Acaba de darse a conocer
el Decreto 292 del Consejo de Ministros que regula los trámites para la
trasmisión de la propiedad de los vehículos de motor, por compraventa o
donación, entre personas naturales cubanas con domicilio en el territorio
nacional, y extranjeras con residencia permanente y temporal en el país.
Así, sin tapujos de tipo
alguno, el Gobierno cubano establece una diferenciación de oportunidades y a
su vez de categorías ciudadanas para tener acceso, o al menos el derecho, a
que un cubano adquiera un auto nuevo, en un país, donde el problema del
transporte colectivo ha quedado entre esas cosas que preocupan al Gobierno,
pero que nunca ha podido solucionar.
¿Quiénes son los
ciudadanos de primera categoría en Cuba de acuerdo a ese decreto?
1) Los ciudadanos
extranjeros con residencia temporal en el territorio nacional, sólo podrán
adquirir hasta dos vehículos durante su permanencia en el país. Creo que Cuba
es el único país en el que un extranjero tiene más derechos que sus
nacionales.
2) Los que reciben
ingresos en el exterior: a) Funcionarios, técnicos, profesores, científicos,
personal de la salud, artistas, escritores, tripulantes de naves y aeronaves,
personal administrativo y de servicios que laboren todos en misiones
oficiales en el exterior. b) Artistas y escritores, atletas, técnicos,
profesores y científicos que reciban premios internacionales, avalados por el
organismo rector de cada actividad en específico.
3) Los que reciben
ingresos en Cuba: a) Artistas y escritores vinculados a instituciones
culturales que obtienen ingresos en moneda libremente convertible por la
comercialización de sus obras, derecho de autor o de sus presentaciones
artísticas a través de las entidades autorizadas a tales efectos. b)
Trabajadores de la pesca. c) Productores de tabaco. d) Tripulantes de naves
que laboran en buques de cabotaje. e) Tripulantes de navieras cubanas que
reciben estimulación en pesos convertibles. f) Empleados y jubilados de la
Base Naval de Guantánamo.
Pero, cuidado, hay algunos
cubanos que están en esa categoría pero que son exceptuados para aspirar a
ciudadanos de primera con posibilidades de comprar un auto, ellos son:
4) Aquellos que cumplen
misión en el exterior a través del Programa Integral de Salud (PIS) y otros
Programas Especiales aprobados por el Ministerio de Salud Pública.
5) Que laboran en
Venezuela, Bolivia, Nicaragua y Ecuador, con la excepción del personal
diplomático y consular, y de las oficinas o representaciones cubanas o mixtas
constituidas antes del 31 de diciembre de 2004.
Los cubanos de segunda
tienen la posibilidad de comprar autos como almendrones, portaviones,
cucarachones y las bartavias rusas que, a pesar del tiempo, aún circulan por
nuestras calles y cuyos precios de venta son exhorbitantes.
En conclusión, aquel que
tiene la dicha de tener acceso legal a la divisa, porque se lo
permite el Estado cubano, es ciudadano de primera clase en Cuba.
El obrero, ¡Ah, el
obrero! Pues ese es un pichón con la boca abierta, que se ponga a
trabajar y que sea más eficiente con el mísero salario que le dan.
Le doy la bienvenida a la
nueva mafia que siempre surge en cada ocasión que nuestro Estado emite un
decreto con prohibiciones. Los huesos de Marx deben estarse estremeciendo en
su tumba. Gracias a la adulteración de su filosofía dialéctica, la dictadura
del proletariado pasó a ser una fase en la construcción del “socialismo” en
la que el obrero sólo tiene como debersubsistir de su magro salario,
apretujarse en un camello lleno de pestilencias (los cosméticos se aquieren
en CUC), y arriba de ello aplaudir a la burocracia que lo dirige por la bella
corrupción a la que se dedica.
¿Por qué los burócratas no
se llenan de valor y se acaban de decidir y llaman a este sistema que tenemos
en Cuba cualquier cosa menos socialismo? Y de paso, ¿por qué no dejan que los
socialistas que promueven la democracia participativa luchen entonces por el
verdadero socialismo?.
Y leyendo el decreto y sus
resoluciones hay algo que me llama la atención y hasta me da la razón
justificativa para comprender a algunos intelectuales mudos del patio,
y que me perdonen los mudos, pues si, nuestra clase intelectual tocada por la
varita mágica tiene derecho a comprar autos también, pero sólo los artistas y
escritores vinculados a instituciones culturales que obtienen ingresos en
moneda libremente convertible por la comercialización de sus obras, derecho
de autor o de sus presentaciones artísticas a través de las entidades
autorizadas a tales efectos. Yoani, y quizás algunos otros premiados por sus
obras, por no estar sindicalizados, pues también pasan a ciudadanos de
segunda.
Ya me doy cuenta el por
qué de la calladita de muchos de nuestros intelectuales del patio a los
problemas del país, tal actitud tiene sus premios en metálico. Yo que
había pensado que sólo sabían novelar ficción y ello los limitaba para
analizar la cruda realidad, la dura realidad del cubano de a pie, que seguirá
a pie, digo, si no cae en manos de la policía y le fracturan un tobillo,
entonces tendrá derecho a un vehículo: la silla de ruedas.
Nada otra norma que
discrimina, como dice mi amigo, el carpintero de la esquina: “se acabó el
abuso, ahora empieza el atropello” .
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