El lunes 5 de agosto, voceros del gobierno de los Estados Unidos anunciaron una orden ejecutiva firmada por Donald Trump, que decreta nuevas sanciones económicas en contra del Estado venezolano, al embargar todos sus activos en territorio estadounidense y prohibir el establecimiento de negocios con las instituciones estatales y los funcionarios gubernamentales del país.
Las nuevas sanciones imperialistas de Donald Trump se enmarcan en la disputa que desarrollan la fracción de la burguesía tradicional representada en la oposición patronal e imperialista de Guaidó y los partidos de la AN y el gobierno cívico militar de Maduro, por el control del aparato del Estado venezolano, y que en la actualidad tiene como principal escenario la negociación de élites que realizan en Barbados con la mediación de Noruega, el gobierno de Nicolás Maduro y la oposición patronal liderada por el diputado Juan Guaidó.