sábado, 22 de septiembre de 2012

Argentina: Ante el masivo cacerolazo contra el gobierno

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Por:  Izquierda Socialista 
 
Se acaba de protagonizar una masiva movilización contra el gobierno. Fue un hecho nacional, mediante una convocatoria espontánea, donde confluyeron mayoritariamente sectores de clase media y sectores populares. También se expresaron docentes, estatales, bancarios. Por ejemplo, en el corte de Ramos Mejía, muchos trabajadores, usuarios del ferrocarril, se sumaron porque no tienen servicio de noche, el cual fue sacado por el gobierno después de la masacre de Once.


Los medios reconocen que hubo más de 100 mil personas en todo el país, con un acompañamiento de otros miles y miles que se sumaron saludando desde los balcones, con bocinazos, aplaudiendo desde los colectivos o golpeando cualquier cosa desde sus propias casas. Hasta el oficialista Página 12 (que no menciona el tema en la tapa de hoy y lo grafica en la página ¡12!) tuvo que reconocer que el repudio se hizo sentir en Rosario, Mendoza, Córdoba, Salta (caravana de vehículos), Paraná, Posadas, Tucumán, Bariloche y Bahía Blanca.

Lo sobresaliente se dio en Plaza de Mayo, que casi se llenó varias veces con gente que se iba renovando, y destacadas concentraciones en el interior. En Capital también hubo importantes concentraciones en distintos barrios, igual que en el conurbano. Movilización que duró varias horas.
 

¿Por qué fue tan masivo y nacional el repudio, cuando anteriores convocatorias fueron minoritarias? Porque en los últimos días se dieron hechos que empalmaron con la necesidad de expresarse, impactando sobre millones. El motor de la movilización fue esencialmente contra la política autoritaria del gobierno, parte intrínseca de su “modelo”. Esencialmente contra el intento de la re-reelección, además del uso abusivo de la cadena nacional, las mentiras (como las del INDEK que salió a decir nuevamente que se puede comer por $6 diarios), la corrupción (caso Boudou), la restricción de la compra de dólares (mientras Timerman planificaba el fastuoso casamiento de su hija en Uruguay), la manipulación electoralista que quiere hacer el gobierno con el voto joven en pos de lograr la reelección de Cristina, la inseguridad, etcétera. Teniendo como de mar de fondo la alta inflación, el impuesto al salario, ingresos que alcanzan cada vez menos, los aumentos de impuestos, o que se siga viajando como ganado, como en el Sarmiento, entre otros motivos. Es decir, los problemas de fondo sin solución.

La marcha empañó el anuncio de Cristina del día anterior subiendo la asignación por hijo y el propio acto donde hablaba en San Juan, en el que tuvo que hacer alusión a las protestas.
El hecho que haya habido gente diciendo “diktadura”, “que se vaya” o “andate a Cuba”, y que políticos de la oposición patronal se monten reivindicando la movilización, no puede hacer perder de vista que fue una gran acción contra el gobierno que golpea contra su autoritarismo y ansias reeleccionistas.
 

La movilización ha provocado un desgaste del peronismo kirchnerista que tratará de contrarrestar argumentando que se trata “de la derecha” y de los “medios del desánimo”. El Jefe de Gabinete Abal Medina ya salió a decir en un reportaje con Víctor Hugo Morales que el hecho fue “minoritario”, “que son los que siempre estuvieron en contra” y que “no mueve el amperímetro”. El propio periodista K le tuvo que señalar: “le parece?”, “no va a cambiar algo ahora el gobierno?”, recibiendo un rotundo no del funcionario.

Habrá que ver qué dice Cristina, quien, si sigue en esa sintonía, puede incrementar la bronca popular y provocar nuevas acciones. Horacio González, de Carta Abierta, fue más cuidadoso. Señaló: “hay que tomar nota de esta gran movilización”, lo que está trayendo fisuras en sus filas.

El gobierno intenta confundir como lo hizo ante el paro de la CGT diciendo que se está ante un plan “desestabilizador”, por eso es importante esclarecer sobre sus mentiras. No es cierto lo que dice que esto está protagonizado por el 46% que no lo votó. No. El repudio que se expresó es de los que no votaron al gobierno, pero también de muchos que lo votaron. Si bien Cristina sigue manteniendo una importante popularidad, empieza a haber un gran descontento que, en parte, se expresó ayer en las calles. Tampoco es cierto que el gobierno defienda “los intereses populares” contra la derecha. Lo muestra el hecho que, mientras se desarrollaba el cacerolazo, Cristina volvió a defender el saqueo de la Barrick junto al gobernador Gioja, es decir, a la megaminería contaminante de una empresa que viola derechos humanos. También es sabido que el “modelo” del gobierno viene favoreciendo a las multinacionales, grandes empresarios y banqueros, mientras la mayoría de los salarios y jubilaciones son de pobreza.

En este año se han dado dos grandes acciones. Una, el paro y movilización a Plaza de Mayo convocada por la CGT Moyano. Otra, ésta movilizaación que, si bien tuvo una composición y objetivos distintos, tienen un punto en común: ambas fueron contra el gobierno. Esto irá fortaleciendo la convicción de que hay que movilizarse para hacer oír los reclamos y lograr conquistas.
 

Estamos a favor de movilizarnos contra la re-reelección, deslindándonos claramente de la oposición patronal. Llamando a los trabajadores, jóvenes y demás sectores populares a que se sumen. Reclamando a su vez aumento de salario, contra el impuesto al salario (Ganancias), por el pago de las asignaciones a todos los trabajadores, contra los despidos y suspensiones, entre otros reclamos de la clase trabajadora. Exigiendo, en ese sentido, y con más fuerza, que la CGT Moyano llame a un plan de lucha nacional, junto a la CTA Micheli. Pronunciándonos contra el “modelo” kirchnerista en beneficio de los de arriba, llamando a imponer otro, obrero y popular, al servicio de los trabajadores y el pueblo.

14 de septiembre 2012

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