dos marchas del
año 2010 hacia las puertas de la Cárcel Nacional de Trujillo exigiendo a las
autoridades y a los señores Pranes que no asesinaran a Sabino Romero Izarra y
Alexander Fernández Fernández por negarse a cumplir sus órdenes de convivencias
carcelarias, ante la negativa del Gobierno de darle Medida Cautelar. Estuvieron
todos los días con sus padres mientras duró el Juicio de sus caciques en
Trujillo. Será bueno que le pregunten al Alcalde de Valera, a los diputados de
Consejo Legislativo de Trujillo, o al mismo Juez Moreno Matheus por qué cada
vez que había audiencia allí estaban los niños y adolescentes con sus madres y
familiares durmiendo en las calles, por qué el Señor Magistrado Dr. Eladio
Aponte Aponte fue utilizado para sacar el Juicio de Maracaibo y radicarlo en
Trujillo para evitar la presencia de sus familiares todos los días frente al
Tribunal en compañía con los ecologistas y demás sectores sociales de
Maracaibo. Pero en Trujillo fue peor. Los ciudadanos trujillanos y sus
autoridades no estaban acostumbrados a presenciar niños (menos indígenas) con
sus madres y demás familiares viviendo y durmiendo en las calles. Este caso se
llevó a la Alcaldía de Valera, donde se les hizo unas casitas y a las
audiencias del Consejo Legislativo en la ciudad de Trujillo. Nunca los
reprimieron ni compulsivamente se les querían separar de sus madres como tantas
veces ocurrió en Caracas durante su desplazamiento al TSJ.
En
la venta de artesanía o pedir en las calles
Cuando se desplazan
desde la Sierra de Perijá a las ciudades de Machiques, Maracaibo, Barquisimeto,
Valencia, Caracas, o al interior del país, incluyendo oriente, Margarita o
Tucupita, para vender artesanía, sus padres se llevan a los niños, muchos de
ellos han nacido en algunas de estas ciudades y sus primeros años de vida o dos
lo pasan entre las ciudades viajando con sus padres. Viven en minúsculas casas
improvisadas de cartón o de bolsas plásticas, las mismas que hacen de palma
cuando van a recoger aguacate, café o maíz con sus padres entre las montañas.
Pues si lo dejan en las viviendas, se los comen los tigres o se los roban
grupos enemigos. Y si están en la ciudad, los atropellan los vehículos, como
suele suceder. Igual comportamiento tienen cuando salen a pedir por las calles
de Maracaibo, frente al Tribunal o frente al diario Panorama en la avenida Las
Delicias.
En
una puerta del TSJ
Más de 100 Yukpa, entre
ellos sus niños, niñas y adolescentes de las comunidades Chaktapa, Guamo
Pamocha y Kuse permanecieron 11 días en una puerta del Tribunal Supremo de
Justicia, o TSJ como también se le dice, exigiendo justicia y respeto a la
Constitución violada por la misma Magistrada Presidenta de la Sala
Constitucional del TSJ Dra. Luisa Estella Morales Lamuño, quien es aún
Presidenta de Tribunal Supremo de Justicia.
Se exigía el
pronunciamiento de si se podía aplicar o no la Justicia Especial Indígena en
Venezuela, en este caso concreto donde se acusaba a Sabino, Alexander y a
Olegario de crímenes y heridas a otros Yukpa. Pero como el hecho ocurrió en
territorio indígena, entre indígenas, y existía derecho consuetudinario Yukpa,
debería según el artículo 260 de la Constitución ser tratado por la justicia
indígena y no por la Justicia Ordinaria o “Ley Romana” como la calificaba
Sabino.
En dos oportunidades se
habían movilizado y en la tarde cuando cerraban los portones del TSJ se
regresaban a la Sierra sin saber por qué se retrasaba tanto el pronunciamiento
de Amparo Constitucional por el Artículo 260 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela violado por el Tribunal de la Villa del Rosario y la
Sala de Apelación de Maracaibo. Pues la Juez Carroz de Maracaibo cuando comenzó
el juicio en Maracaibo declinó su competencia por estar de acuerdo con los
abogados defensores de sus tres caciques detenidos, y manifestó que este caso
era de la competencia de la Justicia Especial Indígena Yukpa. Los 7 Fiscales
coordinados por el abogado Víctor Raúl Valbuena apelaron y llamaron a Caracas.
Recuérdese que este era un juicio político ordenado por el Ministro del Poder
Popular de Relaciones Interiores y Justicia, coordinador del fracasado Plan
Yukpa para quebrar la resistencia indígena dedicada a recuperar tierras ante el
fracaso del proceso de demarcación.
Cuando hay una
violación a la carta Magna se debe reparar o investigar en términos de dos o
tres días, y ya iba para 4 meses. Las familias bajaron a exigir justicia,
varias organizaciones y personalidades fuimos solidarios todos estos días, por
esta razones no parece una acción de una mano peluda criminalizadora de las
luchas del pueblo Yukpa, del acompañamiento de las organizaciones defensoras de
derechos humanos, pero en especial de no permitirle a los indígena movilizarse con
sus niños, niñas y adolescentes para exigir justicia, tal como en Chile se le
quiere imponer al pueblo Mapuche. Esto es una burda maniobra desconocedora de
la Constitución y las leyes internas y los documentos de la OIT, como el
Convenio 169 de las Naciones Unidas, de la Organización de los Estados
Americanos y de la Unión Europea.
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