Por: El
Libertario
El pasado 04 de
septiembre el gobierno venezolano deportó a Cuba a tres refugiados vascos que
arribaron a Venezuela con el fin de conseguir asilo político en el país. Como
se informó Elena Barcena Argüelles, Francisco Pérez Lekue y José Ignacio
Etxarte Urbieta, permanecían retenidos en Venezuela desde su detención en la
zona turística de Los Roques por las autoridades de inmigración por intentar
entrar en el país en una embarcación de recreo conducida por personas
haitianas. Al momento de su detención, los vascos se comunicaron con dirigentes
políticos de izquierda y representantes de organizaciones sociales venezolanas,
a quienes expresaron su deseo de solicitar asilo en Venezuela, debido a que ya
no se consideraban seguros en Cuba, lugar donde se encontraban refugiados desde
hace varios años. Sin embargo, los vascos permanecieron incomunicados y fueron
rápidamente deportados a Cuba, país que informó a las autoridades españolas
acerca de la fuga.
Debido al
desprecio de los medios de comunicación privados sobre la lucha del pueblo
vasco y las complicidades de los medios de comunicación
"alternativos" -controlados por la izquierda estatista- con los
gobiernos de Cuba y Venezuela, es poca la denuncia e información que se ventila
sobre el caso. Si bien hay muchas críticas a puertas cerradas, el silencio
"autodisciplinario" es lo que se impone.
Sin embargo, en
meses antes dos de los recientemente deportados por el gobierno venezolano
habían expresado en una comunicación que la isla había "pasado de ser un
país de acogida a de carceleros", exigiendo en la misma "Hacer
público nuestro rechazo hacia la actitud de las autoridades de este país, que
nos condena de facto a cadena perpetua, en un marco además de absoluta
inseguridad jurídica" y, además, "Exigimos el cumplimiento de los
acuerdos de 1984, aceptados por ambas partes a nuestra llegada a la isla y
derogados unilateralmente y sin siquiera informarnos en su momento de
ello". Esta carta confirmaría la versión de que los vascos huyeron de Cuba
hacia un país que creyeron los iba a recibir con "solidaridad
internacionalista".
Por su parte,
en el día de ayer 07 de septiembre el Ministro de Interior y Justicia
venezolano Tarek El Aissami intentó maquillar la política entreguista
gubernamental al declarar que no habría ocurrido una deportación sino algo
diferente llamado "inadmisión": "Simplemente fueron inadmitidos
por violar la Ley de Extranjería e Inmigración en su artículo 7", declaró
a los periodistas.
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