Por Esperanza Hermida
En medio de la retórica
característica del gobierno de Chávez, el alzamiento de los presos del “Rodeo”
le estalló como una granada en la cara, a los funcionarios de la justicia
venezolana, que cacareaban sobre un supuesto plan de humanización carcelaria.
El motín y toma del control de las instalaciones de este penal por parte de los
reos, evidenció la inexistencia absoluta de tal plan de humanización y la total
incapacidad de las autoridades gubernamentales para ejecutar cualquier medida orientada
a resolver el dantesco panorama penitenciario venezolano. A escasas horas de la
rendición de los detenidos del “Rodeo II”, luego de la batalla campal que
protagonizaron durante casi un mes, las mafias carcelarias por una parte y los
cuerpos de seguridad del Estado, por la otra, no hay un solo rostro
gubernamental, que pueda explicarle al país, qué fue lo que se solucionó con
el diálogo, en la peor crisis de la justicia penal en la historia
contemporánea de Venezuela.