sábado, 30 de abril de 2011

"Chávez convirtió a dirigentes sindicales en sus jarrones chinos"


| Entrevista Orlando chirinos, dirigente del FADESS

"Este régimen burgués y estalinista construye una nueva burguesía más parasitaria que la otra" "Llegó el momento en que los trabajadores se conviertan en columna vertebral para cambio político.


ROBERTO GIUSTI , ORLANDO CHIRINOS , DIRIGENTE DE FADE |  EL UNIVERSAL
Sábado 30 de abril de 2011  12:00 AM

Es un modelo pequeño pero le roncan los motores como a carro con dos carburadores. Luego de 40 años de lucha sindical y política el kilometraje es largo y el camino tomado el más tortuoso. Los trotskistas no abundan en Venezuela y aunque sin desviarse de "la revolución permanente", Orlando Chirinos anduvo con el chavismo (compañero de viaje) en experiencias como UNT, central sindical de estructura horizontal y dirección colectiva, de la cual salió "cuando Chávez sacó las uñas". Militante del MIR en los 70, fundador de sindicatos en la industria textil, ahora forja, paralelamente, un nuevo partido político y sueña, desde el Frente Autónomo Para la Defensa del Empleo y los Sindicatos (FADE) con la creación de una central sindical, conformada por obreros de todas las tendencias, que va más allá de la simple lucha reivindicativa. 


-¿Dejaste de creer en el chavismo porque cambiaste tu manera de pensar o porque crees que Chávez traicionó los ideales revolucionarios marxistas?

-Yo sigo con los mismos ideales. Creo en el socialismo y en una profunda democracia obrera en libertad, mucha más que la que le hemos ganado al imperio y a la burguesía. Creo en una sociedad cuyo centro sea el respeto a la disidencia, el derecho a debatir y el respeto al voto de la mayoría. Chávez nunca fue socialista sino un militar que dio un golpe y tuvo la virtud de revertir la derrota política en extraordinario triunfo político. Luego vino el planteamiento que fortaleció nuestra participación.

-¿Por qué participaste?

-Nunca fui chavista, pero me engañaron. Un sector mayoritario del país vio en Chávez una gran esperanza. Cuando los hechos del 2002 participé en la defensa de la voluntad popular expresada en 1998. Estuvimos en el 2004 cuando se decidió el referéndum, prostituido por el chavismo porque, ¿quién va a participar ahora si terminaron persiguiendo a quienes firmaron? Desde entonces comenzó a asomar la cabeza el socialismo cubano, para nosotros un régimen burgués estalinista donde no hay economía planificada, las expropiaciones las decidió una cúpula y no se respeta la autonomía de las organizaciones obreras.

-¿Siempre tuviste esa posición crítica ante el régimen cubano?

-Claro. Uno de los acontecimientos descomunales de la humanidad fue la revolución soviética. Lenin muere en enero de 1924 y todo ese proceso de burocratización y degeneración del Estado soviético aparece en las tesis de León Trotski. Yo me hago trotskista porque era necesario democratizar esos regímenes. Independientemente de que defendiéramos al pueblo cubano ante el bloqueo, ese proceso se hizo expresión, como ahora el venezolano, con sus diferencias, de una casta burocrática que secuestró la posibilidad de un verdadero socialismo. Hasta la libreta de racionamiento la perdieron luego de 14 años marchando hacia la restauración del capitalismo.

-¿Era ingenuo pensar que Chávez impondría el trotskismo?

-Nosotros fuimos a una batalla interna. Pero como en el 2006 (Chávez) saca las uñas, rompimos. Hasta entonces votamos críticamente por él. Pero las diferencias se hicieron insalvables cuando pretende imponer un partido único. Luego proclama que "la autonomía del movimiento sindical es un veneno cuarto republicano" y que no se calaría el chantaje de ciertos dirigentes sindicales. La otra causa fue el proyecto de reforma constitucional que denuncié por retrógrada.

-Puedes criticar a Chávez, pero no negar que ha estatizado empresas para ponerlas en manos de trabajadores.

-Eso es una falacia total.

-¿No dirigen los trabajadores las empresas estatizadas bajo el "control obrero"?

-La mayoría no son estatizadas porque se trata de operaciones de compra venta. A unas les ha pagado y muy bien, a otras no. Allí, por otra parte, no hay ningún control obrero, lo que hay, como dice el compañero Rubén González, es obreros controlados. Si se expropia debe garantizarse la estabilidad de los trabajadores, el respeto a sus organizaciones y a las contrataciones colectivas. Pero sobre todo deben ser los obreros quienes decidan si habrá o no Consejo de Trabajadores Aunque en fondo, ¿cuál es la razón de nuestra pelea con el capital? La plusvalía, el trabajo excedente. Tú, dueño de la fábrica y de la tierra, me pones a trabajar, me das un miserable salario y te quedas con la tajada grande. En el caso del Estado venezolano Fidel Castro aconsejó a Chávez que ni se le ocurriera aplicar la cogestión.

-¿Generan plusvalía las empresas estatizadas?

-Así decían en la URSS y después veías a la gente bebiendo vodka por los codos mientras la plusvalía beneficiaba a la burocracia. Hasta que descubrió como era la cosa. En Venezuela este régimen burgués y estalinista está construyendo una nueva burguesía, mucho más parasitaria que la otra porque no produce nada y lo ha destruido todo. Acude, entonces, a la exportación y allí aparece la corrupción. Nosotros lo que queremos es trabajo porque un país se construye produciendo.

-¿Es el Estado peor patrón que la empresa privada?

-Sí, pero como este país está polarizado y todo se manipula, si yo te digo que uno es peor que el otro al día siguiente salen los chavistas acusándome de defender la empresa privada. Pero no tengo la menor duda de que con este Gobierno se han violado peor los derechos de los trabajadores. A Rubén González lo pusieron preso por dirigir una huelga en protesta por la violación de la contratación colectiva. Y eso ocurrió con el concurso de la Fiscalía y el Poder Judicial. Aquí nunca se vio antes un régimen de presentación de los dirigentes sindicales que protestan. Además, apareció la figura del sicariato y han asesinado 8 compañeros de Corriente Clasista Unitaria Revolucionaria y Autónoma.

-¿Era más democrática la Cuarta República?

-No queremos a ninguna de las dos. Creemos que llegó el momento en que los trabajadores se conviertan en columna vertebral para un cambio. Y cuando hablo de trabajadores, me refiero a gente como tú, periodistas, médicos etc...

-¿Cómo pueden convertirse los trabajadores en vanguardia en un país donde más de 60% de la población carece de empleo formal?

-De la población económicamente activa, 13 millones de personas, 6 millones están en la economía informal y hay un millón 200 mil desempleados. Pero en un gobierno donde nosotros juguemos un papel fundamental te aseguro que se reactiva la economía, bajamos los índices de importación de un 77% a 10% y generamos empleo. Los gobiernos anteriores usaron al movimiento sindical, irrespetaron su autonomía y convirtieron a la CTV en una de las patas del régimen democrático burgués. Pero Chávez ha sido peor porque convirtió a los dirigentes sindicales en sus jarrones chinos. Los vimos, cuando salió para anunciar los nuevos salarios, con todos los dirigentes por detrás, pero nunca se ha reunido con ellos, aunque sí lo hace con la dirigencia del CNT de Uruguay. Recibió, incluso, a los patronos, pero a los nuestros no porque este es un gobierno militarista. ¿Tú crees que los "hombres nuevos" son Diosdado Cabello, Cilia Flores, Reyes Reyes? Nosotros no perdemos la esperanza de construir una central sindical autónoma e independiente, profundamente democrática.

-¿Eso es posible con un gobierno de Chávez?

-No y por eso debemos derrotarlo.

-¿Cuál es tu opción política siendo que hay dos polos?

-No creo que eso sea así. El país está polarizado, pero yo fui candidato a diputado en las planchas del PPT y siempre planteamos la necesidad de construir una alternativa distinta sobre la plataforma fundamental de los trabajadores. Si me pregunta hoy si voy a estar con la Mesa de la Unidad o con Chávez, te respondo que no queremos electoralizar las cosas cuando el Presidente anda en campaña, con una ofensiva neoliberal brutal desmontando las conquistas obreras. Quiere destruir nuestros esfuerzos por rescatar el concepto del sindicato como organización de todos los trabajadores para que, independientemente de nuestro pensamiento, forjemos una poderosa central sindical.

-Eso en el plano sindical.

-En el político estamos recorriendo el país y recogemos firmas para crear un partido de los trabajadores que, como no podemos llamar así porque lo impide el CNE, lo denominamos Unidad Socialista de Izquierda. De no hacerlo caemos en la polarización. Pero aún falta mucho tiempo.

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